Frida Kahlo

Ella es quizá la pintora mexicana más famosa y más rebelde hasta la fecha.

Se llamaba Magdalena Carmen Frieda Kahlo y Calderón (México D.F., 1907-1954) y tuvo una vida tan extraordinaria como sus inquietantes, coloridos y pasionales autorretratos. Ella es quizá la pintora mexicana más famosa y más rebelde hasta la fecha, un emblema para sus conciudadanos, para sus tradiciones y también para el feminismo. Se la clasificó de surrealista e indígena, pero ella rechazó ambos calificativos para afirmar que pintaba lo que conocía mejor: a ella misma.

Así, Frida Kahlo negó que pintara sueños, sino su propia realidad, una realidad dura, mellada por el dolor físico de las consecuencias de un accidente, por el que precisó numerosas intervenciones quirúrgicas. De pequeña, además, había tenido la polio. Su condición la limitó y solía aislarse.

El reposo y, sobre todo, su tormentoso matrimonio con el pintor Diego Rivera la empujaron a pintar, y de sus pinceles surgieron historias de pasión, pérdida, ira y dolor. De sus 140 creaciones, unas 55 son autorretratos llenos de simbolismo. Falleció a los 47 años, y dejó como despedida la siguiente frase: “Espero que la salida sea jubilosa, y espero no regresar”. Genio y figura.

Frases memorables:

Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?

¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: Yo te cielo.

Me pinto a mí misma, porque soy a quien mejor conozco.

En realidad no sé si mis cuadros son surrealistas o no, pero sí sé que representan la expresión más franca de mí misma.

Todo puede tener belleza, aun lo más horrible.

Yo quiero construir. Pero no soy sino una parte insignificante pero importante de un todo del que todavía no tengo conciencia.

Siento que te quise siempre, desde que naciste, y antes, cuando te concibieron. Y a veces siento que me naciste a mí.

La tristeza se retrata en todita mi pintura, pero así es mi condición, ya no tengo compostura.

Cada tic-tac es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es solo saberla vivir. Que cada uno lo resuelva como pueda.

Quisiera darte todo lo que nunca hubieras tenido, y ni así sabrías la maravilla que es poder quererte.

Ahí les dejo mi retrato, pa´ que me tengan presente, todos los días y las noches, que de ustedes yo me ausente.

Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior.

Árbol de la esperanza, mantente firme.

Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando, en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú.

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Por Alex Rovira Celma - http://www.alexrovira.com