Tres actividades que mejorarán tu rendimiento mental

El entrenamiento de nuestro cerebro, centro del sistema nervioso, es de vital importancia para mantener el correcto equilibrio entre mente y cuerpo.

Tener una vida plena a menudo no es tarea fácil. Encontrar la manera correcta de encajar todas las actividades y facetas de nuestro día a día no siempre es posible y nos lleva a un estado de frustración que, a veces, puede convertirse en crónico. Es importante que sepamos diferenciar las cosas positivas de las negativas y que aprendamos a lidiar de la mejor forma con las segundas. En este largo recorrido hacia la estabilidad emocional, una de las actividades más importantes es el ejercicio físico, pues no solo nos ayuda a prevenir numerosas enfermedades, sino que también contribuye a la liberación de endorfinas, la llamada hormona de la felicidad.

No obstante, si bien el ejercicio físico es importante para gozar de una buena salud, también es necesario que llevemos a cabo un entrenamiento mental, una actividad que, a menudo, suele obviarse y que es igual de importante para lograr el equilibrio como practicar algún tipo de deporte. Este entrenamiento mental puede realizarse con numerosos ejercicios, la mayoría de los cuales se pueden llevar a cabo de manera individual. Entrenar nuestro cerebro un par de minutos cada día nos ayudará a mejorar nuestras capacidades cognitivas y a conseguir una estabilidad que nos permitirá afrontar nuestro día a día con una energía renovada.

Para aquellos que no sepan muy bien cómo entrenar su cerebro, a continuación, os dejamos tres actividades que os ayudarán en esta tarea:

Leer

Parece obvio, pero a veces pasa desapercibido. El hábito de leer de manera diaria supone uno de los mejores ejercicios mentales que podemos realizar. Diferentes estudios demuestran que leer al menos 30 minutos al día ayuda a mejorar nuestra capacidad de concentración, a ejercitar la memoria y a evitar el deterioro cognitivo. Asimismo, la tarea de leer requiere de una actividad frenética en el hemisferio izquierdo del cerebro lo que, a su vez, genera un mayor desarrollo intelectual. Así lo afirma el neurólogo Stanislas Dehaene, quien en su libro “Les Neurones de la lecture” recoge que las personas que leen cuentan con más materia gris y neuronas que aquellas que no lo hacen.

Por otra parte, la lectura también potencia nuestra creatividad y, sobre todo, nuestra empatía. Vivir en primera persona las historias escritas en el papel nos ayuda a fomentar nuestras habilidades sociales y a abrirnos con mayor facilidad a los demás.

Como veis, los beneficios de la lectura son muy numerosos, por lo que no dudéis en incluirla en vuestra rutina si todavía no lo habéis hecho. Como decían los romanos, nulla dies sine linea (ni un día sin una línea).

Juegos mentales

Para los que leer suponga una tarea demasiado ardua existe la alternativa de los juegos mentales. En esta clasificación podemos incluir disciplinas como el ajedrez, el póker, el go, el bridge, hacer sudokus, los crucigramas, los juegos de emparejamientos, etc.

Gracias a las nuevas tecnologías, hoy en día podemos encontrar infinidad de aplicaciones de poker gratis, sudokus, ajedrez, etc. para poder entrenar nuestra mente desde cualquier lugar y en cualquier momento, aunque también es conveniente disfrutar de estos juegos mentales sin una pantalla de por medio para desconectar un poco de los dispositivos electrónicos a los que nos vemos expuestos durante el día.

Al igual que la lectura, este tipo de disciplinas nos ayudan a mejorar nuestra concentración y memoria, al tiempo que potencian el trabajo del hemisferio encargado de la percepción espacial y el razonamiento matemático. De hecho, precisamente por este motivo muchos médicos recomiendan estos juegos para evitar el deterioro cognitivo provocado por algunas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Meditación

Hemos hablado ya de un entrenamiento mental más enfocado al buen funcionamiento del cerebro, ahora queremos hablaros de un ejercicio que nos ayudará también a conseguir una estabilidad emocional: la meditación.

Existen muchas maneras de meditar, puede ser a través de ejercicios de respiración consciente o mediante técnicas más asequibles, como los paseos por la naturaleza. Se trata de encontrar la modalidad que mejor se adapte a nosotros.

En cualquier caso, todas ellas cuentan con un sinfín de beneficios como la reducción de los niveles de estrés, el aumento de la capacidad memorística y de aprendizaje, la mejora de la capacidad de atención, la reducción de la intensidad en algunos procesos dolorosos o un mejor funcionamiento del sistema cardiovascular.

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