Las propiedades de las semillas de chía

Las semillas de chía condensan en su pequeño tamaño una increíble variedad de propiedades medicinales.

La Chía (Salvia hispánica L.) es una planta de la familia de las labiatae (Lamiaceae). Es una herbácea anual, que puede alcanzar hasta dos metros de altura. Las hojas miden de 4 a 8 cm. de largo y de 3 a 5 cm. de ancho. Las flores son hermafroditas, de color violeta. Florece entre julio y agosto y se cultiva, sobre todo, en México, Guatemala y Bolivia. La planta de Chía requiere un clima tropical o sub-tropical. Al cabo del verano, las flores dan lugar a un fruto en forma de "aqueno indehiscente".

La semilla es rica en mucílago, fécula y aceite; tiene unos 2 mm. de largo por 1,5 mm. de ancho. Es ovalada y lustrosa, de color pardogrisáceo a marrón oscuro.

Las semillas de chía poseen propiedades medicinales cada vez más asombrosas. Eran utilizadas por los aztecas, de quienes se dice que en largos períodos lograron subsistir exclusivamente en base a este nutritivo alimento. Las semillas de chía son la fuente vegetal más concentrada en ácidos grasos Omega 3. Posee hasta 10 veces la concentración de Omega 3 que otras semillas, y contiene casi el doble de proteínas que la mayor parte de los granos conocidos. Los ácidos grasos insaturados de estas semillas oleaginosas son esenciales para la absorción de un arsenal de vitaminas (como la vitamina A, D, E y K).

De las semillas oleaginosas, las semillas de chía son las que tienen las proteínas más fácilmente absorbibles. El índice de asimilación de las semillas de chía no tiene parangón en el reino vegetal, ofreciendo excelentes nutrientes para niños pequeños y adolescentes en este vital período del crecimiento. Asimismo, es una excelente fuente alimenticia en el embarazo y la lactancia. Sus proteínas son valoradas por igual tanto por deportistas, atletas, fisiculturistas como por intelectuales.

El consumo de las semillas de chía es muy sencillo. Para aprovechar todas sus cualidades lo mejor es sumergir una cucharada de semillas de chía en un vaso de agua y dejarlas reposar por unos 20 ó 30 minutos. Al término de este período de tiempo veremos que sobre la superficie del vaso se forma una masa gelatinosa, conocida como mucílago. El mucílago es un gel gelatinoso de gran ayuda para reducir los niveles de azúcar en sangre (desacelera el transporte de hidratos de carbono) y el colesterol. Un vaso agua con semillas de chía por la mañana asegura una disminución casi infalible de los niveles de colesterol y azúcar en sangre.

Ventajas de las semillas de Chía

Redacción

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