Zahara de los Atunes, el último paraíso
Esta pequeña población española, entidad local autónoma del municipio de Barbate, concentra en su pequeño casco histórico la luz del Sur y una excelente oferta gastronómica.
Esta discreta villa de pescadores, antaño centrada en la almadraba (el arte con el que se captura el atún rojo) hoy día vive, principalmente, por y para el turismo.
Aunque censados haya poco más de mil habitantes, si escoges un día entre junio y octubre y recorres sus calles y las inmediaciones de las urbanizaciones, esa población tendrías que multiplicarla, al menos, por diez.
Qué ver y hacer en Zahara de los Atunes
La población de Zahara de los Atunes está situada entre Barbate y las ruinas romanas de Baelo Claudia (Tarifa), por lo que se puede plantear en una visita conjunta con estos dos lugares. Si planeas una excursión de una jornada tendrás tiempo más que suficiente para pasear por su casco histórico, disfrutar de la playa y comer en alguno de sus excelentes restaurantes. Su oferta de alojamiento es buena por lo que también puedes plantearte pernoctar allí mismo.
Entre las visitas que hay que hacer en Zahara de los Atunes se encuentra el palacio de los Duques de Medina Sidonia y las murallas que se construyeron en el siglo XV. En aquel momento, esta gran edificación desempeñaba tres funciones muy diferentes: fortaleza, palacio y chanca. En estas dependencias, además, se alojaba a los nobles y reyes que acudían en aquella época a visitar las almadrabas. De hecho, el castillo incluso aparece en la obra ‘La ilustre fregona’, de Cervantes, y fue declarado, junto con sus murallas, Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.
Playas de Zahara de los Atunes
Aunque este enclave fue codiciado por fenicios y romanos por su ubicación estratégica, actualmente las razones que esgrimen los viajeros para acudir a Zahara de los Atunes se basan fundamentalmente en su ritmo tranquilo y en sus playas. Pero ¿por qué estas ensenadas se encuentran entre las playas más codiciadas de Cádiz?
Sus playas se extienden entre el núcleo de población llegando casi al cabo de Gracia. Cinco kilómetros de litoral que transcurren paralelos a un mar de agua cristalina veteada de colores turquesas. Su arena es fina, dorada y abundante –alcanza un ancho de 100 metros y forma dunas móviles–. Igualmente remarcable es la calidad de sus aguas, reconocida con los distintivos de bandera azul y la ‘Q de Calidad’. Es una playa amada por los bañistas –ya que cuenta con numerosos servicios, aparcamiento y chiringuitos– y, también, por aquellos que disfrutan practicando deportes acuáticos como el windsurf y el buceo.
Otras playas cercanas, pero ya situadas en el término territorial de Tarifa, que merece la pena conocer son:
Playa de Atlanterra
Está situada en la base de un monte salpicado de chalets de lujo. Sus límites son el cabo de la Plata y el cabo de Gracia. Aunque no tiene más de un kilómetro y medio de playa es un lugar bastante virgen (con pocos servicios) rodeado de naturaleza y con unas preciosas aguas cristalinas. Si vas a pasar el día tendrás que llevarte tu propio picnic.
Playa del Búnquer
En el extremo oriental de la Playa de Atlanterra, encontramos la Playa del Búnquer, denominada así por la existencia de una batería de costa, situada a orillas del cabo de Plata. No se trata de un búnker de la Guerra Civil, ya que fue construido en los años 40. ¿Por qué? Porque, al parecer, la zona de Zahara (Cádiz) era una de las plazas deseadas por las potencias aliadas durante la Segunda Guerra Mundial. Debido a ello, España hizo una serie de fortificaciones militares por la línea costera sur entre Málaga y Portugal. Hoy su estado de conservación no es muy bueno.
Playa de Agua de Enmedio
Su extensión es también de un kilómetro y medio, pero es aún más tranquila, ya que hay menos residentes en la ladera de la sierra de la Plata. Tampoco dispone de servicios, por lo que no está de más llevar la sombrilla y todo lo necesario para una jornada playera. Se puede dejar el coche en los aparcamientos públicos situados junto a la misma. A lo lejos se divisa el faro de Camarinal y la ciudad marroquí de Tánger.
