Agustín Pichot, un campeón solidario

Es un ícono del deporte nacional. Su liderazgo, virtuosismo y contundencia como jugador de Los Pumas lo convirtió en una figura del rugby con trascendencia internacional
  23 de mayo 2013.

Agustín Pichot nació el 22 de agosto de 1974 bajo el seno de una familia cuyo vínculo con el rugby signó a varias generaciones. Ya de muy joven decidió que el deporte era su vocación y su elección como modelo de valores en pos de logar metas, objetivos y sueños a partir de la solidaridad que imprime el trabajo en equipo.

Su talento inconfundible se hizo visible desde sus comienzos en el Club Atlético San Isidro (CASI) y a los 20 años fue seleccionado para formar parte del seleccionado argentino. Corría el año 1994 y en el marco de su debut con Los Pumas en el Seven de Taipei, obtuvo su primer obtuvo el título de campeón y fue condecorado como figura del certamen.

A tan sólo un año de su ingreso al seleccionado nacional, Pichot asumió la conducción del equipo y nuevamente fue distinguido como el jugador más valioso en el Seven disputado en Punta del Este, Uruguay. Luego comenzaría una exitosa trayectoria internacional. En 1997, con 22 años firmó con el Richmond inglés y luego su carrera continuó en Bristol donde fue elegido capitán, convirtiéndose en el primer argentino reconocido con ese honor en el continente europeo. En el año 2000 la Fundación Konex lo eligió como el “Mejor Rugbier de la Década” y en el 2004 fue convocado por el Stade Français, en Francia, ganando dos veces la liga francesa.

El 2007 fue el año en el cual Agustín Pichot se despidió de Los Pumas con toda la gloria. Como capitán obtuvo junto al equipo la medalla de bronce en el Mundial de Francia y con este torneo cerró una trayectoria que incluyó un total de 72 tests matches, 31 de ellos como capitán Esta es su biografía deportiva, pero la historia del emblemático capitán de Los Pumas estaría incompleta sin el relato de su enorme coraje y fuerza de voluntad para ponerse al frente de proyectos solidarios en la Argentina.

• Al frente de la ayuda al prójimo

Agustín Pichot lidera la Fundación Enrique Alberto Pichot, cuyo objetivo es crear, difundir y promover proyectos de desarrollo orientados a organizaciones, comunidades o personas signadas por carencias económicas, sociales y culturales. Es decir, la fundación encuentra su identidad en un abordaje integral en pos de la satisfacción de las necesidades básicas pero fundamentalmente en la promoción de la educación y la cultura del trabajo como los pilares fundamentales para el progreso individual, comunitario y colectivo. El foco está puesto en la prevención, en ayudar a los niños y adultos con apoyo material, educativo, sanitario y emocional para salir delante de situaciones adversas en los aspectos económicos y sociales.

El ex capitán de Los Pumas pone en palabras muy claras, concretas y ejemplificadoras el verdadero ejercicio de la solidaridad: “Imagine que alguien se está ahogando y usted tiene la capacidad de salvarlo. Cuando nos preguntan por qué la Fundación, muchas veces se espera una definición con argumentos sociológicos, pero la respuesta es más simple y contundente: porque hay quienes necesitan ayuda y nosotros podemos brindarla”. Agustín Pichot elige la simplicidad y la fuerza de los hechos por sobre la vanidad de las palabras. “Personalmente creo que cuando se requieren muchos fundamentos se termina burocratizando la solidaridad, se dispersan los esfuerzos y se aplazan las soluciones que no pueden postergarse”, afirma el presidente de la Fundación.

Su mensaje es concreto, las personas no pueden esperar o correr detrás de las palabras, sólo necesitan un puente, una oportunidad y a través de su acción la Fundación estimula y ayuda a las personas al crecimiento y al progreso. Los programas abarcan áreas como trabajo, educación, recreación y ayuda médica. En el área laboral se desarrollan talleres de oficios y actividades económicas con el fin de rescatar como valor la cultura del trabajo. Además de insertar laboralmente a los asistentes a los talleres, también se realizan capacitaciones en la Universidad de Buenos Aires. Con respecto a la formación educativa, la Fundación se hace cargo de todos los costos de 52 niños que asisten al colegio Santa Ana en la localidad de Derqui y además, equipa a la escuela con materiales didácticos, libros y útiles escolares.

Uno de los aspectos más innovadores de la Fundación Enrique Pichot es la tarea que emprende en la educación en valores. Agustín Pichot es quien se pone al frente de esta labor enseñándole a los niños la importancia del deporte como vehículo de cohesión, unión y solidaridad entre pares. El objetivo es reforzar en los más chicos una autoestima individual y comunitaria basada en la ayuda mutua, el trabajo en equipo, el autocontrol y la disciplina.

Agustín Pichot es una persona que ha construido una trayectoria de éxito profesional y personal en torno a estos valores, y por lo tanto los chicos reconocen en su profesor a una persona que dice lo que hace y hace lo que dice. Sin dudas, es un deportista mundialmente reconocido, pero hoy su esfuerzo está en ayudar a miles de niños argentinos a creer en sí mismos y así poder construir un futuro lleno de oportunidades.

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Eugenia Plano | www.vidapositiva.com