La fiebre de la cima

Con el espíritu del libro «Historias con semilla que pueden cambiar al mundo», de Claudio Penso

Los hombres que desafían una montaña han oído hablar de algo más peligroso que la adversidad de la naturaleza. Se la conoce como la “fiebre de la cima”.

A medida que se acercan a la cumbre, los alpinistas saben que están a punto de alcanzar un objetivo largamente soñado. Deben enfrentarse a su propia ceguera y obstinación. La fiebre de la cima es el impulso irracional que dispara al individuo a alcanzar su meta a cualquier precio, con obsesión, ignorando los riesgos.

Los alpinistas que padecen esta fiebre, dejan de administrar su energía, pueden minimizar el peligro o dejar de ayudar a otros compañeros.

¿Qué puede ser tan importante que impregne todo el ser y lo haga ingresar en trance, desoyendo los peligros de la muerte?

La voz del ego.

Algunos afirman que la auto superación sólo encubre la auto aceptación, producto de una gran auto crítica. El impulso por conseguir “algo” está vinculado con una percepción de carencia, al afirmar que “yo no soy suficiente”, “todavía no estoy bien”.

Victor Frankl, decía: “Mi definición de éxito es una total auto aceptación”.

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Autor: Claudio Penso