Llegó a Netflix la chica salvaje y esta es la razón por la que nadie deja de hablar de ella

«La chica salvaje» es un drama que conquistó librerías y ahora emociona en Netflix: un misterio, una historia de amor y una protagonista inolvidable.

Del best seller al streaming: llega La chica salvaje a Netflix

Un fenómeno editorial que llegó a la pantalla

La chica salvaje (Where the Crawdads Sing) ya está disponible en Netflix y está dando de qué hablar. La película es la adaptación del exitoso libro de Delia Owens, que vendió más de 15 millones de copias en todo el mundo. El paso de la novela al cine no fue sencillo, pero el resultado atrapa desde la primera escena.

Dirigida por Olivia Newman y con una impecable actuación de Daisy Edgar-Jones como protagonista, la película propone un relato que combina drama, romance y un crimen por resolver, todo enmarcado en los misteriosos y visualmente hipnóticos pantanos de Carolina del Norte.

Una historia de abandono, naturaleza y supervivencia

El eje de la chica salvaje es Kya Clark, una joven que crece sola en una cabaña alejada de la civilización, luego de ser abandonada por su madre, su padre y más tarde por sus hermanos. La comunidad cercana la margina, la teme, y la señala como “la chica del pantano”, una figura casi mítica.

La historia avanza entre dos líneas temporales: el pasado de Kya, en el que aprende a sobrevivir y a conectarse profundamente con la naturaleza, y el presente, en el que se ve envuelta en un juicio por el supuesto asesinato de Chase Andrews, un joven con quien tuvo una relación sentimental.

La tensión entre lo que el pueblo cree que ella es y lo que ella verdaderamente vive en soledad, alimenta un conflicto que es tanto social como emocional. ¿Puede alguien que vivió apartado de todo ser juzgado con los códigos del resto?

Kya Clark: una protagonista con fuerza emocional y visual

La interpretación de Daisy Edgar-Jones ha sido uno de los puntos más valorados por quienes han visto la película. La actriz logra transmitir la vulnerabilidad, la inteligencia y la entereza emocional de Kya, sin caer en exageraciones ni estereotipos.

Su personaje es introspectivo, pero a la vez poderoso. Es una joven que aprende del entorno, se educa sola, observa, pinta, escribe. Vive en armonía con la naturaleza y se enfrenta a la crueldad del rechazo social. La cámara la sigue en planos amplios y silenciosos, que permiten que la atmósfera del pantano —casi un personaje más— acompañe cada momento de introspección.

Paisajes que atrapan y una ambientación lograda

Uno de los puntos fuertes de la chica salvaje es su fotografía. Los pantanos, con su mezcla de belleza y peligro, envuelven la historia en un halo de misterio. La dirección de Newman, sumada a la música compuesta por Mychael Danna, genera una experiencia visual y sonora que refuerza cada emoción.

El espectador no solo sigue una trama de suspenso, sino que se ve inmerso en un paisaje natural que actúa como espejo del alma de la protagonista: hermoso, pero salvaje; profundo, pero hostil; vital, pero también lleno de amenazas.

Opiniones encontradas, pero una presencia sólida en Netflix

La recepción de la crítica ha sido mixta. En portales como Rotten Tomatoes, la chica salvaje mantiene una puntuación promedio del 35% basada en reseñas profesionales. Algunos críticos señalaron que la narrativa podía caer por momentos en lo melodramático, y que ciertos temas no fueron explorados con la profundidad que requerían.

Sin embargo, la audiencia ha sido mucho más generosa. En redes sociales, miles de usuarios destacaron la actuación de Edgar-Jones, la fidelidad visual al espíritu del libro y la emotividad de la historia, que conecta con temas universales como el abandono, el prejuicio, la necesidad de pertenecer y la búsqueda del amor.

En Netflix, la película rápidamente se ubicó entre las más vistas de la semana en varios países de habla hispana, confirmando que, más allá de las críticas formales, la chica salvaje logra conectar emocionalmente con el público.

La combinación de amor, misterio y naturaleza

El componente romántico es otro de los pilares de la historia. Kya se relaciona con dos hombres muy distintos: Tate, quien representa la ternura, el respeto y la conexión genuina, y Chase, quien oculta una personalidad mucho más oscura. La dualidad entre estas relaciones marca el ritmo emocional del relato y sostiene la tensión narrativa que culmina en el juicio por asesinato.

El misterio policial está bien construido, sin caer en fórmulas repetidas. La resolución, lejos de ser previsible, invita a reflexionar sobre la justicia, los prejuicios y la supervivencia femenina en un entorno hostil. En este punto, la película se alinea con la novela y con una sensibilidad contemporánea que valora los relatos de mujeres que resisten desde el silencio.

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Redacción Vida Positiva