Niños con voz y voto

Una vez por mes los alumnos de las escuelas de Villa María se encuentran con el intendente para explicarle cuáles son sus proyectos y su visión sobre los aspectos a mejorar en torno al cumplimiento de sus derechos y garantías.

“Les pedimos que confíen en nosotros porque cumpliremos con lo prometido”. Esta frase no pertenece a un político en campaña, sino todo lo contrario. El sueño del encuentro de la coherencia entre las palabras y los hechos es el objetivo de una niña de 10 años, quien le pide a los adultos que crean en ella.

Se llama Araceli Fantino y cursa el sexto grado en un escuela ubicada en la localidad de Villa María, en la provincia de Córdoba. Allí, 3.000 niños de entre 9 y 11 años decidieron elegir a un representante para hacer que las cosas sucedan. Quizá, cansados que los adultos los invadan con promesas incumplidas, los chicos se pusieron a mejorar el mundo.

Y así fue, Araceli Fantino fue elegida como la nueva “intendenta” de los niños cordobeses. Su rol será el de elaborar propuestas que favorezcan a la educación, a la ecología y a la infancia.

La iniciativa de incorporar a los niños a la participación ciudadana y al mejoramiento de las condiciones para la niñez fue de la municipalidad de Villa María. La propuesta formó parte del proyecto denominado “"Gabinete de los Niños", creado con el fin de analizar, debatir y llevar a cabo las ideas formuladas por los chicos.

Una vez por mes los alumnos de las escuelas de Villa María se encuentran con el intendente de la localidad de Villa María y le explican cuáles son sus proyectos y su visión sobre los aspectos a mejorar en torno al cumplimiento de sus derechos y garantías.

La participación activa de los chicos no sólo logró hacer valer sus propios sueños sino también fue un enorme aporte para la ciudadanía.

Por ejemplo, los niños presentaron un proyecto ya en vigencia en la localidad de Villa María, llamado “la multa de la vergüenza”. Con el fin de crear conciencia acerca de la importancia de la educación vial, los más chicos le están enseñando a los grandes. Cada una de las personas que comete una infracción de tránsito debe colocar en su auto una calcomanía que lo identifica como infractor. Este símbolo tiene como objetivo visibilizar y abordar con responsabilidad el rol del conductor y evitar accidentes y muertes. Cabe destacar que en la Argentina los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte evitable entre los jóvenes de 18 a 30 años.

Esta es la primera vez en el país que los niños forman parte de las decisiones a nivel gubernamental y el saldo es sólo positivo. Los proyectos presentados se destacan por su innovación, creatividad y fundamentalmente, por la realización concreta de una acción que impacta de forma beneficiosa para toda la comunidad. Algunas de las iniciativas de los niños de Villa María en el 2012 fueron: la creación de espacios educativos y recreativos, el mejoramiento de las condiciones de la salud pública y la generación de campañas que adviertan sobre la concientización del cuidado del medio ambiente.

Araceli Fantino hoy es la nueva representante de los chicos y como tal se comprometió ante sus compañeros a cuidarlos, respetarlos y especialmente, a lograr sus sueños compartidos. La niña de diez años asumirá su cargo de “intendenta” la semana próxima y ocupará su mandato durante un año, hasta que vuelvan a realizarse las elecciones.

Durante la campaña electoral reciente entre los niños de Villa María, una de los hechos más positivos fue su visión para mejorar la realidad de forma concreta y posible. Los chicos propusieron crear rincones de arte en las calles con el fin de evitar las pintadas en las paredes, inaugurar sitios para cuidar y resguardar a los animales abandonados y colocar cestos de residuos en cada esquina y convocar a voluntarios para limpiar los baldíos.

Son 3.000 niños entre 9 y 11 años los que están cambiando su barrio, su comunidad y a través de su innovación, inocencia y fuerza de voluntad renuevan la realidad de los adultos, seres que suelen inclinarse por las promesas y olvidarse de su realización.

Los chicos piden confianza en ellos, y los grandes deberían tomar su ejemplo y sus valores. En Villa María, su infancia está creando un mundo mejor.

Redacción

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