Calidez y atención personalizada, las nuevas demandas del consumidor

Volver a las fuentes es tendencia
En pleno siglo XXI, en una era signada por el vértigo y la inmediatez de la innovación tecnológica, los permanentes avances científicos y un estilo de vida global atravesado por rutinas urgentes y demandantes, cada vez más hombres y mujeres deciden volver a las fuentes.

A nivel mundial crece la tendencia de retornar a los hábitos y costumbres en los cuales el espacio y el tiempo combinaban cantidad y calidad, cuando el parámetro para el disfrute se encontraba atravesado por lo cotidiano, por aquellos actos sencillos que hacían la diferencia.

Durantes los años ‘80 y ‘90 el estilo de vida frenético y urgente era la tendencia. Su reflejo pudo observarse en la gastronomía a través del fast food y en el consumo a partir de la construcción de hipermercados y shoppings cuyo parámetro fue la despersonalización de los espacios en pos de unificar pautas y hábitos sociales signados por la urgencia y la rapidez para la atención, la compra y el consumo.

La oferta y la demanda se encontraban atravesadas por los símbolos de la época, la inmediatez y la pro actividad. Pero, hoy el consumidor está cambiando y algunos micro emprendimientos que hace algunos pocos años eran contraculturales, por su propuesta original de brindar tiempo y espacio de calidad a los usuarios, hoy son tendencia.

Un dato que demuestra este cambio de paradigma es una encuesta realizada en la ciudad de Buenos Aires a través de la cual se reveló que el 70% de los porteños prefieren comprar en locales, almacenes y tiendas de indumentaria localizadas en sus entornos. Es decir, hoy lejos de la moda en la cual el self service y los mega emprendimientos comerciales eran la opción elegida por la mayoría, hoy la atención personalizada y la calidez de los locales gastronómicos, indumentaria, mobiliarios y hasta los vinculados a la venta de alimentos se encuentran en pleno auge.

Hoy el consumidor ha cambiado su comportamiento y ha revitalizado el resurgimiento de los comercios tradicionales, ferias artesanales y de productos alimenticios y espacios a cielo abierto.

Uno de los detalles que indica cual fue una de las causas por las cuales los usuarios eligen sus propios barrios para comprar todo tipo de productos está vinculada con la expansión de almacenes y supermercados chinos que incidieron en los hábitos de compra de los porteños

En la actualidad en la ciudad de Buenos Aires, en promedio existe un supermercado chino cada cinco cuadras, y hoy son los principales centros de compra de la Capital Federal.

Otro rubro sobre el cual los consumidores han modificado sus hábitos en los últimos años es el de indumentaria y calzado. Mientras en la década del ´90 los shoppings eran el escenario privilegiado por la clase media argentina para comprar ropa, accesorios o zapatos, hoy dejaron de ser favoritos, excepto para los adolescentes que los utilizan como punto de encuentro.

En la actualidad, los usuarios priorizan comprar en galerías, ferias de indumentaria o locales ubicados en las principales avenidas de la ciudad, como Santa Fé, Cabildo o Córdoba.

Además los outlets resultaron un boom en los últimos 10 años. En los barrios de Palermo y Villa Crespo, los usuarios encontraron la mejor opción para obtener prendas o calzado de calidad a precios de entre un 50 y un 70% menos que en los shoppings y siendo de las mismas marcas.

Precio, calidad, atención personalizada y un escenario cálido y confortable son las variables que el nuevo consumidor prioriza a la hora de comprar.

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Por Eugenia Plano