¡Sonríe!

Para esta chica, una palabra lo cambió todo.

Bekah Georgy ha estado luchando contra la anorexia durante los últimos 8 años, y su tiempo se acaba. Necesita un tratamiento a largo plazo y cuidados intensivos pronto.

Su vida hasta ahora no fue fácil, ya que navega entre profundos momentos de depresión e ideas suicidas y algunos fugaces de esperanza y optimismo. Su lucha interna la atormenta a diario y la ha llevado a intentar acabar con su vida varias veces.

Recientemente, Bekah fue a tomar un café al Starbucks, como lo hacía de manera habitual, pero esta vez algo cambió. El empleado que la atendió le escribió “sonríe” en su vaso. Esa simple palabra cambió el día de esta chica, de manera tal que decidió escribir una carta para contárselo a él y a cualquiera que busque una historia inspiradora:

Querido trabajador de Starbucks

Tú no me conoces y no conoces mi historia. Y algo más importante, seguramente no sabías que escribiendo “sonríe” en mi orden cambiarías mi día. Cuando me miras es posible suponer que soy feliz, burbujeante y llena de vida, pero nadie me puede ver por completo. Tú no sabías que detrás de esta sonrisa hay una chica que se ha caído y quebrado en mil partes. Tú no sabes todo el odio a sí misma que se tiene esta chica, ni que ha pasado hambre por casi la mitad de su vida. Ella ha tratado de suicidarse 5 veces. Apuesto que tampoco sabías que estas semanas, y ese día en particular, la estaba pasando muy mal. Tú estabas preocupado en hacer tu trabajo, no te diste cuenta de que al escribir esa minúscula palabra en mi café cambiarías mi día y posiblemente mi vida.

Tal vez escribiste “sonríe” en mi vaso porque viste mi tubo de alimentación. O quizás pudiste ver más allá de mi falsa sonrisa porque has pasado por lo mismo que yo. De cualquier manera, estoy agradecida. No tenías una razón para hacer mi orden especial. Pudiste haberme tratado como a cualquier cliente regular. Sin embargo, te tomaste un segundo más para agregar algo positivo a una vida que ha estado llena de negatividad últimamente.

Verás, mi día consistió en una horrible visita al doctor y una horrible sesión de terapia. Me llenó de desesperanza y mis pensamientos suicidas habían comenzado a ponerse peor. Cuando mi anorexia está mal un café es lo único que puedo beber. Ese día estaba asustada de incluso beber café. Si no me hubieras dado ese vaso, quizás me hubiera hecho más daño a mí misma esa noche. Cuando leo esa palabra no puedo evitar sonreír, literalmente.

Un acto simple de bondad puede significar el mundo para alguien. Puede proveer esperanza al desesperanzado. Ahora planeo mantener esta esperanza. Así que muchas gracias, te agradezco por cambiar mí día.

Bekah ha pasado de un hospital a otro sin obtener resultados, sus necesidades son demasiado grandes y su cobertura médica no le cubre completamente los cuidados que realmente necesita ante un extenso tratamiento. Su familia no puede pagar exorbitantes facturas de gastos médicos para suplir lo que su cobertura no contempla. Es una de las terribles desigualdades en este sentido, que se dan en USA, donde sólo la riqueza puede garantizar la salud y el dinero compra el tiempo que cura. Al parecer sólo los ricos son capaces de sobrevivir y recuperarse de las enfermedades mentales, ya que no son enfermedades que discriminan la situación económica de quienes afectan.

El sitio www.youcaring.com está organizando una colecta para juntar fondos para su tratamiento.

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