Mar del Plata avanza en un pacto educativo local

El pasado 19 de enero el obispo de la Diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre y el director mundial de Scholas, José María del Corral, anunciaron que en Mar del Plata las clases comenzaban el 1 de febrero con una experiencia de Escuela de vida a partir del surf y del arte, siguiendo la pedagogía que propone el Papa Francisco en el llamado al pacto educativo global.

Más de 40 jóvenes de entre 13 y 16 años de Mar del Plata asistieron a la Escuela que funcionó desde el 1 de febrero todos los días en la playa de Acantilados. Jóvenes de barrios tan diversos como Acantilados, Lobos, San Carlos, San Eduardo del Mar, Los Troncos, Mar del Plata centro, Serena, Santa Rosa y Chapadmalal.

Algunos ya conocían el mar y otros lo disfrutaban por primera vez. Sin embargo todos coincidieron en que fue una experiencia transformadora que llegó en el momento justo. La propuesta además de surf, incluyó actividades de juego, arte y pensamiento: Ver video →

El pasado 31 de marzo, los participantes acompañados por sus padres y los voluntarios recibieron en el Obispado de Mar del Plata diplomas en reconocimiento por su participación.

José María del Corral, director mundial de Scholas y Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, dirigieron unas palabras a los jóvenes, previo a la entrega de los certificados: “[Quiero] felicitarlos, felicitar al equipo de profes que fue acompañando en las distintas áreas en las que fueron trabajando a lo largo de estos días. También al equipo de conducción de Scholas por desembarcar en Mar del Plata, junto con el Obispado y otras instituciones, una perspectiva bien abierta, bien de cultura del encuentro, como nos pide el Papa Francisco, sin tenerle miedo a nadie, sino buscando sumar con todos. Se llevó adelante esto que Dios quiera, como parece, va a crecer, se va a mantener y se va a multiplicar, pero gracias a que ustedes fueron la primera semilla”, compartió Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata.

José María del Corral, director mundial de Scholas, por su parte, agregó: “Cuando algunos decían ´clases sí, clases no´, ustedes arrancaron el 1 de febrero las clases en un aula sin paredes, con piso de arena. Muchos de ustedes se encontraron de barrios tan distintos que no se conocían , llegaron de diferentes maneras, con esfuerzo, a caballo, a pie o transporte. Lo más lindo creo que fue que se encontraron, se miraron a los ojos y empezaron de nuevo a jugar y a soñar: a eso que los adultos nos hemos olvidado. Son ustedes los que van a hacer posible este milagro de que la Argentina descubra que es posible la cultura del encuentro y que con una tabla de surf se puede aprender a vivir”.

Sofi, participante de la experiencia, tomó la palabra y expresó: “Esta escuelita me cambió la vida, como a mí, yo creo que a todos los que asistimos. Me encantaría que siga porque muchos chicos y chicas más tienen que poder vivir y descubrirse como yo y otros chicos lo hicimos”. Paula, voluntaria enseñante de la Escuela de mar y playa, agregó: “Esta escuela empezó y surgió de un sueño que creo que todos teníamos en común y no lo sabíamos [...] Creo que aprendí mucho más que lo que enseñé. Aprendí de mis compañeros de equipo a escuchar la importancia de la palabra, ir al mar y dejarlo todo, y de los chicos más que nada, volví a ser una persona nueva [... ] Les deseo que todos tengan una experiencia así”.

Amalia de Santa Rosa, madre de una de las participantes, compartió emocionada la experiencia de su hija: “Pude notar el cambio en mis hijos, en los chicos que conozco que están yendo todavía, y la verdad me parece una experiencia increíble. Esta escuelita les cambió la cabeza, venían con una sonrisa [...] se los veía distintos. Fue gratificante para mí ver a mi hija, que siempre fue cerrada con todo el mundo, adaptarse a chicos que no conocía. Hoy [... ] tiene más amigos, conoce gente que por ahí en otro momento no hubiese conocido”. Luego con lágrimas en sus ojos agregó: “Lo único que puedo decirles es gracias y ojalá que esto continúe para todos los chicos”.

La “Escuela de mar y playa” durante estas dos semanas fortalecerá al equipo local para arrancar una nueva etapa con más chicos, más barrios y durante todo el invierno.

La experiencia cuenta con el apoyo de la Escuela Universitaria de Teología, la Universidad FASTA, y la Universidad Atlántida Argentina, así como el Municipio de General Pueyrredon; el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA); Mana Seguros Generales, Laboratorios Pharmamerican y del Parque Industrial de Mar del Plata.

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