Un 70 por ciento de las parejas elige tener hijos sin casarse

La tendencia es a nivel mundial. Estamos ante un cambio en las pautas culturales del modelo de familia.

Según las estadísticas, en España 1 de cada 3 bebés nace en concubinato. En Buenos Aries, 7 de cada 10 niños porteños son hijos de padres que no se han casado. Mientras que en Francia y en los países nórdicos, ya desde los años ‘70, la norma es priorizar la paternidad por sobre el matrimonio.

El caso de la Argentina es más reciente. Según datos aportados por el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires, sólo un 30 por ciento son hijos de padres casados. El 70 por ciento restante serían hijos de parejas que no han contraído matrimonio o bien, de madres solteras.

En España desde el 1981, el Código Civil eliminó toda diferencia entre los niños a partir de cuál es el estado civil de sus progenitores. Desde entonces, la cantidad de bebés nacidos en el seno de parejas que no han contraído matrimonio ha crecido en gran medida.

La socióloga Constanza Tobío, de la Universidad Carlos III de Madrid, analizó la tendencia en su país: "Se han modernizado las parejas y las madres españolas en poco tiempo han pasado a ser casi como las suecas o las británicas en este terreno. Este cambio es resultado de la secularización de la sociedad, de la tolerancia, de la autonomía de las madres, que ya no necesitan la seguridad matrimonial para procrear, y de la igualdad jurídica de los hijos al margen de cuál sea el estado civil de los padres".

El sociólogo asturiano Arsenio Balbuena afirma que la circunstancia no es "ni buena ni mala, ya que la sociedad sólo se encuentra en una época de cambio, marcada por la búsqueda de un nuevo significado de familia". El especialista grafica cómo a través de los años la familia es un emergente de aquello que sucede a nivel social: "Hace cuarenta años las parejas esperaban a formalizar su situación ante el altar para tener descendencia. Hace treinta, antes de casarse había que tener trabajo, después ya vendría lo demás, mientras que veinte años atrás, no sólo hacía falta tener trabajo, también había que tener un piso antes de iniciarse en la vida marital", comenta.

Una de las causales que Balbuena encuentra como primordial en la decisión de tener hijos, sin necesariamente contraer matrimonio, se sustenta en que la entrada al ámbito laboral se produce cada vez de forma más tardía. "Cuando uno ya ha conseguido trabajo, ha logrado comprar su casa y ha encontrado la pareja adecuada quizá ya se considera mayor para casarse", explica.

Las cifras actuales coinciden con este pronóstico, ya que la mayoría de las parejas que han tenido hijos sin casarse, rondan entre los 30 y 40 años. Esta franja etárea decide convertirse en padres, una vez que ha logrado una cierta estabilidad laboral y económica, siendo una prioridad mayor que la de contraer matrimonio.

Pero, a pesar de una tendencia que cada día crece en la mayoría de los países del mundo, el sociólogo asturiano pronostica que en el futuro sucedería todo lo contrario. La historia ejercería su carácter cíclico y se volvería a los valores familiares más tradicionales, e incluso prevé que se volverá al modelo de la familia numerosa.

Redacción

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