Las leyes del vencedor

30 Leyes para cambiar tu vida.
Fuente: genial.guru

Los vencedores son gente que vive la vida en todo su esplendor. Se guían por sus propias leyes que los llevan hacia la felicidad.

El famoso millonario Bodo Schäfer escribió estos 30 principios que le ayudaron a cumplir sus sueños.

1. Toma la decisión.
El desarrollo o cualquier cambio siempre empiezan por el hecho de tomar una decisión. Solemos sentir miedo por abandonar un lugar seguro y enfrentarnos a algo desconocido. Pero sólo este paso nos abre posibilidades para el desarrollo. Es imposible seguir un sueño aferrándose al pasado.

2. Nunca dejes de aprender algo nuevo y desarrollarte.
Cuanto más conozcamos, cuanto más nos desarrollemos, más libres seremos. Si dejamos de aprender y superarnos a nosotros mismos, la vida quedará vacía y perderá su sentido. Debemos leer muchos libros, llevar un diario, asistir a seminarios y relacionarnos con la gente de la que podemos aprender algo.

3. Toma consciencia de cada día que has vivido.
Más a menudo deberíamos darnos cuenta de que cada momento de nuestra vida es un regalo inestimable. La mayoría de estos regalos pasan delante de nosotros desapercibidos porque nos ocupamos de ‘cosas más importantes’. No hace falta estar siempre ocupado haciendo algo. A veces, simplemente, hay que vivir la vida.

4. Concéntrate en algo que traiga beneficios.
En cada asunto hay varias tareas principales, de las cuales, al final, depende el beneficio. Precisamente en estas tareas deberías concentrarte. Los ganadores no se caracterizan por la capacidad de cumplir bien las tareas meramente complicadas, sino por la capacidad de cumplir perfectamente las tareas sencillas.

5. Desarrolla tu personalidad.
Para que las circunstancias que nos rodean mejoren, primero tenemos que cambiar nosotros mismos. No debes preguntarte a ti mismo si eres apto para una u otra actividad. Sólo empezando a trabajar en ello puedes convertirte en un maestro. Lo importante es no rendirte.

6. ¡Actúa!
En el mundo hay mucha gente que vive y trabaja por debajo de sus capacidades, simplemente porque no ha aprendido a actuar. El conocimiento es solamente una fuerza potencial. Muchos problemas y dificultades desaparecerán solos en cuanto te pongas a trabajar. Existe un único criterio de la firmeza de nuestras intenciones. Son nuestras acciones.

7. Aprovecha las situaciones de estrés.
Todo el mundo está de acuerdo con que el estrés es perjudicial para la salud. Pero no es del todo así. Todo depende de la gravedad del estrés y de nuestra capacidad de controlarlo. La regla más importante es que tenemos que concentrarnos por completo en aquello que nos ocupa en ese momento.

8. Aprende a superar las dificultades.
La vida es como una escalera. Cada escalón tiene su dificultad. No podemos seguir subiendo sin haber superado el anterior. Podemos percibirlos como obstáculos, o bien, como ejercicios antes de subir un escalón más. O nos rendimos, o nos hacemos más fuertes.

9. No vuelvas a inventar la rueda.
La mejor manera de aprender es imitando a los grandes maestros. Aplicar la experiencia de los demás, en vez de llegar a todo por tu propia cuenta, puede ser muy útil en distintos terrenos de la vida. Los compositores existían antes del nacimiento de Mozart, y él aprendió mucho de ellos. Ese hecho no le impidió componer su propia música.

10. ¡Acelera!
Un tren que esté detenido no podrá continuar su curso si hay un pequeño obstáculo enfrente de él, mientras que a una persona que va a toda marcha no la podrá parar ni siquiera una pared. Emprendiendo una nueva actividad hay que, enseguida, ‘pisar el acelerador’ a fondo. Entonces ningún problema podrá detenerte ya. El éxito llega automáticamente durante el movimiento.

11. Sueña y cumple tus sueños.
Nuestros sueños y fines son como una especie de imán que atrae todo lo que nos acerca para que sea una realidad. Para eso, no es suficiente soñar un poco de vez en cuando. Tienes que concentrar todos tus pensamientos en ese objetivo y no dudar, ni por un momento, que lo vas a alcanzar.

12. Cuida tu salud.
La salud no es solamente la ausencia de enfermedades. También es el tono y energía vital, la calidad de vida y la jovialidad. Tenemos que tomar consciencia de lo que bebemos y comemos, y ver con qué frecuencia estamos en movimiento. Cualquier extremo es perjudicial. Necesitamos un modo de vida moderado y razonable.

13. No temas a la crítica.
Es imposible complacer a todos aquellos que te rodean. Siempre cometeremos errores, por lo tanto, la crítica es inevitable. Tenemos que tomarla como un medio de aprendizaje y de desarrollo personal. La única manera de evitar la crítica es no hacer nada.

14. Cumple el trabajo al 110%.
La posibilidad del desarrollo más eficaz se esconde en el último intento, cuando ya no quedan fuerzas. Toda la diferencia entre el éxito y la mediocridad está en el 10% de los últimos esfuerzos. La predisposición a hacer más de lo que esperan de nosotros tiene que convertirse en nuestra costumbre.

15. Utiliza tus problemas como estímulos de desarrollo.
La vida no nos castiga, sino educa. Gracias a los problemas, se manifiestan nuestras mejores cualidades. No nos dejan malgastar nuestro potencial desarrollando nuestra actividad y creatividad.

