Nanotecnología: el poder de lo diminuto

La nanotecnología podría impulsar una nueva revolución industrial. Al menos eso cree Roberto Salvarezza, que revela los pequeños secretos de esta ciencia

Infinitesimal. Esta disciplina trabaja a escalas asimilables a comparar el tamaño de una nuez con la superficie del planeta Tierra.

¿Qué es y de qué se ocupa la nanotecnología?

Es una disciplina que se ocupa de la comprensión y el control de la materia en dimensiones de 1 a 100 nanómetros (1 nm = 10-7 cm). En esta escala, la materia presenta propiedades químicas y físicas únicas, que permiten nuevas aplicaciones. Está presente en nuevos materiales y en dispositivos que utiliza la industria: medicina, veterinaria, cosmética, industria electrónica, automotriz, aeronáutica, textil y energía, entre otras.

¿Cuáles son sus futuras aplicaciones?

Es difícil predecir todas las posibles aplicaciones que puede tener la nanotecnología dado que comprende múltiples tecnologías. En la actualidad existen cientos de productos que contienen nanomateriales y nanodispositivos, como los sistemas de eliminación de microorganismos en lavarropas, heladeras, y acondicionadores de aire; en raquetas de tenis, marcos de bicicletas, carrocerías de automóviles, el fuselaje de aviones, protectores solares, cremas cosméticas, medicamentos e indumentaria.

¿Qué hay que estudiar para ser nanotecnólogo?

La nanotecnología involucra a químicos, físicos, biólogos, biotecnólogos e ingenieros, dependiendo del campo de aplicación. Y, en muchos casos, trabajando integrados en un mismo equipo. En mi opinión, la formación transdisciplinar que requiere se debe adquirir durante la formación de posgrado, realizando un doctorado o maestrías en grupos que trabajan en este campo.

¿Qué es lo que más le entusiasma de la nanotecnología? ¿Por qué se dedicó a ella?

Siempre me fascinó el mundo diminuto. Observar por un microscopio fue uno de mis entretenimientos cuando tenía 10 años. En consonancia, a fines de los 80 me especialicé en microscopía de efecto túnel, durante 4 años en el exterior. Este instrumento es uno de los símbolos de la nanotecnología. Su invención permitió la observación de átomos y moléculas en el espacio real y con imágenes tridimensionales. Fue un invento que impactó notablemente en la ciencia de los materiales, la física, la química y luego, con la invención del microscopio de fuerzas atómicas, en la biología.

Roberto Salvarezza es Licenciado en Bioquímica por la Universidad de Buenos Aires y doctor en Bioquímica del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas de la Universidad de la Plata (Inifta), Creó en esa institución el Laboratorio de Nanoscopías, donde se formaron los primeros especialistas en nanociencias de la Argentina.

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Fuente: La Nación