Ganar un millón de dólares en un año es un objetivo sumamente ambicioso que requerirá una combinación de estrategia, esfuerzo, creatividad, y, en muchos casos, una disposición para asumir riesgos significativos.
La regla básica es dividir los ingresos después de impuestos y asignarlos para gastar: 50% en necesidades, 30% en deseos y destinar el 20% a ahorros.