Ciberadicción, cuando la necesidad de estar conectado se convierte en un trastorno

En la Argentina existen unos 10 millones de usuarios de Internet; es decir, una de cada cuatro personas. En el marco de este porcentaje, se estima que al menos un cinco por ciento de los cibernautas padecen la adicción de no poder controlar y evitar el uso excesivo de esta tecnología
En tiempos en los cuáles “estar conectado” es sinónimo de la interacción permanente entre los individuos y las computadoras, celulares y dispositivos móviles, el límite entre lo normal y lo patológico suele ser difuso. Pero ante la presencia e incremento en los últimos diez años de personas que sufren este nuevo trastorno se han establecido una serie de pautas y criterios para determinar su sintomatología y establecer su tratamiento.
 
En la Argentina existen unos 10 millones de usuarios de Internet; es decir, una de cada cuatro personas. En el marco de este porcentaje, se estima que al menos un cinco por ciento de los cibernautas padecen la adicción de no poder controlar y evitar el uso excesivo de esta tecnología.
 
¿Pero cuál es el parámetro que determina la delgada línea entre la cotidianeidad del hombre del siglo XXI que mantiene con la tecnología una relación permanente? ¿Cuál es la forma de determinar el exceso en una realidad que en sus relaciones tanto sociales como laborales incluyen al mundo virtual como una herramienta propia de nuestro tiempo?
 
Los especialistas en la materia coinciden que el denominador común que explica la ciberadicción se fundamenta a partir de la necesidad extrema del paciente de estar permanentemente conectado como el símbolo y el objeto que indicien de manera decisiva sobre el desarrollo de su vida cotidiana.
 
Es decir, al igual que cualquier otro tipo de adicción, este trastorno asociado al uso excesivo de internet o redes sociales se convierte en inhabilitante. Detectar el problema es fundamental para su abordaje y tratamiento.
 
En este sentido, Reconectarse, institución argentina especialista en el diagnóstico y tratamiento de adicciones a internet y otras tecnologías, estableció una serie de pautas sobre las cuáles se reconoce a quien padece una ciberadicción:
  • Hay una pérdida del sentido del tiempo.
  • Predomina un sentimiento de ansiedad cuando se desconecta de la computadora o dispositivos móviles .
  • Síntomas de retraimiento con sentimientos de depresión y/o tensión.
  • Fénomeno de tolerancia: necesidad de estar cada vez conectado más tiempo
Una de las mayores problemáticas que afronta este tipo de trastorno es su naturalización ya que, a diferencia de otro tipo de adicciones, la virtualidad forma parte de la cotidianeidad permanente y hasta puede ser abordado o subestimado como un exceso inofensivo. Pero quien padece esta adicción ve afectados progresivamente sus vínculos con los otros a través del aislamiento e incomunicación tanto es sus relaciones familiares, afectivas y también en su desarrollo educativo o laboral, perjudicando todas las áreas de su vida.
 
Con respecto al tratamiento, en la Argentina diversos profesionales y centros especializados ofrecen abordajes focalizados en este tipo de adicción en los cuáles el principal desafío es brindarle al paciente la posibilidad de lograr un genuino equilibrio entre las diversas herramientas tecnológicas y sus correspondientes usos recreativos, laborales y educativos en su justo límite.
 
El lema es re educar al paciente en la tarea de comprender e internalizar el uso moderado de internet y que comprenda la importancia de armonizar todos los aspectos de su vida y que así confluyan sanamente para su bienestar psicológico y emocional.

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Por Eugenia Plano