Transforma el estrés en energía positiva

Si eres de las que viven aguijoneadas por la tensión, puedes cambiar tu energía. Además, ¿sabías que existe un estrés positivo? Ponte en marcha hacia el bienestar.

No tenemos mucha idea de qué es exactamente y, sin embargo, no existe persona alguna que no haya dicho, al menos una vez en su vida, que está estresada. Es que más o menos tenemos la creencia de que el estrés es algo malo que nos hace sentir cansados, saturados, irritables y nos enferma. Y en parte es cierto. Pero también hay mucho más. Técnicamente, se llama estrés a la respuesta fisiológica o psicológica que manifiesta una persona ante un estímulo ambiental.

Si esa respuesta es adecuada, permite la adaptación al medio y es indispensable para nuestro desarrollo: se trata del eustrés, o estrés positivo, que resulta de un suceso favorable de la vida y conduce a una respuesta sana. Pero cuando las demandas del medio son excesivas, intensas o prolongadas, y superan la capacidad de resistencia y adaptación, esa respuesta se convierte en distrés; es negativa. Y es la que nos produce malestar corporal y psicológico. Entonces, para saber qué es lo que te está pasando y cómo contrarrestarlo, sigue estos consejos.

Reconoce al enemigo

Los síntomas y las consecuencias del distrés repercuten en el cuerpo y la mente:

¡Hay esperanza!

Si todavía no caíste en las garras del distrés, presta atención porque hay formas de prevenirlo. Para eso tienes que lograr un estado físico y emocional saludable, y detectar cuáles son las situaciones que te aceleran para poder manejarlas o eliminarlas. Otra manera es a través de la relajación, que le devuelve al organismo su estado natural de equilibrio, y normaliza los procesos físicos, mentales y emocionales. Y si eres una de las miles de millones que fue capturada por él, es hora de revertirlo. Esto se logra aprendiendo técnicas de resolución de problemas, administrando adecuadamente el tiempo y realizando actividad física. A eso súmale una vida social saludable, algún hobby, ejercicios de relajación, descanso y la detección de los pensamientos negativos, exagerados o extremistas para cambiarlos por otros menos estresantes.

Gestión de la energía

En el día a día, hay varias cosas que puedes hacer para reducir el estrés negativo. Por ejemplo, no contestes que sí inmediatamente si no estás segura de que tendrás la capacidad y el tiempo para responder a lo que te pidan. Intenta un "déjame ver" y piensalo un rato. Antes de acostarte, deja preparado todo lo que puedas para la mañana siguiente: luncheras, ropa, mochilas escolares, papeles de trabajo, etc. Así podrás empezar el día sin apurones de último momento Y despiertate 20 minutos antes de lo habitual. Es más fácil reponerse a un rato menos de sueño que lidiar contra las complicaciones cotidianas (tránsito, olvidos, corridas, etc). Fundamentalmente, debes hacer una cosa por vez: si estás hablando con alguien, no atiendas tu celular. Y al final del día, un buen baño de agua caliente te ayudará a relajarte. Si le sumas música tranquila, con sonidos de la naturaleza, ¡mejor!

Elevá tu prana

Sigue este plan de la Fundación El Arte de Vivir para tener mejores vibras.

9 tips para desacelerarse

Por Lic. María Gabriela Fernández, de Hemera.

Asesoraron: Lic. FLorencia Varela, psicóloga del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Aansiedad (CEETA); Lic. María Gabriela Fernández, de Hemera Centro de Estudios del estrés y la ansiedad.

Por Verónica Salatino

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