La educación superior, motor de cambio social

Las universidades y escuelas de management juegan un papel fundamental en los procesos de cambio y transformación social y es importante que estén muy conectadas con la sociedad.

La sociedad actual afronta retos importantes que determinan la evolución de nuestro planeta en los próximos años. Algunos de los más urgentes son neutralizar el cambio climático para garantizar la sostenibilidad medioambiental y garantizar una vida sana y promover el bienestar de las personas de todas las edades. De hecho, estamos sufriendo los efectos de una pandemia que ha puesto de manifiesto la importancia de tener una sociedad sana.

Otro reto importante es sentar las bases para un crecimiento inclusivo y sostenido para impulsar el progreso, crear puestos de trabajo decentes para todo el mundo y mejorar los estándares de vida. Podría continuar enumerando, uno a uno, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) publicados por Naciones Unidas y que definen muy bien cuáles son los retos más importantes de nuestra sociedad.

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Para poder lograr estos retos es necesario alinear los esfuerzos de los distintos actores que forman parte de nuestra sociedad. Por un lado, las administraciones públicas, que tienen capacidad de diseñar y aplicar políticas que favorecen determinadas actividades y penalizan otras. Además, también disponen de los recursos económicos necesarios para financiar una parte de las actividades relacionadas con estas políticas. Por otro lado, la sociedad civil, formada por personas e instituciones que contribuyen al cambio de consciencia y de hábitos de vida, de consumo, etc. Un buen ejemplo de ello es el movimiento Fridays for Future, encabezado por la activista Greta Thunberg. Por último, las empresas, que se han convertido en un instrumento clave para la transformación social. De hecho, en los últimos años, una corriente cada vez más predominante en el mundo empresarial considera que las empresas deben contribuir a la creación de valor social y medioambiental, más allá de la creación de valor económico para sus accionistas. Un buen ejemplo de esta nueva corriente es el CEO de fondos de inversión BlackRock, considerada como la mayor empresa de gestión de activos del mundo, que en las últimas cartas enviadas al mundo empresarial pide que las compañías contribuyan en la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad del planeta.

El papel de la educación superior

Las universidades y escuelas de management también juegan un papel fundamental en los procesos de cambio y transformación social como el que estamos viviendo. Nelson Mandela decía que “la educación es el arma más poderosa que se puede utilizar para cambiar el mundo”. En este sentido, las instituciones de educación superior tienen un rol clave para el logro de los retos a los que nos enfrentamos. Por este motivo, es importante que estas instituciones estén muy conectadas con la sociedad, para contribuir a cubrir las necesidades de las personas, los profesionales y las empresas. Esta conexión estrecha es vital para que estas instituciones logren uno de sus objetivos principales, que es la creación de valor social. En las instituciones de educación superior, este impacto puede clasificar en las dimensiones siguientes:

  • Impacto educativo. Este es el tipo de impacto más evidente y que se deriva de las actividades de formación desarrolladas por la institución. El estudiantado es el agente de cambio, es decir, las personas que tomarán decisiones a nivel personal y empresarial y que pueden contribuir al logro de los retos que afronta la sociedad. Para maximizar el impacto educativo es importante que los programas de formación estén relacionados con los retos actuales e incluyan materias interdisciplinares como la RSC o la ética, entre otros.
  • Impacto intelectual. Es el impacto generado a través de las actividades de investigación y transferencia de conocimiento que desarrollan las personas que trabajan en universidades y escuelas de management. Este tipo de impacto se incrementa cuando existe una buena conexión entre las líneas de investigación y transferencia y las necesidades o retos actuales de la sociedad. Otro aspecto importante es la creación de los canales de comunicación adecuados porque los resultados de investigación lleguen a profesionales, empresas y a la sociedad en general.
  • Impacto en el desarrollo de las organizaciones. Es el impacto que se genera a través de las actividades que realizan los estudiantes en el transcurso de la formación. Algunos ejemplos de este tipo de impacto son las prácticas, en empresa, los trabajos finales de máster o postgrado enfocados a resolver retos sociales o empresariales, o a crear y desarrollar nuevas empresas. Una vez más, la conexión entre los agentes de interés de las universidades y escuelas de management es clave para incrementar este tipo de impacto.
  • Impacto social. Este impacto está relacionado con las políticas desplegadas para las propias instituciones de educación superior. Es el impacto que generan las políticas de responsabilidad social, sostenibilidad, etc. Un buen ejemplo son los programas de becas dirigidas a personas con pocos recursos y que se integren dentro de las políticas de inclusión social. O las políticas de reciclaje, reducción de consumo de energía, entre otras
  • Impacto económico. Es el impacto generado por la propia actividad de la institución que, como cualquier organización, necesita contratar personal académico y de gestión, realizar compras a proveedores de productos y servicios, realizar inversiones, etc. Los recursos destinados a estas actividades tienen una repercusión favorable en el desarrollo de personas, empresas, etc.

La monitorización del impacto social

La identificación de las dimensiones del impacto es un paso importante para poder diseñar e implementar estrategias y planes de actuación que permiten incrementarlo.

El siguiente paso es el monitoreo y la gestión del impacto. Últimamente, se han realizado diversos estudios que han permitido cuantificar y monetizar el impacto social generado por varias instituciones de educación superior. Estos estudios se han realizado aplicando la metodología del valor social integrado, que incorpora la mayoría de las dimensiones citadas anteriormente.

La UPF-BSM es pionera en el cálculo del valor social en el ámbito de las escuelas de management y concluye que generó casi 40 millones de euros de valor social durante el año 2019

En el caso del estudio del ACUP, los resultados concluyen que las universidades públicas catalanas generaron un valor social de 3.583 millones de euros durante 2017. También la UPF-BSM ha realizado un estudio similar, siendo pionera en el cálculo del valor social en el ámbito de las escuelas de management. El estudio concluye que generó casi 40 millones de euros de valor social durante el año 2019.

Estas iniciativas demuestran que las instituciones de educación superior son conscientes de la importancia que tienen sus actividades en la transformación social para lograr los retos actuales. Y también sirven para poner sobre la mesa la importancia de incorporar la creación de valor social y medioambiental en la estrategia y los cuadros de mando de las organizaciones.

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Por Ramon Bastida-Vialcanet Vicedecano de Investigación y Transferencia de Conocimiento | UPF Barcelona School of Management