Las virtudes anticancerígenas del ajo y del romero

Científicos franceses demostraron su eficacia en la prevención de fases precoces de cáncer.

Los extractos de ajo y de romero serían de gran ayuda en la prevención de fases precoces de cáncer, según científicos del Instituto Nacional francés de Investigaciones Agronómicas (INRA), confirmando que el consumo de frutas y verduras en general "disminuye la incidencia de cáncer, en particular la de los cánceres del aparato digestivo".

A raíz de su riqueza en microconstituyentes, las frutas y hortalizas suscitan desde hace años un interés creciente por parte de los nutricionistas, que se interesan en su papel en la prevención de los cánceres, de las enfermedades cardiovasculares y de las enfermedades inflamatorias.

Los estudios realizados acerca de los habitos en materia de alimentación de gran número de personas, fueron confirmados progresivamente por investigaciones científicas sobre los mecanismos biológicos implicados.

En una de las investigaciones en cuestión se demostró que extractos de romero, planta que contiene diversas moléculas del grupo de los polifenoles, impiden el comienzo del proceso de cancerogénesis.

Dichas moléculas actúan estimulando enzimas del organismo capaces de neutralizar la actividad de las substancias cancerígenas. Estas ya no pueden atacar el ADN de las células, el cual es el primer blanco en el proceso canceroso.

Estos trabajos podrían desembocar en la utilización de extracto de romero como antioxidante para los productos alimentarios, en reemplazo de los compuestos sintéticos, señalaron los científicos del INRA.

Por su parte, el ajo, al igual que otras liláceas hortícolas del género Allium, como la cebolla o la escalonia, contiene numerosos componentes sulfatados, entre los cuales el disulfuro de dialilo. Esta substancia tiene propiedades anticancerígenas notables: previene el desarrollo de dos fases precoces de la cancerogénesis, la iniciación y la promoción.

En los dos casos --el ajo y el romero--, se demostraron buenos resultados en la prevención del cáncer del hígado en las ratas, aunque los mecanismos descriptos permiten suponer que tienen un alcance mucho más general, incluyendo los efectos sobre otros tipos de cáncer y la posibilidad de extrapolación al hombre.

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