16. Sé tu propio jefe y subordinado.
No importa si trabajamos por cuenta propia o por la ajena. Aun si eres empresario o autónomo tienes que hacer cualquier trabajo como si te estuviera controlando un jefe. El que no sepa obedecerse a sí mismo, habrá de obedecer a los demás.

17. Proponte objetivos elevados.
El verdadero significado de un objetivo elevado consiste en nuestro desarrollo durante el proceso. Cuanto más elevado sea el objetivo, más tendremos que crecer para alcanzarlo y más interesante será nuestro camino. Sólo exigiendo lo mejor de la vida, uno podrá ser mejor persona.

18. Dale a los demás lo que necesitan.
Si uno se pregunta qué es lo que más necesita la gente, la respuesta más acertada será ‘amor’. El amor, como ninguna otra cosa, simplifica todas las relaciones con los demás. Es una fuerza muy potente. Un verdadero interés, simpatía, aprobación y apoyo hacen milagros.

19. No te permitas distraerte del trabajo.
Para alcanzar el éxito hay que concentrar toda la energía y fuerza en una sola idea. A muchos eso les cuesta en exceso porque siempre les distrae algo. Buscamos justificaciones para nuestras distracciones. Pero no tenemos que olvidar que queremos obtener respeto y estimación; reconocimiento, no compasión.

20. Sirve de ejemplo.
El peso a nuestras palabras lo atribuyen sólo nuestras acciones y no nuestro cargo. Para entusiasmar a los demás, nosotros mismos debemos ser el entusiasmo. Si queremos que a nuestras palabras les presten atención, tenemos, no sólo que hablar, sino también hacer algo.

21. Lo más importante, primero.
Una regla de oro: En un plazo no máximo de 72 horas después de tomar una decisión, debe llegar una acción concreta, hay que actuar. De lo contrario, la posibilidad de que dicho plan se haga realidad será remota.

22. Asume la responsabilidad.
En ocasiones tendemos a buscar excusas y culpar a otros por nuestras malas acciones. Por lo tanto, lo que hacemos no es otra cosa que darles el poder a terceros sobre nuestras vidas. Sólo depende de nosotros que nuestros sueños se hagan realidad. Si durante demasiado tiempo no demostramos nuestra voluntad y firmeza para alcanzarlos, resultan debilitándose y con el tiempo desaparecen.

23. Aprende a hacer frente a tus miedos.
Para ello existen dos maneras. La primera, gratitud. Cuando analizamos todo aquello por lo que vale la pena vivir, el miedo se aleja. La segunda, la aspiración hacia la meta. El no hacer nada para encontrar nuestro objetivo nos encadena al miedo.

24. Concéntrate en tus puntos fuertes.
Cada uno de nosotros tiene fortalezas y debilidades. Muchas personas sólo prestan atención a sus debilidades y miran hacia ellos como una de las principales causas de todos los fracasos. La buena noticia es que las debilidades de uno mismo no guardan relación alguna con el éxito. El mejor rosal no es el que tiene menos espinas, sino aquel en el que crecen las flores más bellas. Nosotros no tenemos éxito gracias a nuestras desventajas, con las que hemos aprendido a hacer frente; el logro llega gracias a nuestras virtudes.

25. Aprende cómo dar y perdonar.
Si quieres, si lo deseas, la vida te sonríe. Aprende a desear el bien a los demás y a bendecirlos. El perdón es la forma más elevada de demostrar nuestra capacidad para dar y compartir. Esto es, sin duda, la clave para alcanzar un alto grado de desarrollo espiritual, el más alto, en el hombre. También, debemos perdonarnos todos los errores, así como aquellas tonterías que hayamos podido cometer.

26. Usa el dinero con racionalidad.
La base del bienestar: debemos gastar menos de lo que ganamos. No todo lo que queremos, lo necesitamos. Si aprendemos a manejar las finanzas, nuestra vida se elevará a un nuevo nivel.

27. Construye la base con paciencia.
El éxito continuo no llegará en dos días. Nada realmente de gran valor se puede crear en tan corto periodo. Cuanto más elevado sea el éxito al que aspiramos, más fuerte debe ser la base en la que se sustenta. Por lo tanto, hay que ser paciente y construir el futuro paso a paso, sobre piedra, ladrillo por ladrillo.

28. Rodéate de ejemplos positivos.
Nada afecta tanto a nuestra vida como las personas que nos rodean. Imitamos de ellos mucho más de lo que piensas. Nuestro cerebro acumula todo lo que percibimos, en su mayoría, esto habita en el inconsciente. Si nos rodeamos de ganadores, de gente positiva, entonces nosotros mismos continuaremos creciendo y desarrollándonos.

29. Convierte la insatisfacción de ti mismo en un estímulo para tu crecimiento.
La satisfacción es algo muy peligroso, genera pereza e indiferencia. La persona que está completamente satisfecha de sí misma, deja de crecer. No tiene ningún deseo de trabajar, y el progreso se detiene. Debemos estar agradecidos por lo que tenemos, pero siempre querer más. No estar satisfechos del todo nos permite cambiar y crecer.

30. Sé un águila, no un pato.
¿Cómo distinguir al águila del pato? Los patos graznan y las águilas actúan. Patos, pesimistas; águilas, optimistas. Los patos buscan excusas, las águilas soluciones. Los patos esperan a que los alimenten, las águilas asumen su responsabilidad y consiguen aquello que necesitan, logran por sí mismas su alimento. El objetivo de la vida que consiste en «graznar» en vez de actuar no lleva a nada bueno.

Piénsalo detenidamente... ¿Qué animal te gustaría ser?

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