Homeopatía, una alternativa a la medicina tradicional

El sistema que data de 1800, se convirtió en un método muy elegido para la sanación de enfermedades y condiciones. En qué consiste esta medicina basada en la ley de semejantes.

Por Barbi Alloatti
@barbialloatti
:: Argentina ::

Basado en la idea de que lo similar cura a lo similar, Samuel Hahnemann desarrolló en 1796 lo que sería la primer prueba de medicina homeopática, al ingerir la corteza de la quina (árbol originario de Sudamérica, comúnmente utilizado para curar la malaria).

Comprobó, luego de experimentar fiebre, escalofríos y otros síntomas asociados a esta enfermedad, que todos los medicamentos efectivos en personas enfermas, producen los mismos síntomas en individuos que se encuentran sanos.

Aunque hay algunas primeras pruebas de tratamientos homeopáticos que se remontan al 400 a.C., fue Hahnemann quien acuñó el término como lo conocemos hoy, que fue publicado por primera vez en 1807.

La homeopatía es, entonces, un método terapéutico alternativo fundado en aquella ley de los similares o semejantes que ya era aplicada con Hahnemann a principios del siglo XIX. Los medicamentos de este tipo, comúnmente rechazados por gran parte de la medicina tradicional, son elaborados mediante un proceso de dilución en agua o alcohol.

La sustancia original que produce los síntomas de la enfermedad, es reducida a una cantidad infinitesimal. Para elaborar estos remedios se suelen utilizar productos de origen animal, vegetal o químicos, ya sean minerales u orgánicos.

El primer paso para el desarrollo del medicamento homeopático es la dilución: se desconcentra progresivamente la sustancia interactuándola con agua o alcohol, y se repite el proceso hasta que la sustancia no sea tan perceptible.

El segundo paso es la dinamización que, como refiere el término, es la acción de hacer dinámica la sustancia, agitando y mezclando repetidas veces la dilución.

Pero la elaboración química de estos productos no queda atada a una regla genérica adaptable a todos los individuos por igual. Expertos en esta técnica afirman que para desarrollar un remedio de este estilo es necesario conocer no sólo los síntomas propios de la enfermedad a tratar, sino también tener en cuenta los síntomas particulares que presenta el enfermo ante una misma patología.

Es por eso que en primera instancia se debe tener en cuenta la creación de una historia clínica detallada del paciente y realizar las pruebas necesarias para un correcto diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Del griego heme = igual y patía = dolencia, esta medicina alternativa se basa en un paradigma que la diferencia en la esencia de la medicina convencional. Para la medicina clásica, la enfermedad viene antes que el enfermo, por lo que el tratamiento se enfoca en los síntomas particulares del paciente y no se centra en él como una totalidad.

En cambio, para la homeopatía, la enfermedad siempre posee características individuales (la misma gripe de una persona no es igual a la de otra). Además, la enfermedad en la persona representa una desarmonía global en su cuerpo que debe ser considerada como tal. Es por eso que muchas veces aspectos emocionales o mentales pueden traducirse en enfermedades que no surgieron por una deficiencia física.

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