Por qué no deberías contar tus grandes noticias: la teoría de las energías y el impacto de la envidia
A veces, compartir una buena noticia no genera la alegría esperada, sino silencios incómodos, comentarios ambiguos o una sensación de agotamiento. ¿Por qué sucede esto?
¿Alguna vez compartiste una gran noticia con ilusión y terminaste sintiéndote extraño, agotado o incluso decepcionado por las reacciones ajenas? Esta experiencia, más común de lo que parece, puede explicarse desde la llamada "teoría de las energías", que abarca conceptos de la espiritualidad, la psicología emocional y las dinámicas humanas. No se trata de supersticiones, sino de una comprensión profunda de cómo nuestras vibraciones afectan —y son afectadas por— a los demás.
A lo largo de este artículo descubrirás por qué muchas veces no conviene compartir tus logros con todos, cómo identificar la energía negativa disfrazada de cortesía y qué hacer para proteger tu bienestar interior.
Todo es energía: el punto de partida
La física cuántica moderna y muchas filosofías ancestrales coinciden en un principio esencial: todo en el universo está compuesto por energía. Nuestros pensamientos, emociones, palabras y acciones emiten frecuencias vibracionales que interactúan con el entorno.
Cuando una persona experimenta alegría, éxito o realización, emite una vibración alta. Esa energía puede contagiar y elevar a otros, pero también puede incomodar a quienes están vibrando desde el miedo, la comparación o la escasez. Es en ese momento cuando aparece la resistencia energética, muchas veces inconsciente.
Qué sucede cuando compartes una buena noticia
Imaginemos que consigues un nuevo empleo, anuncias un embarazo, compras una casa o inicias una relación amorosa. Quieres contarlo porque estás feliz, pero algunas reacciones que recibes no coinciden con tu entusiasmo. Puede que notes:
- Comentarios ambiguos como “¡Qué bien!... ¿y estás seguro de que es lo mejor?”
- Silencios incómodos o cambio de tema.
- Felicitaciones sin emoción real.
- Actitudes pasivo-agresivas en los días siguientes.
Lo que estás percibiendo no es tu imaginación: es la manifestación de la energía emocional que otros proyectan hacia ti. Cuando alguien no ha sanado sus propias heridas o se siente insatisfecho con su vida, puede reaccionar con envidia, aunque no lo admita.
Envidia: la emoción tabú que todos sentimos
La envidia no es necesariamente maldad. Es una emoción humana que surge cuando el éxito ajeno confronta con los vacíos propios. El problema aparece cuando esa emoción se reprime o disfraza, generando una frecuencia densa y dañina, aunque no haya intención directa de hacer daño.
¿Por qué molesta tanto la felicidad del otro? Porque obliga a mirar la vida propia con honestidad. Y si hay frustración, resignación o falta de autoestima, la dicha ajena actúa como un espejo incómodo.
El impacto energético: por qué te sientes cansado después
Muchas personas sienten agotamiento, irritabilidad o inseguridad después de contar algo importante. Esto no es casualidad: el cuerpo y el campo energético registran el impacto de las energías externas.
Este fenómeno es conocido en muchas culturas como “mal de ojo”, pero en realidad se trata de un desajuste vibracional. Tu energía, que estaba alta, se desequilibra al entrar en contacto con otras más bajas o densas.
El efecto espejo: cuando tu luz incomoda
No todos están listos para tu evolución. Cuando brillas, sin querer desencadenas conflictos internos en quienes no se animan a dar el paso que tú sí diste. Tu alegría puede activar en otros:
- Celos por lo que no se atrevieron a buscar.
- Dolor por lo que creen que no merecen.
- Rabia por compararse y sentirse menos.
Esto no significa que debas dejar de crecer, pero sí implica ser selectivo con quien compartes tus logros.
Protege tu energía: cómo celebrar sin exponerte
Aquí no se trata de vivir con miedo ni de esconder tu felicidad. La clave está en discernir y cuidar tu vibración. Algunas estrategias útiles:
- Selecciona tu círculo de confianza: comparte buenas noticias con personas que realmente se alegran por ti.
- Evita la sobreexposición en redes sociales: no todo necesita ser publicado. La discreción es una forma de autocuidado.
- Usa decretos de protección o visualizaciones: imaginar una burbuja dorada de luz puede ayudarte a mantenerte en tu frecuencia.
- Conecta con tu intuición: si algo te dice "mejor no lo cuentes todavía", escúchalo. Tu cuerpo sabe.
Qué dice la sabiduría ancestral
Culturas de todo el mundo coinciden en una idea: no se debe mostrar el fruto antes de que esté firme en el árbol. Es decir, espera a que tus logros estén consolidados antes de compartirlos. Esto no es superstición, sino una manera sabia de proteger lo que estás gestando.
Por ejemplo:
- No contar un embarazo hasta pasados los primeros meses.
- No divulgar un proyecto hasta que esté lanzado.
- No celebrar un contrato hasta que esté firmado.
Esta práctica no solo te cuida energéticamente, también evita interferencias inconscientes.
Tu alegría no necesita aprobación
Si sientes que tu felicidad molesta, recuerda: no es tu responsabilidad disminuirte para que otros no se sientan mal. No estás brillando "demasiado"; los demás tal vez estén apagados. Aun así, elige con sabiduría cuándo y cómo compartir tu luz.
El verdadero éxito no necesita validación externa. Se sostiene desde adentro. Contar o no contar una buena noticia no debería basarse en el miedo, sino en la conciencia. Al cuidar tu energía, estás respetando tu proceso. Y al ser selectivo con quien compartes, estás cultivando un entorno donde tu bienestar florece sin interferencias.
No dejes de crecer. Solo elige con quién lo compartes.
Envidiosa en Netflix: Cómo la envidia y la gestión de nuestras emociones afectan nuestra vida cotidiana, en clave de comedia.
La segunda temporada de Envidiosa, la serie argentina protagonizada por Griselda Siciliani, profundiza en el impacto de la envidia y las energías que se generan al compartir nuestras alegrías.
En la serie, Vicky, la protagonista, enfrenta situaciones donde la exposición de sus logros desencadena reacciones de envidia en su entorno, afectando su bienestar emocional. Este desarrollo narrativo refleja cómo la envidia puede influir en las relaciones y en la percepción de uno mismo, tal como se describe en la teoría de las energías.
La trama de Envidiosa invita a reflexionar sobre la importancia de gestionar nuestras emociones y ser conscientes del impacto que nuestras acciones tienen en los demás. La serie sugiere que mantener cierta discreción sobre nuestros logros puede ser beneficioso para preservar la armonía en nuestras relaciones y proteger nuestra energía personal.
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