La historia de Martina, la mujer que transformó su vida y su hogar para cambiarle la vida a niños mexicanos

Martina, se propuso ayudar a niños de padres con VIH que se encuentran atravesados por una situación de extrema vulnerabilidad, ante la ausencia de recursos económicos.

Las historias sencillas son las que realmente impactan y cambian la vida de las personas. En México, una mujer llamada Martina Huerta no apelo a las excusas, ni a los argumentos tan racionales como políticamente correctos para quedarse legitimar su imposibilidad de brindar ayuda a su prójimo.

Martina, trabaja y mucho, como empleada doméstica. No le sobra el dinero, pero todo su esfuerzo le permite brindarle una excelente educación a su hija de 12 años.

Pero, su dignidad tiene tal nivel de grandeza, que no le alcanzó con luchar sólo por su propia familia, su espíritu emprendedor redobló la apuesta.

Martina, se propuso ayudar a niños de padres con VIH que se encuentran atravesados por una situación de extrema vulnerabilidad, ante la ausencia de recursos económicos.

Esta propuesta no tuvo padrinos, empresas o personas que financiaran la posibilidad de instalar un comedor, Martina no bajó los brazos sino que abrió las puertas de su casa y en su propia cocina instaló una gran mesa para que todos los niños pudieran recibir su desayuno diario.

Su fundadora bautizó a su hogar como “La Casita del Juguete” y allí los chicos reciben todos los días una serie de alimentos como huevos, frijoles, leche, pan, avena y aguas saborizadas y en la mayoría de los casos es su única comida diaria.

Para poder sostener económicamente el comedor, Martina sumó más horas de trabajo como empleada doméstica y todo el dinero extra a la manutención de su propia familia es destinada a la alimentación de los niños.

El comedor no recibe ayuda oficial, y es la propia Martina y un grupo de vecinos quienes aportan los alimentos que tienen en sus casas y también juguetes, libros y juegos para que los chicos además de alimentarse tengan y ejerzan su derecho a disfrutar una plena infancia.

El objetivo de esta iniciativa solidaria es optimizar la calidad de los alimentos y además poder obtener a través de donaciones un mejor mobiliario para que los chicos puedan sentirse cada vez más cómodos y confortables. El apoyo que Martina necesita es inmediato, su causa es urgente y no puede esperar.

Los niños que ella recibe día a día la definen como un ángel, y sobre esta definición Martina expresa que su misión en una “bendición” pero que su vez es muy difícil encontrar personas dispuestas a ayudar.

La Casita del Juguete necesita manos solidarias, y ayudar es lo mínimo que las personas pueden hacer por alguien que brinda su propia casa y trabaja muchas horas extras para poder comprar alimentos a los niños.

Para ayudar a Martina se puede comunicar al siguiente número telefónico: 00 52 656 273 7814. Apoyarla, es empezar a cambiar el mundo.

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Por Eugenia Plano