Mitos y verdades sobre el amor

Con el fin de crear sustentos y bases positivas para el romance, la Lic. Patricia Faur escribió un libro titulado «Amores Posibles»

Si existe un sentimiento que trasciende el tiempo y el espacio e iguala a todos los hombres y mujeres desde el nacimiento mismo de la humanidad, es el amor. Sin bien, las pautas y costumbres culturales y sociales se han ido modificando con el correr de los años, la búsqueda y el encuentro del amor en todas sus formas es el eje emocional en la vida de los seres humanos.

En una época en la cuál la educación de las emociones se ha convertido en un nuevo paradigma que estimula a las personas a saber detectar, internalizar y comunicar sus sentimientos, el abordaje de las relaciones amorosas es uno de los ejes centrales para establecer vínculos sanos y saludables.

Con el fin de crear sustentos y bases positivas para el romance, la Lic. Patricia Faur escribió un libro titulado “Amores Posibles” en el cual plantea las frustraciones que desencadena la idealización absoluta del amor y cuál es el verdadero sentido de establecer una relación sana con una pareja ya sea desde sus comienzos hasta su afianzamiento.

“Dice Isabel Allende en su libro Amor que si Romeo y Julieta se hubieran casado, Romeo estaría vendiendo sonetos por las calles de Verona, Julieta estaría gorda y aburrida criando chiquillos y en el célebre balcón habría ropa secándose al sol”, comienza el relato de Amores Posibles y deja abierto el interrogante sobre ¿cuál es en realidad la trascendencia de un mito?¿Cumple sus promesas o a los héroes y las princesas también los abruma el tedio de la cotidianeidad?

La autora plantea que desde la más temprana infancia el amor es transmitido culturalmente a través de mitos idealizantes que construyen un estereotipo falaz e irreal acerca del verdadero sentido y trascendencia de una pareja.

“El cuento de hadas no nos hizo nada bien. En el camino se nos perdió la varita y ya no hubo magia. La carroza se transformó en calabaza y no hubo sapos transformados en príncipes por el efecto de un beso. Nos dijeron que era para toda la vida y ahora nos venimos a enterar que la química del amor dura 6 meses. Y adónde vamos a ir a reclamar por la garantía?”, ironiza la autora, estableciendo los lugares comunes más frecuente en la idealización de las relaciones amorosas.

Otro de los factores que incide en las frustraciones permanentes de hombre y mujeres en la búsqueda y el encuentro del amor es el paradigma del “amor a primera vista”. La Lic. Faur plantea que existe y prevalece todavía la idea sustentada en que el romance es genuino “cuando es instantáneo y se produce como un flechazo” como si dos almas gemelas sólo se reconocieran al verse.

“Ese amor que nos enamora, que nos hace soñar y que nos hace aletear mariposas dura poco. Y ahora sí vamos a agregar: por suerte”, advierte la escritora.

Lejos de considerar al amor adulto como una relación tediosa o rutinaria, la autora plantea que en realidad aquellas falacias establecidas, poseen componentes negativos y con felicidad “a corto plazo”.

“El amor enloquecido nos vuelve locos, el amor exaltado puede llevar a la tragedia, el amor obstinado, no correspondido, sufriente, nos lleva al peor de los dolores. Es el amor del que desea poseer y que cuando cree que posee teme perder. Y con eso no se puede vivir”, define.

La Lic. Faur explica que el amor no es un premio librado al azar, sino que es una construcción y por lo tanto, lleva tiempo y esfuerzo. En el marco de su trabajo terapéutico la autora comenzó a indagar, observar y analizar a aquellos pacientes que lograban sostenibilidad en sus parejas y arribo a una conclusión: “estas parejas tienen verdad, son auténticas”.

“Son parejas donde no hay simulacros ni imposturas. Cada uno muestra al otro quién es , sin temor a ser juzgado, ni criticado, ni invadido, ni sometido ni controlado” sostienes y agrega, “muestran su vulnerabilidad al otro con la confianza de que no serán lastimados. Son flexibles y generosos . Saben decir gracias. Se cuidan, se protegen, se divierten, se escuchan. Otras veces no se escuchan, pero saben decir disculpáme”.

Además el gran denominar de las parejas saludables es la valoración y el respeto por el otro- “Desean el bien y si hacen algo o dicen algo que daña , tratan de reparar. El dolor del otro es un límite que nunca sobrepasan“, establece.

El amor real cuesta e implica esfuerzo pero el saldo es la autenticidad de una relación construida a partir de la elección verdadera de una pareja que estimula al surgimiento o al aprendizaje de emociones más saludables y positivas.

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Por Eugenia Plano