Los mitos de la alimentación

A fuerza del boca en boca, consejos de las abuelas o de la simple repetición existen ciertos presupuestos vinculados con la alimentación que lejos de la certeza no tienen ningún fundamento científico.

"El apio y las nueces son afrodisíacos", "el jugo de pomelo quema las grasas", "los productos light no engordan" o "la fruta engorda más si se come después de la comida".

¿A quién no le ha pasado evitar o suspender ciertos alimentos por la falsa jactancia de, me lo contó un conocido, lo dijeron en la tele o lo leí en internet?

Muchas veces la fuerza de los mitos desencadena conductas sociales tan poderosas que ni la ciencia puede desterrar. En la nutrición las fantasías están a la orden del día en todo el mundo y lejos de ser inocentes podemos llevar a cabo una dieta poco saludable a fuerza de mentiras poco piadosas. Así, los mitos no tienen nacionalidad, raza, creencia o religión circulan sin piedad y la mayoría de ellos han conseguido mala o buena prensa tanto de productos como de conductas alimenticias erróneas.

Aquí les presentamos algunos de los mitos más comunes de la alimentación, sustentados por información de la Organización Mundial de la Salud

Redacción

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