El sublime acto de transformar el dolor más grande en amor hacia aquellos que están atravesando lo peor

El Grupo Renacer, de ayuda mutua entre padres que enfrentan la muerte de hijos, nos aporta una visión resignificante de la vida y de la muerte

El primer grupo fue fundado por el matrimonio Berti de la ciudad de Río Cuarto, (Córdoba, Argentina), el 5 de diciembre de 1988. Actualmente la fecha hay grupos en casi toda América Latina, España y Estados Unidos. Los grupos no tienen asistencia médica, religiosa o psicológica, están constituidos por padres que han perdido a sus hijos o todo aquél que sufre la pérdida de un ser querido.

Los padres que han perdido a sus hijos, independientemente de la causa que produjo esa pérdida, sea enfermedad, accidente, suicidio u homicidio, viven una crisis existencial muy severa y la experiencia más próxima a su propia muerte. Las preguntas sobre el sentido de la vida, el significado de la muerte, la existencia de Dios, el amor y tantas otras que en la vida cotidiana parecen cuestiones filosóficas, adquieren una importancia extrema y encontrar una respuesta para ellas se convierte en un largo y difícil camino.

Alicia y Gustavo Berti, fundadores del Grupo Renacer

"Cada respuesta es personal e intransferible y debemos darla nosotros. No somos los que hacemos las preguntas, sino los que debemos dar respuesta a las preguntas que la vida nos hace", afirman los fundadores del grupo. El hombre doliente no es un enfermo. Los grupos de ayuda mutua Renacer, constituidos por padres que han pasado o están pasando por esta dolorosa experiencia tienen como orientación general los principios de la logoterapia de Victor Frankl.

El que tiene un para qué, encuentra cómo

La logoterapia, más que preocuparse por la solución de los conflictos, insiste en buscar un sentido a la vida por el cuál vivir. Bajo la advocación "Sí a la vida a pesar de todo"; los miembros del grupo Renacer afirman que "no importa lo que nosotros esperamos de la vida, lo que importa es lo que la vida espera de nosotros. Somos nosotros los que damos un sentido a nuestro sufrimiento. Cuando la partida de nuestros hijos sirve para hacernos más amorosos y solidarios con los que sufren, para convertirnos en mejores personas , nuestro sufrimiento cobra sentido y también la vida de esos hijos que nos precedieron en el viaje evolutivo".

Viktor Frankl

"La vida nos ha colocado anteojos nuevos para ver y valorar las cosas y las personas. Aprovechar la oportunidad no elimina el dolor, le da significado". Los grupos son gratuitos, no están identificados con ninguna religión, partido político u organización institucional. La consigna para participar en los grupos es "Querer recibir y dar ayuda".

Objetivos de los grupos

  • Buscar el crecimiento espiritual para poder trascender el dolor, encontrándole un sentido a la perdida y un nuevo sentido a nuestras vidas que le imprima la fuerza positiva necesaria para continuar.
  • Rescatar el mensaje de amor que nos dejaron nuestros hijos y devolverlo en la medida que somos capaces.
  • Aprender a comprender y aceptar la muerte como parte de la vida.
  • Reducir el sufrimiento tratando de favorecer la adaptación a la nueva vida, luego de la partida de un ser querido.
  • Como escuela de vida, apoya a los padres en el proceso de hacer el análisis de su existencia, rescatando todo lo bueno e intentando ayudar a cambiar donde deba hacerlo.
  • Ayudar al nuevo doliente, porque lo necesita y lo necesitamos.

¿ Cuál es el primer paso en este largo y difícil camino que los grupos de ayuda mutua ofrecen? ¿ Cómo hacer para sacar a los integrantes de estados de profunda concentración en sí mismo y preocuparse por el otro?

Se debe comenzar por aprender nuevas maneras de comunicación que partan desde lo mejor de cada uno hacia lo mejor del otro, aprender en ese proceso a ver al otro como aquel para quién yo soy el otro. Debemos darnos cuenta que no puede existir grupo de ayuda mutua alguno sin la presencia del otro hermano que sufre — ¿qué clase de grupo sería si yo fuese el único integrante?— Y lo mejor de cada uno es ese amor que aun tenemos, por nuestros hijos, por la vida, por Dios o por uno mismo, puesto que si los corazones estuviesen secos, sin nada de amor, nadie estaría en grupo alguno. Es entonces, a través de ese amor por el hermano que sufre y que está frente a mí, que podemos darnos cuenta que, en homenaje a nuestros hijos, hemos comenzado a reemplazar el sentimiento de dolor y desesperación por un sentimiento de amor.

Por qué Ayuda Mutua y no Autoayuda

En la elección del término ayuda mutua por sobre autoayuda, el grupo ha respetado el concepto frankleano de la felicidad como resultado y no como meta, y considera que la ayuda a uno mismo es el resultado de una tarea adecuadamente cumplida que consiste en la ayuda a un hermano que sufre y en ese proceso de ayudar a otro me ayudo a mi mismo en una tarea de ayuda mutua. Esta vuelta de tuerca existencial que va de “recibir para después dar” (tan frecuente en los “preámbulos” de grupos de autoayuda) hacia el “dar para recibir” de Renacer, es consistente con el postulado cristiano y reafirma la autotrascendencia del ser humano que se reconoce en la siguiente frase de Frankl

"El hombre que se levanta por encima de su dolor, para ayudar a un hermano, trasciende como ser humano", Victor Frankl.


Más información acerca del Grupo Renacer: https://gruporenacer.wordpress.com/

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