Vivir de prestado

Una nueva tendencia que llega desde Europa y que busca reducir el efecto del consumo a través del préstamo y el alquiler.

Por Valentina Santini
Argentina
Twitter: @ValSantini11

En la era de la posmodernidad el consumismo ocupa un lugar central en la economía, las empresas lanzan productos al mercado que son previamente estudiados con el fin de satisfacer las necesidades, muchas veces inexistentes, de los usuarios. Es aquí donde aparece el término mencionado anteriormente, definido por la Real Academia Española como una "tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios".

Muchos jóvenes han tomado conciencia de este compartimiento y han desarrollado algunas aplicaciones para reducir el efecto del mismo y a la vez contribuir con el medio ambiente.

Esta nueva tendencia implica pedir prestado para evitar la compra, ya sea en ropa, muebles, autos e incluso viviendas.

Este movimiento es mayormente promovido por aplicaciones en las cuales se prestan o se alquilan, por ejemplo; prendas de ropa para utilizar en determinadas ocasiones, como puede ser un vestido o un traje para una fiesta. También se encuentran a disposición en otras plataformas, elementos específicos para actividades como irse de campamento o ser DJ, contando además con el beneficio de que los precios de "alquiler" son más accesibles, sobre todo en este tipo de elementos que suelen ser muy costosos para comprar.

Esta tendencia no solo brinda productos, sino servicios, como por ejemplo el servicio de traslado, en donde el usuario de un vehículo reserva durante una cantidad determinada de tiempo, con todas las normas de seguridad necesarias, para cierta cantidad de personas que deseen realizar un viaje, sin necesidad de comprar un auto. Lo mismo sucede con las casas y con los apartamentos, con la aplicación Airbnb, en la cual los propietarios ponen a disposición sus inmuebles, evitando que sea necesario pagar un hotel por un monto más elevado. La empresa Ikea forma parte de esta idea sustentable, ya que brinda en Escocia la posibilidad de "reciclar" los muebles. La gente puede devolver los muebles que ya no usan y la empresa se encarga de recuperarlos para ser vendidos nuevamente.

La novedad del préstamo o el alquiler de productos trae consigo muchos beneficios. Por un lado, es una actividad sustentable, ya que la fabricación de nuevos productos es menor, reduciendo la utilización de materias primas y la contaminación ambiental, bajando a su vez la cantidad de desechos industriales. La accesibilidad financiera es también un motivo para sumarse a este movimiento, porque ya no es necesario comprometerse con eternos pagos para obtener bienes como un auto o una casa, cuyo monto final muchas veces resulta imposible de pagar al contado. En este sentido, el alquiler permite mayor libertad con respecto al dinero.

La idea de compartir acarrea el concepto de comunidad, esto se da porque, para que el intercambio sea posible, es necesario elaborar una red que habilite la actividad, y esta red tiene que estar formada por personas que se encarguen de cuidar y devolver los productos prestados o alquilados, para que puedan ser utilizados nuevamente por otros "locadores".

Esta nueva tendencia está ligada no solo al minimalismo, sino también al cuidado del medioambiente. Los jóvenes que la impulsan -inspirados por el liderazgo de Greta Thunberg- ven en esta "movida" una sinonía con sus ideales de cambio.

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