Cinco cosas que nadie nos dice sobre la salud
En este artículo hablamos de cinco cosas que debemos tener en cuenta para seguir el camino correcto.
La salud física y mental van de la mano, y encontrar el equilibrio correcto entre ambas es lo que conduce a una vida realmente feliz. Lo cierto es que nadie está siempre perfecto, lo cual debería animarnos a ser amables con nosotros mismos cuando las cosas no nos salen como querríamos.
Es probable que muchas de las personas con las que nos cruzamos a diario se sientan igual que nosotros o se hayan sentido así en algún momento reciente. Ello debería servirnos como fuente de inspiración para intentar llevar la vida que queremos.
Despertarse cada día a la misma hora
El cuerpo humano funciona como un reloj; por ello, recorrer grandes distancias, permanecer despierto hasta tarde y padecer jet lag nos agota enormemente. Si queremos aprovechar al máximo la vida, es muy importante levantarse siempre a la misma hora. Al principio puede parecernos una tarea tediosa que nos obliga a salir de la cama sin un motivo aparente, pero en un par de semanas empezaremos a notar que nuestro cuerpo empieza a funcionar como una máquina bien engrasada.
Descansar de pantallas y notificaciones
Si no estamos hechos para recibir estímulos continuos e información nueva día y noche, ¿por qué nos prestamos a ello? La respuesta es sencilla: resulta tan adictivo y tenemos tanto miedo a perdernos algo que a menudo olvidamos que necesitamos descansar y relajarnos.
Poner el celular en silencio y dejarlo en otra habitación es una buena manera de romper el círculo que nos mantiene siempre activos. Al principio nos aburriremos y sentiremos que nos falta algo, lo cual no hace más que demostrar el poco descanso que le damos al cerebro. Si logramos mantener esta rutina, pronto notaremos que los niveles de estrés se reducen cuanto más nos alejemos del mundo digital.
Evitar comportamientos obsesivos
Podemos pensar que centrarnos en una tarea y pensar en ella cuando nadie más lo hace nos ayudará a mejorar, y en cierto modo es cierto. Ahora bien, ¿realmente queremos destacar en algo a costa de arrinconar todo lo demás? ¿Sabemos diferenciar entre hacer algo útil y obsesionarnos con algo que puede acabar resultando perjudicial para nuestra salud? La verdad es que encontrar el equilibrio es realmente difícil.
El trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad y la fatiga crónica aparecen cuando nos centramos en algo de forma obsesiva. Puede tratarse de algo tan aparentemente inofensivo como consultar el correo electrónico del trabajo durante el fin de semana, comprobar el saldo bancario o incluso realizar una última apuesta en línea antes de ir a dormir. La clave consiste en saber usar las herramientas que tenemos a nuestra disposición para ayudarnos a romper con los hábitos que empiezan a dictar el devenir de nuestra vida.
Socializar sin excesos, clave para una vida sana
Salir con amigos y mantener relaciones sociales positivas es una fuente de bienestar emocional, pero no siempre las actividades sociales implican hábitos saludables. El exceso de alcohol, dormir poco y comer alimentos poco nutritivos suelen formar parte de estos encuentros. Lo importante no es evitar las reuniones, sino modificar nuestras rutinas para que estos encuentros sean compatibles con una buena salud física. Actividades como pasear al aire libre, practicar deportes moderados o simplemente compartir conversaciones relajadas pueden liberar endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que favorecen un mejor descanso y nos ayudan a despertar renovados.
Comer adecuadamente para fortalecer el sistema inmunológico
Una dieta equilibrada es fundamental para mantenernos sanos, pero muchas veces ignoramos el impacto real de nuestra alimentación en nuestro sistema inmunológico. La mayoría de las personas cree que, si no hay síntomas visibles, no existe problema con lo que comen. Sin embargo, las intolerancias alimentarias leves o una dieta pobre en nutrientes esenciales pueden causar síntomas poco evidentes pero continuos, como fatiga, hinchazón abdominal y resfriados frecuentes. Incorporar alimentos naturales, ricos en vitaminas y minerales, no solo previene enfermedades comunes, sino que también mejora nuestra energía y vitalidad. Este cambio sencillo en nuestra dieta podría ser uno de los factores más importantes para proteger nuestra salud a largo plazo.
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