Qué tener en cuenta si vas a viajar

Ante viajes prolongados y destinos lejanos, te dejamos algunos tips para que tu viaje sea de «verdadero placer»

Los viajes en avión de largas distancias someten a los pasajeros a diversos factores que pueden afectar su salud. En el caso de quienes tienen enfermedades preexistentes tienen mayor riesgo de verse afectados y deben consultar con su médico de cabecera antes de viajar. Para todos los demás, algunos consejos a tener en cuenta para que el viaje no sea un mal recuerdo:

Presión de aire en la cabina

A medida que el avión gana altitud tras el despegue, la reducción de la presión de aire en la cabina hace que los gases del cuerpo se expandan, de forma similar sucede en el aterrizaje donde los gases se contraen. Los pasajeros experimentan entonces una sensación de “taponamiento” en los oídos. Cuando el avión desciende se puede tener la sensación de que los oídos están bloqueados y producirse dolor. Estos síntomas ocurren en vuelos de cualquier duración, pero hay que tener en cuenta que si se tienen infecciones previas de oídos o sinusitis, y el vuelo es prolongado con escalas, la mayor frecuencia de exposición aumenta el riesgo de complicaciones.

Se recomienda tragar, masticar o bostezar para aliviar las molestias. Si el problema persiste se puede realizar con fuerza una corta respiración manteniendo la nariz y la boca cerradas. Para los bebés lo ideal es darles de comer o ponerles el chupete para estimular la acción de tragar y reducir síntomas. Las personas con infecciones de oído, nariz o con sinusitis deben evitar volar porque pueden tener fuertes dolores y lesiones. Si es imposible evitar el viaje entonces consultar al médico con anticipación y el uso de gotas descongestionantes puede ser de gran ayuda.

Humedad en la cabina y deshidratación

La baja humedad dentro de los aviones puede provocar sequedad de la piel y molestias en ojos, boca y nariz. Se recomienda usar cremas hidratantes para la piel o un spray nasal salino para humedecer las vías nasales. Llevar gafas en lugar de lentes de contacto y no es necesario tomar más agua de lo habitual, pero como la cafeína y el alcohol tienen un efecto diurético es aconsejable evitar su consumo en los vuelos largos.

Mareos

Excepto en caso de turbulencias fuertes, los viajeros raramente sufren mareos. Pero por las dudas se aconseja a viajeros susceptibles pedir un asiento en la sección media de la cabina donde los movimientos son menos pronunciados y tener disponible y de fácil acceso la bolsa para el mareo disponible en los asientos. También se puede consultar al médico para que recomiende una medicación para tomar antes de viajar.

Inmovilidad, problemas circulatorios y Trombosis Venosa Profunda (TVP)

La inmovilidad prolongada, especialmente cuando la persona está sentada, puede provocar un estancamiento de la sangre en las piernas, que a su vez provoca hinchazón, rigidez y molestias. La inmovilidad puede provocar el desarrollo” de un coágulo de sangre en una vena profunda conocido como “Trombosis venosa profunda (TVP) o también llamado “Síndrome de la Clase Turista”. Las investigaciones han demostrado que puede suceder en viajes de larga duración ya sea en auto, tren, autobús o avión.

En la mayoría de los casos los trombos son pequeños y no provocan síntomas. Los trombos más grandes pueden tener síntomas como hinchazón de piernas, sensibilidad en la zona, irritación y dolor.

Para evitarlos se recomienda moverse por la cabina por ejemplo cada 2 o 3 horas, la ubicación del asiento próximo al pasillo favorece la realización de las caminatas. Realizar ejercicios de los músculos de las piernas durante el vuelo, que el equipaje de mano no sea un obstáculo del movimiento de piernas y pies, llevar ropa suelta y cómoda.

Jet lag

El jet lag se da por la alteración del reloj corporal interno cuando se cruzan múltiples zonas horarias. Puede causar indigestión, malestar general, somnolencia durante el día, dificultad para dormir de noche. El jet lag no se puede prevenir pero hay formas de reducir sus efectos: estar tan descansado como sea posible antes de la partida y aprovechar cualquier oportunidad para descansar durante los vuelos. Tomar comidas ligeras, limitar el consumo de alcohol y cafeína. Llegado al destino crear un ambiente propicio para el descanso y dormir la cantidad de tiempo más parecida posible a lo que se duerme normalmente durante las 24 horas posteriores a la llegada.

Vacunas: Prevenir enfermedades

Antes de realizar cualquier viaje no solo es importante tener al día (niños y adultos) el Calendario Oficial de Vacunación, sino también hay que saber cuáles son las vacunas requeridas para el ingreso a los países. Por ejemplo la vacuna de la Fiebre Amarilla suele ser un requisito frecuente. Por otro lado, según el destino, es importante darse las vacunas de Tétanos, Difteria, Sarampión, Hepatitis, Antigripal, Fiebre Tifoidea (India, Centro y Sudamérica, África) y Poliomielitis (India y zonas de África ecuatorial).

Asistir a centros de viajeros o médicos especializados puede ser de una gran ayuda para que nos indiquen qué vacunas aplicarnos según el destino, a su vez chequear siempre en las páginas webs de las embajadas los requisitos no solo de visa sino de vacunas necesarios para entrar al país.
Evitando el contagio de enfermedades y malestares ayudaremos a que nuestro viaje sea mucho mejor.

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Por Verónica De Martini | Fuente: Departamento Médico de ASSIST CARD.