Evidencia científica destierra los mitos sobre el agua

Las falacias alimenticias son creadas a partir de la cultura popular en torno a suposiciones que al propagarse de boca en boca se vuelven masivas y su fuerza es tal que adquieren carácter de verdad y realidad
"Hay que tomar agua sólo cuando se tiene sed"; "Tomar agua durante las comidas dificulta la digestión y engorda", "Para cuidar el corazón hay que tomar agua baja en sodio" y "Cualquier bebida hidrata por igual, por lo tanto, no es necesario tomar agua". Cada una de estas frases además de tener al agua como protagonista tienen como denominador común su carácter de mito.
 
Las falacias alimenticias son creadas a partir de la cultura popular en torno a suposiciones que al propagarse de boca en boca se vuelven masivas y su fuerza es tal que adquieren carácter de verdad y realidad.
 
Por lo tanto, la ciencia es la responsable de desmisitificar cada uno de estos supuestos a través de investigaciones científicas que comprueban la falsedad del mito. En la Argentina los doctores Ricardo Iglesias (Médico Cardiólogo y Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología), Esteban Carmuega (Médico Pediatra y Director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil), César Casávola (Médico Especialista en Nutrición y Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición) y el Lic. Luciano Spena (Director de la Lic. en Nutrición de la Universidad de Morón) fueron los autores de una investigación que desterró las principales equivocaciones con respecto a los perjuicios que tendría el agua para la salud.
 
Con el fin de detectar y conocer los principales mitos argentinos respecto a la ingesta de líquidos en la población, los profesionales solicitaron la realización de un trabajo de campo, a cargo de la empresa TNS. Así, se realizaron 1014 entrevistas en todo el país a hombres y mujeres mayores de 18 años.
 
El mito que mayor fuerza ejerce en la cultura popular es el que reza: “Para cuidar el corazón, hay que tomar agua baja en sodio “. Esta creencia fue sostenida por el 77% de la población y es absolutamente falsa.
 
“Realmente esta creencia no se enmarca en ninguna evidencia científica. La Organización Mundial de la Salud indica que el agua no contribuye significativamente en la ingesta total diaria de sodio, excepto en aquellas personas que requieran dietas muy restringida para este mineral “, sostuvo en el marco de la investigación el Dr. Iglesias.
 
Además agregó que el agua no contribuye significativamente a la ingesta total diaria de sodio y por lo tanto la sal del agua no aumenta la presión. "Para reducir significativamente el sodio en la dieta es preciso concentrarse en la sal agregada a las comidas y en productos tales como pan de panadería, fiambres y chacinados, carnes frescas y quesos; definitivamente, no en el sodio contenido en las aguas", concluyó el profesional.
 
Otro mito que es considerado como válido por el 70% de la población es el que indica que “Cualquier bebida hidrata por igual, y por lo tanto no es necesario tomar agua” Esta suposición también es falsa. En este sentido, el Lic. Spena destacó que este mito tiene una correlación directa con los malos hábitos alimenticios nacionales. “Un estudio que describió el perfil de ingesta de líquidos de la población argentina demostró que el 50% de los líquidos ingeridos correspondía a bebidas e infusiones azucaradas, mientras que los hidratos de carbono simples representaron el 9-15% del valor calórico diario, superando en la mayoría de los casos la recomendación de la Organización Mundial de la Salud”, destacó.
 
Por lo tanto, el autor advirtió la importancia de la adquisición de hábitos de hidratación saludables durante la primera infancia, siendo etapa en la que se fijan los hábitos alimentarios. “Es por ello que la educación alimentaria nutricional a padres y a niños es un factor clave a desarrollar en el país”, afirmó.
 
Otro de los mitos cuya refutación fue comprobada científicamente fue el que sostiene que “tomar agua durante las comidas dificulta la digestión”. El Dr. César Casávola explicó que “beber agua durante las comidas no dificulta los procesos digestivos; su evacuación gástrica es rápida y tampoco posee ninguna interacción que dificulte la absorción de un macro o micronutrientes“.
 
El agua sólo contiene beneficios para salud humana y es una bebida esencial para la incorporación de buenos hábitos alimenticios desde la primera infancia. Para conocer más acerca de todas las evidencias científicas que destierran los mitos sobre el agua, la investigación completa se encuentra en http://www.mitosdelagua.com.ar./

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Por Eugenia Plano