Cómo promover las habilidades sociales en niños y adolescentes confinados

Los efectos psicológicos de la tecnología digital en los niños y adolescentes que pasan mucho tiempo aislados en casa y mirando las pantallas, afectan a sus habilidades sociales, su autoestima y pueden volverse más solitarios. Afortunadamente, hay maneras de reducir esos riesgos.
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Con la pandemia de COVID-19 empeorando, el regreso a la escuela presencial aún no es seguro o viable. El objetivo por ahora es continuar con el aprendizaje remoto a medida que avanza el año escolar.

Consejos para reducir los riesgos de los niños y adolescentes en confinamiento

1. Prestar atención a otras personas

Una habilidad social importante es la capacidad de prestar atención a otra persona mientras interactúa con ella. Un estudio a largo plazo de más de 300 adolescentes descubrió que aquellos con más tiempo frente a la pantalla también eran los más propensos a centrarse en sus propias necesidades, en lugar de las de las otras personas con las que interactuaban. Otra investigación indica que este comportamiento egocéntrico tiende a generar más problemas sociales con los amigos.

La buena noticia es que las actividades cotidianas, aparte de la tecnología, pueden ayudar a los niños a concentrarse en general y prestar atención a otras personas. Por ejemplo, cuando las familias hacen actividades juntas, como cocinar y cultivar un huerto, o tienen un horario designado para que todos lean al mismo tiempo, puede ayudar a los niños a mantener la habilidad social de prestar atención a los demás. Tanto los adultos como los niños involucrados en este tipo de actividades se sentirán mejor con sus relaciones.

A los niños les resulta más fácil concentrarse en sus amigos cuando juegan juntos en persona, algo que es más difícil de hacer mientras se distancia socialmente. Y cuando los niños juegan al aire libre, o incluso simplemente pasan tiempo al aire libre, se vuelven más capaces de prestar atención a sus amigos y, más tarde, centrarse en el trabajo escolar. Además, el yoga y otros ejercicios de relajación, como los ejercicios de respiración, pueden ayudar a los niños a practicar la concentración en general.

2. Fomentar la conversación

Las interacciones en la escuela ayudan a los niños a aprender a leer expresiones faciales y lenguaje corporal en sus conversaciones, así cómo cambiar o iniciar temas de conversación. Tener estos encuentros informales regularmente es una forma en que los niños aprenden a conocer y saludar a las personas. Si bien no hay un sustituto perfecto en línea, hay pasos que los padres y otros tutores pueden tomar para ayudar a preservar las habilidades sociales de un niño.

Algunas actividades en línea pueden ayudar a los niños a practicar la percepción de las emociones de los demás al mirar sus caras. Un ejemplo es la Prueba de los ojos en la mente, en la que las personas miran una imagen de los ojos de alguien y adivinan la emoción que esa persona está experimentando.

El tiempo en familia puede contribuir potencialmente a desarrollar las habilidades sociales y de conversación. Planee cenar juntos, sin la distracción de ninguna pantalla o teléfono, porque los niños que cenan con sus familias tienden a establecer relaciones más fuertes con sus compañeros, marcadas por menos peleas e intimidaciones.

También es útil escribir cartas a mano, en lugar de depender de dispositivos electrónicos para la comunicación escrita. Los padres pueden alentar a los niños a encontrar nuevos amigos en lugares lejanos a través del "correo postal", aprovechando un sitio web de amigos por correspondencia. Intercambiar cartas con un extraño desarrolla habilidades de conversación, ya que escribir una carta para conocer a alguien implica hacer preguntas sobre actividades y comidas favoritas por ejemplo.

3. Mantener amistades

Los padres de niños que van a su casa pueden necesitar encontrar maneras creativas para mantener las amistades escolares. Las aplicaciones como Skype, Zoom y FaceTime pueden ser útiles, pero los niños, como los adultos, pueden cansarse de ellas. Afortunadamente, hay alternativas.

Recuerde a sus hijos la diferencia entre mensajes breves o publicaciones y comunicaciones más largas. Los niños generalmente ven las diferencias entre interacciones breves pero divertidas versus sentir una conexión profunda con un buen amigo. Anime a los niños a escribir mensajes más largos, pero menos frecuentes, a sus amigos porque puede ayudar a mantener esas relaciones sólidas.

A pesar de tener que distanciarse socialmente, no olvide que los niños de todas las edades también pueden conectarse con otros al aire libre, lo que es más seguro que estar juntos en el interior. Organice visitas al aire libre que mantengan a los niños y adolescentes y sus amigos a seis pies o dos metros de distancia entre sí y asegúrese de que todos usen máscaras. Considere jugar croquet u otros juegos que puedan funcionar con estas circunstancias o simplemente hacer que pasen por aspersores. Incluso un pequeño grupo de amigos pasando el rato en distanciamiento social puede preservar las amistades.

Por último, pero no menos importante, aliente a los maestros a dividir las clases en pequeños grupos mientras aprenden en línea. Los niños aún pueden aprender a estudiar juntos, practicar habilidades juntos, hablar y socializar mientras aprenden fuera del aula.

Por Elizabeth Englander, Profesora de Psicología, y Directora del Centro de Reducción de Agresión de Massachusetts (MARC), Universidad Estatal de Bridgewater.
Fuente: The Conversation

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