Imprimieron rabas en 3D que son comestibles y aportan hasta un 5% más de proteína que las de calamar real
Un grupo académico revolucionó la cocina al lograr que rabas veganas, impresas en 3D, contengan más proteína que las de calamar real.
Imprimieron rabas en 3D que son comestibles y aportan hasta un 5% más de proteína que las de calamar real. Esta innovadora hazaña fue posible gracias al trabajo incansable de un equipo académico que, tras dos años de pruebas, consiguió replicar y superar en nutrientes y textura al clásico plato marino. La investigación no solo demuestra el potencial de la impresión tridimensional en la gastronomía, sino que también abre nuevas puertas en la producción de alimentos sostenibles.
Una apuesta científica por reinventar los clásicos del mar
En 2023, investigadores de la Universidad Nacional de Singapur presentaron en la reunión de otoño de la Sociedad Química Americana (ACS) sus primeras rabas veganas impresas en 3D. El proyecto apuntaba a crear alternativas vegetales que no solo imitaran el sabor, sino también la textura y el perfil nutricional de los mariscos reales. Aunque los primeros ensayos fueron prometedores, la textura del producto seguía representando un desafío importante para la aceptación general del público.
Según informó el portal especializado Popular Science, si bien los investigadores lograron capturar el sabor neutro característico del calamar, reconocieron que aún estaban lejos de replicar la experiencia de masticabilidad que define a unas buenas rabas fritas.
La dificultad de replicar la textura del calamar
El principal obstáculo radicaba en imitar la firmeza y elasticidad que desarrolla el calamar al ser cocinado. Como detalló el sitio científico Phys Org, replicar estas propiedades mecánicas en una base vegetal constituía un desafío técnico considerable.
Consciente de la importancia de la textura en la percepción del alimento, el equipo liderado por Poornima Vijayan decidió no detenerse. "La textura es crucial para lograr una experiencia de consumo auténtica", aseguró Vijayan en un comunicado divulgado en EurekAlert!.
Un cambio en la receta que cambió todo
Después de dos años de perfeccionamiento, los científicos publicaron una versión optimizada de su receta en la revista ACS Food Science & Technology. La clave estuvo en ajustar no solo la composición de la mezcla, sino también su procesamiento.
La nueva fórmula se basa en aislado de proteína de poroto mung y microalgas amarillas claras en polvo. Además, se incorporó un 1,5% de goma gellan como agente espesante y un 2% de aceite de canola, mejorando el contenido graso y aportando mayor jugosidad al producto final.
La impresión 3D se llevó a cabo con una impresora de grado alimenticio que depositaba capas finas de esta pasta, logrando un diámetro de entre 4,5 y 4,6 centímetros por anillo, muy parecido al de los calamares reales.
Un detalle fundamental de esta versión mejorada fue la congelación de los anillos crudos durante toda una noche, seguida de una fritura breve tras rebozarlos. Esta técnica logró que la textura final se asemejara aún más a la del producto original.
Tecnología que transforma proteínas vegetales en delicias del mar
La combinación entre impresión tridimensional y alimentos vegetales demostró ser más que viable. Como destacó Poornima Vijayan, "esta investigación muestra el potencial de la impresión 3D para transformar proteínas vegetales sostenibles en análogos de mariscos".
Esta afirmación no solo refleja el éxito técnico, sino también la importancia estratégica de desarrollar fuentes de alimento alternativas que reduzcan el impacto ambiental de la pesca tradicional.
Más proteína que el calamar real
Los resultados de las pruebas de laboratorio fueron contundentes. Los anillos veganos mostraron niveles de dureza, elasticidad y cohesión que se asemejaban estrechamente a los del calamar tradicional. Una de las observaciones más reveladoras fue la aparición de pequeños huecos en la estructura del alimento, responsables de una textura más suave y apetecible.
Rabas impresas en 3D más proteína que el calamar real: esto fue lo que hicieron
En cuanto al aporte nutricional, los anillos impresos superaron al producto animal: alcanzaron un contenido proteico del 19%, frente al 14% encontrado en el calamar real. Este avance representa un paso fundamental hacia alternativas vegetales no solo sostenibles, sino también más nutritivas.
Nuevas fronteras para los alimentos impresos en 3D
El éxito de esta investigación marca un antes y un después en la gastronomía moderna. Como señaló Vijayan, el próximo desafío será comprender cómo recibe el consumidor este tipo de alimentos y ampliar su aplicación en otras recetas.
El trabajo del equipo de la Universidad Nacional de Singapur abre un abanico de posibilidades para el futuro de los alimentos sostenibles, utilizando la impresión 3D como una herramienta clave para enfrentar los retos alimentarios y ecológicos del siglo XXI.