Playa del Cañuelo
Escondida entre pinos, a esta playa sólo se puede acceder a pie, por lo que no suele estar muy concurrida. Se encuentra entre los cabos de Gracia y Camarinal. Su nombre lo toma de un arroyo vecino que desemboca en el Atlántico, aunque en verano desaparece. Al estar junto a unos terrenos militares, el entorno se muestra completamente virgen. Eso sí, no cuenta con servicios, así que conviene preparar un buen picnic para disfrutar de una deliciosa jornada de playa.
Cala de los Alemanes
Esta playa, de arena y rocas, de pequeñas dimensiones es idónea cuando sopla con fuerza el temido viento de levante. El acceso se realiza a través de una escalinata de piedra muy empinada. También recibe el nombre de playa del Búnker, ya que se encuentra una construcción defensiva en ella. Es una gozada entrar en las piscinas naturales que se crean en las rocas. Hay zonas de aparcamiento pero son pequeñas por lo que conviene ir pronto si se quiere dejar el coche allí.
Los más curiosos disfrutarán observando los chalets de lujo, algunos con una apariencia tan singular como el ‘Ovni’ (es fácil imaginar por qué le han puesto ese sobrenombre) o el ‘Entrerocas’ (construido entre dos grandes piedras).
Faro de Camarinal
El faro de Camarinal se encuentra en la punta de Gracia, muy cerca del límite de la playa de Zahara de los Atunes. Es recomendable subir al mirador situado a sus pies, desde donde se puede admirar a un lado la playa de Atlanterra y, al otro, la cala del Cañuelo. Desde ahí se obtiene un privilegiado punto de vista del continente africano y del paso de las aves migratorias.
Este faro, edificado sobre una torre almenara del siglo XVI, pertenece a un antiguo sistema de defensa de la costa frente a los ataques de piratas berberiscos, mandado construir por Felipe II. En 1990 fue restaurada y se puso a punto para que funcionase como faro.
Dónde comer en Zahara de los Atunes
Esta pequeña población parece surgida para el disfrute del turista y, por ello, no escatima en la apertura de hoteles y restaurantes para satisfacer su demanda. En restauración, se podrían distinguir entre bares de tapeo, restaurantes de mantel y chiringuitos.
Algunas referencias que te pueden interesar son La Taberna del Campero (María Luisa, 6), que es el hermano pequeño del afamado restaurante El Campero de Barbate. En este local se pueden tomar numerosos platos de atún en formato de tapas. Muy recomendable también es El Refugio (Cerro Currita, 10), un chiringuito-restaurante que está en la misma arena de la playa de Zahara de los Atunes y que está especializado en cocina zahareña. Y una recomendación más: Restaurante Antonio (Ctra. Atlanterra, km1), en cuya carta se pueden encontrar desde guisos tradicionales hasta pescados a la brasa y sabores orientales.
Dónde alojarse cerca de Zahara de los Atunes
La mejor opción para alojarse cerca de Zahara de los Atunes la brinda el hotel Royal Hideaway Sancti Petri, ubicado en Novo Sancti Petri. Se trata de un resort de lujo situado junto a la playa. Tiene 195 habitaciones magníficas que están completamente equipadas y 4 suites.
El hotel está estructura en torno a varios edificios, con 5 piscinas exteriores con hidromasaje anexo, lagos naturales y más de 35.000 metros cuadrados de jardines tropicales. Además, cuenta con 5 restaurantes donde se puede disfrutar de una cocina saludable basada en el producto y en la gastronomía local.
Uno de los emblemas del Hotel Royal Hideaway Sancti Petri es su U-Spa, que ha recibido numerosos premios de turismo internacional y que, con 3.650 metros cuadrados, es el más grande de Andalucía. Pero no acaba ahí la oferta de ocio, que se completa con la discoteca lounge Siddharta, el Dublin Bay Irish Pub con bolera y actividades de animación para adultos y niños, basadas en el deporte y la cultura. En definitiva, un oasis exclusivo de sol, mar y lujo.
Como llegar:
La distancia de conducción entre Marbella y Zahara de los Atunes es de 141 km. Dura aproximadamente 1h 49m. Tambien se puede llegar en autobús.
