Las tortugas madrazas

Con el espíritu del libro «Historias con semilla», de Claudio Penso

Los ciclos reproductivos de las tortugas marinas son circadianos, se repiten en forma secuencial. Sin embargo pueden cambiarlos por problemas ambientales o escasez en la alimentación. Esta irregularidad se presenta en los individuos muy jóvenes o muy viejos. Los primeros, porque no tienen nada que desaprender y los más maduros, porque cuentan con varias posturas de experiencia. El número total de huevos desovados por temporada va aumentando con la edad de los animales, también se incrementa la fertilidad. El momento del desove está influenciado por las fases de la luna, las mareas, la temperatura y el viento.

¿Cómo se encuentran en el inmenso océano las tortugas de la misma especie? A través del olfato. Liberan feromonas que les permiten detectarse, atraerse y construir su misión de apareamiento.

Las hembras tienen un olfato más sensible y desde que salen del mar hasta que eligen el sitio más apropiado para anidar, hincan el pico en la arena como un radar inteligente.

En las playas de La Florida, cada año, llegan las tortugas para las posturas. Lo hacen en la noche, a sólo metros del asfalto, entre las sillas de las playas y a pocos metros de enormes edificios, con las luces, la vibración de los autos y la depredación estruendosa del hombre. Están impulsadas por el instinto de supervivencia, sortean todos los obstáculos y realizan su propósito: Ser madres y regresar al mar hasta la próxima postura.

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Fuente: Claudio Penso Consultores.