La dieta alcalina. ¿Cómo saber qué alimentos son ácidos o alcalinos?

Desde España, la Bióloga Molecular Rosa López Monis, pone luz sobre el tema de la dieta alcalina. ¿Por qué es tan importante mantener un equilibrio ácido-base en nuestro organismo?

La pregunta clave: Si el limón es tan ácido, ¿cómo es que es alcalino, cómo se permite en la dieta alcalina?.

Pues bien, que una sustancia tenga un pH alcalino o ácido antes de ser ingerida no siempre significa que tenga ese mismo efecto en el organismo. Por ejemplo el pH del limón, debido a su riqueza en ácido cítrico, ácido ascórbico y otros ácidos es ácido, pero dentro de nuestro cuerpo se comporta como un potente alcalinizador de los tejidos y células. Por lo tanto, lo que determina la capacidad de acidificar o alcalinizarnos de un alimento es básicamente dos cosas:

  1. El índice PRAL, que recibe este nombre a partir de las iniciales del término inglés Potential Renal Acid Load (carga ácida renal potencial), que viene a significar la cantidad de ácido eliminado por los riñones. Este índice depende del equilibrio ácido-base en el organismo y es un factor clave el tipo de alimentos que consumimos.
  2. La cantidad de ácido que se elimina por vía renal, que depende de numerosos factores
  • los ácidos orgánicos son una variedad de ácidos que se concentran habitualmente en los frutos de muchas plantas, como por ejemplo el ácido cítrico, fórmico, acético, málico, tartárico, salicílico, oxálico o los ácidos grasos
  • la cantidad de proteínas conteniendo aminoácidos sulfurados, metionina, cisteína o cistina
  • la cantidad de iones eliminados, como Calcio, Potasio, Sodio, Magnesio
  • la absorción de los alimentos

La predicción de estado ácido-básico de la orina puede tener una gran importancia en algunas condiciones como la urolitiasis, lo que se conoce como cálculos renales en enfermedades como la osteoporosis y otras patologías, en que la mayor o menor acidez de la orina va a mejorar la eliminación del sustancias indeseable (p.ej. los oxalatos, los uratos, los citratos en los cálculos renales) o la retención de sustancias necesarias, como puede ser el magnesio o el calcio. También puede ser importante para el comportamiento de algunos fármacos poco solubles, que pueden precipitar en la orina según el pH de esta, sobre su actividad (p.ej. algunos antimicrobianos utilizados en las infecciones urinarias son más efectivos en medio ácido) o sobre la excreción, como la quinidina, un antiarritmico que se excreta en mayor proporción en medio ácido.

El índice PRAL se expresa en cantidad de ácido presente en 100 g de alimento. Un valor positivo indica que el alimento acidifica la orina, mientras que un valor negativo indica que la orina es alcalinizada. En general, los alimentos ricos en proteínas acidifican la orina, mientras que las verduras y las frutas la alcalinizan.

Por tanto, alimentos en los que predominen minerales como el fósforo, hierro, azufre, yodo y cloro -que son minerales acidificantes- serán más acidificantes. Contrariamente, los alimentos ricos en minerales como el magnesio, zinc, calcio, potasio, sodio y manganeso -que son minerales alcalinos-, serán más alcalinizantes y por lo tanto más recomendados en una dieta alcalina.

Sin embargo, esta prueba no es del todo fiable ya que en su metodología se queman los alimentos y de las cenizas resultantes es de donde se obtienen los resultados. Sabemos que lo primero en quemarse es el azúcar contenido en los alimentos y ésta es una de las sustancias más acidificantes para el organismo, que no se tiene en cuenta en el índice PRAL. Esto hace que haya muchas listas de alimentos ácidos y alcalinos y que nos encontremos muchas veces con el dilema de que no sabemos de cuál de todas ellas fiarnos a la hora de empezar una dieta alcalina. Por poner un ejemplo, la papa o la banana, en muchas listas son considerados alimentos muy alcalinos, por su contenido en sales minerales alcalinas, pero también contienen mucho azúcar en forma de sacarosa, glucosa y fructosa, en el caso del plátano y almidón en el caso de la papa.

Es por ello que el primer alimento que podemos considerar y el más acidificante de todos es el azúcar, en cualquiera de sus formas, en segundo lugar yo pondría al café torrefacto, seguido de los lácteos y todos sus derivados (leche, queso, yogurt y mantequilla), el chocolate, que si se consume moderadamente es cierto que es muy antioxidante, pero del que no debemos abusar por su riqueza en alcaloides, el alcohol, los carbohidratos refinados, las harinas blancas refinadas, las proteínas de origen animal (todo tipo de carnes de mamífero en especial la roja y las carnes procesadas, seguido de aves, mariscos, pescado, aunque este último en menor medida), los alimentos procesados con conservantes, colorantes, espesantes, saborizantes y todo tipo de aditivos químicos, los alimentos muy cocinados a altas temperaturas, el tabaco, las drogas, hormonas y los medicamentos.

Por otra parte, a favor de la alcalinización, encontramos en primer lugar la clorofila, y con ella todas las hortalizas y verduras, muy especialmente las de hoja verde, las hierbas verdes de trigo, cebada, las frutas con un índice glicémico bajo como el limón -rey de la alcalinización-, el tomate, el pomelo, la lima, el pepino y el aguacate. Semillas y frutos secos crudos, como las almendras, las semillas de cáñamo -la más alcalina de todas las semillas-, la chía, el lino…

Y por supuesto, destacar el valor alcalinzante de los germinados, únicos alimentos que consumimos vivos.

Legumbres
Aquí será la dosis lo que determine si es ácida o alcalina. De todas, las más alcalinas o menos ácidas, son las judías blancas y las habas, seguidas de los garbanzos, los guisantes (porotos), germinados de soja que podría ser la mejor forma de consumir esta planta y las lentejas. Las legumbres son muy altas en proteínas y como la carne, no se debe abusar de ellas, si no queremos hacer trabajar demasiado al riñón o en caso de tener el ácido úrico elevado. Muchos piensan que hay que tomar mucha proteína cuando o es así, prueba de ello es que la leche materna solo contiene 0.9 g de proteína en 100 ml, con lo cual si cuando somos lactantes -que en un año más o menos triplicamos nuestro peso corporal- es la etapa de nuestra vida cuando más rápido crecemos, sólo necesitamos 0,9 g por 100 ml, ¿por qué en la edad adulta íbamos a necesitar más?.

Cereales
Al ser ricos en carbohidratos no son muy alcalinzantes, de todos ellos el mijo, la quínoa y el trigo sarraceno son los menos acidificantes.

Frutas
Las muy dulces como la banana, la uva y el melón, consumidas en exceso, resultarán acidificantes.

Bebidas
El agua, agua con limón o lima y el agua de coco son las más alcalinas sin duda. Los jugos envasados serían acidificantes, así como el alcohol, las gaseosas -en especial las colas-, el café y los lácteos.

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Propiedades del "agua alcalina" (Parte 2)

Vía: http://www.masquedietas.es/como-sabemos-que-alimentos-son-acidos-o-basicos-dieta-alcalina/

Para saber más sobre este y otros temas de salud y nutrición, puedes visitar el Canal de Youtube de L-Monís & Más Que Dietas

Por Rosa López Monís
Bióloga Molecular, Microscopista Celular
L-Monís & Más Que Dietas
www.masquedietas.es
https://www.youtube.com/channel/UCueE-Wh1ugCClXFPl2qSmag

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