Los beneficios de bañarse en aguas frías

Según los expertos, nadar en aguas frías es realmente positivo: no solo supone que la gente salga de casa y respire aire fresco, sino que el propio baño tiene un impacto positivo en la salud.
Fotografía de Mika en Unsplash

A pesar del shock inicial que sufre el sistema cuando entramos en el agua, las ventajas que proporciona son múltiples: potencia el sistema inmunitario y el metabolismo, contribuye a quemar grasas y, sobre todo, puede tener un efecto positivo en la salud mental.

Aunque en los últimos años se ha disparado la popularidad de las terapias de agua fría, estas se remontan a la Antigua Grecia: el propio Hipócrates se bañaba en agua helada porque le ayudaba a reducir el dolor.

Más recientes son las experiencias de Wim Hof, más conocido como Iceman, un atleta extremo y orador motivacional holandés famoso por su capacidad para aguantar temperaturas heladas. El frío es un componente importante del Método Wim Hof, cuyos seguidores han reseñado diferentes beneficios para la salud, desde mayores niveles de energía hasta un importante alivio de los síntomas de enfermedades autoinmunes.

Salud mental

Saltar de un avión, hacer girar la rueda de la ruleta, practicar sexo… ¿Qué tienen todas estas actividades en común? La generación de dopamina y adrenalina. Bañarse en agua fría tiene los mismos efectos: el extrañamente agradable dolor que se experimenta al meterse en aguas frías es recompensado por un tsunami de endorfinas, segregadas para ayudar al cuerpo a responder al shock y el estrés causados por el impacto del frío.

Se dice que sumergirse en agua fría puede aumentar los niveles de dopamina en un 530 %. Si a ello le sumamos las ventajas de la ecoterapia, no es de extrañar que cada vez haya más gente aficionada a nadar en aguas frías en busca de este chute natural.

Además de este efecto instantáneo, bañarse en aguas frías también tiene beneficios a largo plazo para la salud mental. Múltiples estudios han concluido que ayuda a tratar de forma eficiente algunos casos de depresión; sin ir más lejos, el British Medical Journal ha publicado que bañarse de forma regular en aguas frías es una alternativa viable a los antidepresivos. También se cree que reduce los niveles de ansiedad. Además, superar la resistencia a entrar en aguas heladas contribuye a aumentar la resiliencia mental, lo que, con el tiempo, fomenta la confianza y la autoestima y reduce el estrés.

Salud física

Una de las principales ventajas de bañarse en aguas frías es la mejora de la salud cardiovascular gracias al ejercicio que deben realizar el corazón y los pulmones. El agua fría también mejora la circulación, ya que provoca vasoconstricción: aumenta la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las venas y la sangre fluye con más facilidad hacia el corazón.

Otro beneficio importante para la salud es la mejora del sistema inmunológico, ya que el agua fría ayuda a producir más glóbulos blancos como reacción al cambio de temperatura. Con el tiempo, ello permite que el cuerpo reaccione mejor a la hora de activar las defensas.

La aceleración del metabolismo es otro de los beneficios de bañarse en agua fría. Para no perder temperatura, el corazón debe latir más rápido y el cuerpo debe trabajar más. A su vez, ello ayuda a quemar más calorías. Si a ello le sumamos el ejercicio físico y el trabajo abdominal y cardiovascular que supone nadar en aguas frías, obtenemos un entrenamiento para todo el cuerpo.

Seguridad

Si te estás planteando empezar a nadar en aguas frías, los expertos recomiendan usar calcetines y guantes de neopreno, no pasar demasiado tiempo en el agua y tener ropa de abrigo preparada para cambiarse nada más salir. También resulta útil finalizar la ducha diaria con agua fría, ya que te prepara para aclimatarte al cambio de temperatura. La seguridad en el agua es muy importante, así que infórmate bien y sigue los consejos necesarios antes de iniciar cualquier baño.

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