Los 10 bares imperdibles del continente europeo
Son el escenarios del encuentro por excelencia. Protagonistas de las primeras citas, la reunión con amigos entrañables o para tomar un respiro de la vida diaria. Los cafés signan nuestras biografías. Europa posee los bares más legendarios y hermosos del mundo.
Muchos de ellos tienen una historia en sí mismos. Los invitamos a conocer los cafés imperdibles del viejo continente:
Caffè Florian (Piazza San Marco, Venecia)
Es uno de los bares más elegantes del viejo continente. Su historia comienza el 29 de diciembre de 1729 cuando Floriano Francesconi inaugura el Caffé Florian en la legendaria plaza San Marcos. Los mayores referentes de la cultura mundial han animado sus mesas. Además, fue el escenario de exposición y discusión de ideas y teorías que han signado la intelectualidad. Una de las curiosidades del lugar fue que contó con la presencia de Carlo Goldoni, Goethe y Casanova, que el Caffè Florian era el único que permitía la entrada a mujeres. Más tarde, Lord Byron, Marcel Proust y Charles Dickens fueron visitantes frecuentes.
Café de la Paix (París)
Es parada obligatoria si visita la “Ciudad de la luz”. Inaugurado al mismo tiempo que la Ópera de París, fue construido por uno de las arquitectos que crearon los edificios más hermosos en la historia de la humanidad, Charles Garnier. Es el café en el cuál sean compuesto, escrito o ideado algunas de las obras artísticas que han signado la historia del arte. El compositor Giuseppe Verdi compuso allí algunas de sus más célebres óperas. Mito e historia de París, el Café de la Paix fue el refugio de Jules Massenet, Émile Zola, Guy de Maupassant, Oson Welles, Yves Montand, el rey Alfonso XIII y el Príncipe de Gales, entre otros. Además, los hermanos Lumière organizaban exhibiciones de cine en el lugar. Si desea conocer el alma de París, este es uno de los lugares imperdibles.
Ye Olde Cheshire Cheese (Londres)
Es uno de los bares más antiguos de Europa. Se construyó en 1667 tras el Gran Incendio de Londres y reemplazó a un edificio aún más antiguo que data del siglo XIII y por entonces era un monasterio. El turista notará inmediatamente la historia del pub, cuando al ingresar lee la una lista de todos los monarcas reinantes desde su inauguración. Charles Dickens era un amante del lugar. Cuando el escritor trabajaba como periodista en el periódico Fleet Street se reunía allí con el autor Ben Jonson. Amantes de la historia, la literatura o aquellos que deseen disfrutar el espíritu londinense de ayer y de hoy deben tomarse una cerveza al abrigo del fuego en el Ye Olde Cheshire Cheese.
Hotel Adlon (Berlín)
Cuna de cineastas como Charles Chaplin y Ernest Lubitch, el Hotel Adlon fue inaugurado el 23 de octubre de 1907. Se encuentra situado frente a la Puerta de Brandenburgo y fue uno de los pocos edificios que sobreviven al bombardeo aliado de 1945. El lugar sufrió una dura reconstrucción, y finalmente el 13 de agosto de 1961 se levanta el Muro de Berlín y el hotel queda en el lado Este de la ciudad. Su prestigio cultural e internacional es utilizado por dirigentes del Pacto de Varsovia para realizar en él reuniones políticas. A partir de la caída del Muro en 1989, el Hotel Adlon recupera su status como uno de los sitios más prestigiosos e icónicos de Berlín.
L´Alban Chambon - Hotel Metropole (Bruselas)
Es considerado como uno de los hoteles elegidos por las personalidades mundiales más relevantes. Fue uno de los cafés elegidos por John F. Kennedy y el mismísimo Albert Einstein presentó en 1911, en el congreso de Física celebrado en el "L'Alban Chambon una conferencia sobre relatividad ante científicos invitados como Marie Curie o Rutherford. Diez años después obtenía el Premio Nobel. Elegante, distinguido y especial L´Alban Chambon es protagonista entre los bares que hay que conocer en la vida.
Caffè Greco (Roma)
Es el café más antiguo de la ciudad y el segundo más antiguo de Italia, tras el Caffè Florian. Franz Liszt, Goethe, Stendhal, Keats, Bertel Thorvaldsen, Lord Byron, Henrik Ibsen, Hans Christian Andersen, Richard Wagner, Felix Mendelssohn u Orson Welles encontraron en el Caffé Greco un segundo hogar. Fue creado por un emigrante griego en 1760 y durante los siglos XVIII y XIX fue el favorito de los artistas extranjeros que viven y trabajan en La Ciudad Eterna. Es célebre por los espejos que recubren sus paredes, que fueron testigos de las tertulias de Búfalo Bill y las discusiones literarias protagonizadas por John Keats o Goethe. En sus veladores de mármol, músicos como Listz, Bizet o Wagner compusieron algunas de sus más destacadas obras. Imposible no pasar por el Caffé Greco si su destino es Roma.
Café Gijón (Madrid)
Nació en 1888 de la mano de un asturiano llamado Gumersindo Gómez, y luego en 1916 fue traspasado a Benigno López con la condición de que jamás cambiara de nombre. Y así ocurrió hasta el día de hoy el Café Gijón es huella digital de la ciudad. Se destaca por su identidad literaria creada por la presencia de algunos de los escritores más importantes de la literatura como Alfonso Paso, Buero Vallejo, Camilo José Cela, Antonio Gala, Jardiel Porcela o Gerardo Diego. Hoy es considerado como el último superviviente de los cafés literarios de una larga tradición madrileña. La cultura se respira en las mesas del Café Gijón.
Café de Flore (París)
Inaugurado en 1887, en plena época de la Tercera República. Signado por la historia de Francia, durante la Primera Guerra Mundial, Guillaume Apollinaire recibía allí a sus amigos, entre ellos Max Jacob, Louis Aragon y André Breton,. En los años 30, el poeta Jacques Prévert y sus amigos del "Grupo Octubre", se reunían en el Café de Flore, al igual que Léon-Paul Fargue, Georges Bataille y Raymond Queneau. También, era frecuente ver allí a Pablo Picasso, André Derain, Ossip Zadkine y a los hermanos Giacometti. Ubicado al margen izquierdo del Sena, fue el centro del existencialismo parisino. Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir tenían mesa fija y atrajeron allí a buena parte de la intelectualidad de la época. Una curiosidad para destacar es que durante la ocupación nazi los militares alemanes no concurrían al lugar. Sartre lo destacó: "Durante cuatro años, los caminos del Flore fueron para mí los caminos de la libertad". Tiempo más tarde engalanaron sus mesas Ernest Hemingway, Truman Capote , Lawrence Durrell y Jim Morrison. Leyenda de la cultura parisina, Café de Flore sigue siendo el elegido.
El Café Comercial (Madrid)
La leyenda cuenta que Don Benito Pérez Galdós, recibió la noticia del asesinato de Prim, entrando al Café Comercial. Un clásico de la tertulia madrileña, el Café Comercial es famoso por cien años de existencia de las reuniones de las vida literaria y artística de la ciudad. Desde 1909 la familia Contreras es la propietaria del establecimiento y hoy la tercera generación regenta el negocio, que sigue manteniendo la esencia de lo que fueron y son los viejos cafés madrileños, punto de encuentro para amigos, citas o encuentros de trabajo. Su ubicación en la céntrica Glorieta de Bilbao ha contribuido sin duda a hacer del Café Comercial punto obligado de la ruta de los bares en Madrid.