Tolerancia y empatía hacia la diversidad, el primer paso para combatir la discriminación

Con el fin de determinar estrategias preventivas para combatir conductas discriminatorias a nivel social, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) llevó a cabo una investigación que determinó las prácticas de segregación más frecuentes en la Argentina
Cada época es dueña de sus paradigmas y hasta que la innovación no irrumpa muchos son los modelos que inciden en las formas de pensar, hacer y sentir de una sociedad.
 
Con el fin de determinar estrategias preventivas para combatir conductas discriminatorias a nivel social, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) llevó a cabo una investigación que determinó las prácticas de segregación más frecuentes en la Argentina.
 
La obsesión por la juventud y la delgadez extrema son dos variables que en el marco de una distorsión de la imagen corporal conforman el arquetipo del “cuerpo ideal” para las argentinas. Así lo demostró este informe y las principales víctimas de agravios y actitudes discriminatorias son las mujeres.
 
En el país, el 45% de las encuestadas manifestaron haberse sentido excluidas, insultadas o discriminadas de diversas formas por no reunir los cánones exigidos por el paradigma de belleza actual. La investigación señala que el arquetipo idealizado por las argentinas es el de la mujer delgada, alta, joven y con el color de piel claro.
 
"La exigencia que impone el paradigma estético genera sufrimiento: las mujeres se encuentran frente a una mirada social que sanciona y reprueba. Es necesario generar discursos alternativos que valoren la diversidad en términos estéticos", destacó el INADI.
 
En la actualidad, el cuerpo y la edad se han convertido en el primer disparador o motivo que genera prácticas y conductas de exclusión en la Argentina, y especialmente en las mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años.
 
Una de las grandes revelaciones de este informe fue cómo las mujeres perciben laboralmente a sus pares. El 59% de las encuestadas de entre 30 y 44 años legitimó que el sexo femenino gane sueldos inferiores a los de los hombres por que “las mujeres tienen más complicaciones y es lógico que ganen menos por un mismo trabajo", justificaron. Pero esta tendencia decrece a medida que aumenta el nivel socioeconómico y educativo de las encuestadas, esa frase es rechazada.
 
La investigación analizó las percepciones sobre la problemática y también las experiencias concretas de las personas encuestadas que sufrieron actos discriminatorios en la Argentina. El trabajo se realizó en coordinación con 27 universidades nacionales de todo el país a partir de una muestra de 14.800 casos.
 
La implementación de medidas preventivas que estimulen la tolerancia, la empatía y el respeto por las personas diferentes es el primer paso para lograr una sociedad más inclusiva y equitativa. Asimismo, abordar los paradigmas que delimitan el arquetipo corporal actual y crear un modelo signado por parámetros de salud en los hombres y mujeres es fundamental para combatir las conductas discriminatorias e incentivar estándares saludables en las personas tanto a nivel físico como psicológico.

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Por Eugenia Plano