Un amor que se fortaleció en medio de la crisis

Cómo es la experiencia de una pareja de jóvenes venezolanos que decidieron dejar su país para radicarse en Argentina.

Por Chaimar Mojica
@chainathy
:: Venezuela ::

Diana Guerrero y Elio Percesepe son dos jóvenes venezolanos con sueños, metas y aspiraciones, que tomaron la decisión de buscar otros horizontes que les permitieran cumplir sus objetivos personales y profesionales. El destino sería Argentina, específicamente su capital, Buenos Aires.

La gran decisión: Probar suerte en Argentina

“Habíamos decido en marzo de 2016, irnos de Venezuela, principalmente por la inseguridad y buscando solvencia económica. No queríamos vivir en un país inseguro” así lo expresó Diana, quien actualmente vive en Buenos Aires junto a Elio.

Propuesta de matrimonio

Era 25 de junio, día en el que cumplían meses de novios, Elio le propuso a Diana que se convirtiera en su esposa, y así asumir el reto no sólo de vivir en pareja, sino de hacerlo solos en otro país. “Queríamos algo sencillo, pero como las familias eran numerosas, hicimos algo humilde, pero con todos nuestros seres queridos".

Lo más duro: dejar tu país y tu familia

“Fue muy doloroso, pero lo superé con el tiempo. El tiempo es la mejor medicina y el mejor compañero”. Diana afirma que estar lejos les ha ayudado a amarse y valorarse más, porque son el apoyo mutuo exclusivamente. “Aquí queremos que llegue pronto la noche para poder estar juntos, y que los fines de semana se hagan largos para compartir y descansar en pareja”.

¿Cómo fueron los inicios en Buenos Aires?

“Al comienzo nos costó conseguir alquiler. Cuando llegamos nos hospedamos en la casa de una amiga de Elio. Ella nos ayudó y fue muy gentil”. Los jóvenes llegaron en invierno, y expresó Diana que luego de eso “llegó la luz”, refiriéndose a la luz del sol como un nuevo amanecer y oportunidad donde todo comenzó a mejorar. Sin embargo dice que sus inicios laborales en Buenos Aires fueron extenuantes y agotadores “Trabajábamos ambos como meseros, aguantábamos el frio del invierno. También fui cajera, en ambos casos por largas jornadas al día, era un trabajo agotador”. Puntualizó que su esposo consiguió empleo formal al mes y medio de llegar a Buenos Aires en una empresa comercial de productos satelitales. Poco tiempo después, Diana consiguió un trabajo administrativo, hasta que finalmente se posicionó en un mejor empleo acorde a su rama laboral, que es la contaduría pública.

“Total que al cabo de unos meses, ya vimos el sol después del invierno en Buenos Aires”.

Diana comenta que a la par de los duros trabajos, gestionaban sus documentos, que tardaron alrededor de dos meses y medio en legalizarse. Además destacó que a la semana de vivir en la casa de la amiga que los recibió, se mudaron a un nuevo apartamento, “todo el dinero que teníamos lo supimos aprovechar y estirar muy bien, porque aquí hay que pagar depósitos y servicios”. No obstante subrayó que con un salario han podido adquirir mensualmente electrodomésticos significativos como una nevera, cosa que en su país no podían hacer “también podemos comer bien en la calle o hacer mercado (las compras) y nos alcanza para muchas cosas el sueldo”.

“Posteriormente nos mudamos a un apartamento sin muebles y lo hemos ido acondicionando”, como comentaba anteriormente es fácil adquirir todo lo referente a línea blanca o marrón.

¿Qué es lo que más extrañan de Venezuela?

“La familia, amigos y a mi perrita” dijo Diana, quien a su vez expresó que dejar a sus padres fue un gran reto, pues era muy unida a su familia, y siempre estaba con ellos compartiendo cotidianamente. Elio por su parte dice también extrañar a su familia, y sobre todo a sus amigos, quienes al igual que ellos decidieron irse a probar suerte a otros países como Estados Unidos, Chile y México, este último es el donde reside el padre de Elio.

Diana y Elio junto a Mafalda, Susanita y Manolito.

¿Qué es lo que mas les costó para adaptarse?

Sin duda el clima -coinciden ambos jóvenes- fue el factor que más les costó asumir, pues no estaban acostumbrados a las cuatro estaciones, que en Buenos Aires si se dan. “Cuando hace frio es muy frio, y cuando hace calor es bastante húmedo” manifestó Diana.

¿Conocieron nuevas personas?

“Nos hemos encontrado con gente buena, donde vivimos la señora es un amor. Dios ha colocado gente extraordinaria en nuestro caminar” expresó agradecida Diana ante la receptividad de los argentinos y demás extranjeros que la han ayudado en su nueva etapa para ambos.

¿Y en cuanto a la comida, qué diferencias encontraron?

“Aquí hacemos nuestra comida andina, nuestros platos llevan muchos carbohidratos, nos ha costado adaptarnos porque aquí comen ligero y no nos llenamos, siempre debemos hacer una comida pesada”. Resaltó, que en Argentina, la comida se basa en mucho verde, como verduras y alimentación más saludable y natural a la que a ellos le ha costado adaptarse, “Aun no cocinamos como los argentinos”, dijo Diana.

¿Un mensaje para quienes desean asumir el reto?

“Fe en Dios y ganas, querer es poder, deben tener un norte visualizado, y aunque tengan poco dinero, deben ser persistentes” finalizó Diana entre lágrimas.

Diana y Elio manifestaron que en algún momento aspiran volver a establecerse en Venezuela, mientras tanto dejan a través de su ejemplo, valores, y profesión el nombre de su país en alto.

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