«Cuando doy esperando recibir, lo que ocurre es que se atraen situaciones de mayor necesidad»

Consejos de Natalia Barrera, terapeuta holística, especializada en conflictos emocionales, para aprender a "dar" en este 2018.

Es muy sencillo, si no damos no recibimos pero atención porque esta frase puede prestar a confusiones al relacionar dar positivo con recibir positivo, y la ley no funciona de esta manera. Por este motivo una persona puede decepcionarse, frustrarse o enojarse al ver que da y no le vuelve de la misma manera.

El primer paso es: entender la diferencia entre dar desde la necesidad o carencia y dar desde la abundancia. Cuando doy esperando recibir, lo que ocurre es que se atrae situaciones de mayor necesidad, doy porque necesito por ende voy a necesitar cada vez más (esa es la compensación que recibo en base a desde donde estoy dando). Nuestra intención, nuestras emociones son las que atraen las situaciones, es por esa razón que dar desde la abundancia hace que lo que doy me regrese multiplicado.

Para recibir positivamente y sin desinterés, la persona tiene dar de forma altruista y sin interés. Aquello que falta es aquello que no se da, o simplemente que la persona no percibe. Ese sentimiento de vacío puede venir provocado por dos cosas: Que esa no esté dando, o que esté mal dando, es decir, dar en negativo, con exigencias, o bien esperar recibir algo concreto a cambio de lo que no sé da.

En algunos casos sucede que la persona no percibe que eso que le falta en realidad no le falta, lo tiene, pero quizá no de la forma en que lo espera. Es por este motivo que la vida es equilibrio. Dar es fundamental para recibir, pero saber recibir es tan fundamental como saber dar. Si sólo das y no recibes, estás en desequilibrio. Si sólo recibes y no das, estás en desequilibrio.

El Segundo paso es dejar el ego de lugar y entender que doy por el placer de dar. En este caso la persona da sin expectativas, esa expectativa que nace del ego, de siempre estar esperando un beneficio propio y superior. El ego es el que divide, el que compara, por este motivo una persona que piensa en lo que le falta, se compara con los demás o se queja de lo que no tiene entra en la dualidad, es decir, se siente separada de lo que quiere produciendo más necesidad de eso que le falta.

Entonces debemos comprender que nuestro mundo exterior es un reflejo de nuestro mundo interior, el sentir que “no recibo algo del exterior”, es un reflejo de una carencia interior, es decir, yo me estoy ocasionando inconscientemente esa falta. Comenzar a dar desde otro lado que no sea la necesidad es lo más importante para tener una vida más plena.

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Por Natalia Barrera