El pesimista vive el presente y el futuro lejos de la esperanza, en cambio el optimista se hace cargo de su pasado, presente y futuro.
“No levantes la voz, mejora tu argumento”, afirmó Desmond Tutu, el primer arzobispo negro sudafricano, pacifista y laureado con el Premio Nobel de la Paz en 1984.
"Voy a empezar una dieta. Voy a comenzar a estudiar. Voy a hacerme más tiempo para mi familia. Voy a cumplir mis sueños pendientes. Voy a cambiar de trabajo. Voy a tratar de ser más feliz".
Según el profesor de la Universidad de Harvard Tal Ben Shahar, “la felicidad es el significado y el propósito de la vida, todo el objetivo y el fin de la existencia humana”. Pero, ¿Cómo ser más feliz?
¿Tienes pensamientos que crees que son realidad, aunque esconden fantasías exageradas y generalizaciones? ¿Consideras que tus puntos de vista son los únicos válidos y concluyentes?
Si hay una característica que nos iguala a todos es la búsqueda de la felicidad.
De 23 países de América Latina y el Caribe analizados, en 17 es menor la proporción de mujeres que declaran tener teléfono celular. Cuanto mayor la brecha de género en la posesión de teléfono, peor es la inserción laboral. Las mujeres rurales son las menos conectadas.
La distinción entre ser reactivo o proactivo adquiere relevancia, por cuanto permite enfocar mejor los esfuerzos hacia la solución de los problemas.
El espíritu de superación humana no tiene límites, y posiblemente si estás leyendo esto y te consideras una persona débil y frágil, pienses: "¿es tan así?, ¿puedo ser fuerte y sobreponerme a enormes desafíos?"
Los expertos coinciden que en la mayoría de los casos, la persona realiza una regresión y pretende volver a la adolescencia.