En Agatha Pupetta, los detalles hacen la diferencia

Cuando la incertidumbre da paso a una oportunidad para emprender. Cada vez más, el segmento de los productos artesanales "no tecnológicos" encuentra un público que valora la vuelta a los oficios y las artesanías.

Marcelo Di Martino y Maricel Aponte son dos "emprendedores del buen gusto". Marcelo trabajó casi toda su vida en "Casa Rafael" la ferretería familiar, toda una institución en la calle Anchorena. Refugio de confianza y charlas de fútbol, de la vida y demás yerbas, para los maridos que se dan maña con las herramientas y los encargados del barrio, clientes habituales de todo tipo de reparaciones hogareñas. Sin embargo la ferretería cerró después de muchos años.

Maricel trabaja de lunes a sábados en una conocida librería de Palermo. Siempre tuvo afinidad con las manualidades y la factura artesanal. En las pocas horas libres que le quedaban de su día, decidió estudiar y hacer realidad un proyecto propio, dedicado a la encuadernación artesanal. A partir de ahí nació Agatha Pupetta.

Al cerrar el negocio familiar, Marcelo decidió ayudar a su esposa a desarrollar un emprendimiento que pueda generar ingresos razonables. De la dureza de la ferretería, tuvo que pasar a manejar el máximo detalle de terminación con papeles y telas cuidadosamente seleccionados por Maricel. Hoy es un experto orfebre de piezas con muy buen gusto y personalizadas para regalar a la gente que más nos importa. Un regalo de este tipo demuestra que el destinatario es una persona especial.

Maricel nos cuenta de qué se trata Agatha Pupetta y propone para este 20 de julio, día del amigo, 5 ideas para quedar muy bien.

¿Como nace este emprendimiento?

Siempre me gustaron las manualidades, no es que surgió por una necesidad económica. Yo siempre estoy haciendo cosas y justo se dio que lo que yo hacía empezó a gustar y comencé a vender. A todo esto, quizá sea obra del destino, mi marido se quedo sin trabajo y se terminó enganchando conmigo en el emprendimiento.

Yo fui a un taller todas las semanas durante tres años. Empecé con las ferias en los colegios y me gustaba el contacto con la gente. Aparte me gustaba que te digan: "que lindo lo que hacés, ¿lo hacés vos?". Es como que ese reconocimiento te entusiasma a seguir, el ego se te infla. El hecho de hacerlo después un poco más masivo, fue porque Marcelo me empezó a ayudar y asi pudimos crecer un poco más.

¿Descubriste un nuevo talento en la familia?

Marcelo lo hace muy bien, es muy prolijo, la verdad que es sorprendente. El viene de un rubro totalmente diferente, ya que manejaba una ferretería. A mí me sorprende porque nunca hizo nada manual y resulta que es súper prolijo. Si le gusta como me gusta a mí, no sé. Pero está en el detalle, con toda la onda: "a mí me gusta que la cintita, que la puntilla, que la combinación de colores". ¡Será que está explotando su costado femenino! (risas). No, en serio, valoro mucho lo que hace y el esfuerzo y dedicación que pone en cada trabajo que entregamos. No hay mal que por bien no venga. Todo tiene un por qué.

¿Qué es lo que más gusta de tus productos?

La gente ve el detalle, la prolijidad, el buen gusto. Va por ese lado la cosa. El ser distintos. Porque cuadernos hay en todos lados. Los detalles hacen la diferencia. También está el hecho que la gente pueda personalizar, elegir los motivos de las telas de las tapas, de poder poner el nombre a quien le van a obsequiar lo que estamos haciendo, ya sea un álbum de fotos o un cuaderno. Eso también atrae.

¿Los cuadernos artesanales se usan para todos los días, para la facultad o más como un diario?

Hay gente que los consume para la facultad. Hay gente que es muy prolija. O de repente para hacer sus resúmenes finales. No es para todos los días, "para mamarrachear", pero tengo gente que me ha pedido para la facultad.

¿Dónde se pueden comprar estos productos artesanales?

Actualmente estamos en dos ferias. Una en el barrio de Caballito y la otra en Palermo. También a través de la página de Facebook, uno puede mirar y si le gusta algo se contacta conmigo a través del menssenger y le subimos las telas para que pueda elegir.

¿Todo el trabajo es con diseños personalizados y a pedido?

Claro. Yo hago algunas cosas que llevo a las ferias. A raíz de lo que la gente va viendo, me va pidiendo: "Yo quisiera que ese cuaderno y el tarjetero tengan la misma tela" y así sucesivamente. Tengo cosas finalizadas, sino no puedo mostrar.

¿Y qué es lo que se puede personalizar en un cuaderno?

La tapa por ejemplo. Le puedo poner el nombre de la persona, que va en bajorrelieve y también se puede elegir el diseño de la tapa. El interior, si quieren hoja lisa o rayada. Si es lisa de repente pueden elegir un formato raro. También hacemos cuadernos cuadrados. Le pueden poner más hojas. Los que hacemos son de 100 hojas, pero ahora están pidiendo de 200. El tipo de papel también se puede elegir, porque quizá lo quieren en papel más grueso. A veces lo piden en papel misionero para dibujar. Todas esas cosas se pueden personalizar. No hacemos nada tecnológico, no pasa por la computadora.

Justamente es la antítesis de la época actual.

Totalmente lo opuesto. Eso es justamente lo que marca la diferencia. Ahora se esté volviendo un poco a eso. Volver a los oficios, a usar las manos...

El estar en las ferias también te da ideas y nuevas técnicas, ¿no?

Si, las ferias gustan mucho. En la feria encontrás gente que teje a mano, que pinta a mano, que cose, las armadoras de "bijou", que está tan de moda ahora. A mi realmente me gusta el artesano. Están los que trabajan el metal, la madera, son artistas realmente.

El roce con toda esa gente te debe abrir la cabeza un montón

Si, te llena. Y también la gente que entiende y te viene a comprar. Y está bueno interactuar con eso porque siempre aprendés algo, yo estoy siempre mirando.

¿Cómo elegís los materiales que vas a usar?

Los materiales son de acá, las telas las traigo de afuera. También me traigo aparatitos para hacer cositas con los papeles. Tengo unas maquinitas que le dan relieve al papel, otras para calar los papeles. Se podría hacer también con la computadora, pero yo no soy muy tecnológica.

El Top 5 para el Día del Amigo

¿Que recomendás para regalar y quedar bien en este Día del Amigo?

Lo que traje nuevo ahora es un "Diario de Viaje". Eso sí, compro el interior impreso, porque yo no lo imprimo. Después lo coso y le hago todo lo demás. Tiene mapas, tiene tips para la gente que viaja.

Diario de Viaje personalizado, $ 250.-

¿Mapas de donde?

Son mapas de los continentes, en cada continente marcas coloreando el país que estás visitando. No está por países, sino seria enorme el cuaderno.

¿Quienes son los que más compran?

Las mujeres sin duda, entre adolescentes y 50 años. Algún hombre por ahí porque yo hago unas bitacoras de cuero y eso le gusta a los hombres.

Bitácora de cuero: $ 180.-

¿Otros productos para regalar?

El tarjetero para tarjetas de crédito y tarjetas personales. Es chiquitito, muy artesanal y gusta muchísimo. Es un producto muy agradable a la vista y con un precio muy accesible.

Tarjeteros personales: $ 70.-

También tenemos las notitas Post It, que son unos llaveritos que estan graciosos, porque son los Post It chiquititos que tienen una cadenita como un llavero, pero es un cuadernito en miniatura. Entonces vas despegando las notitas.

Mini cuadernos "llavero" tipo Post It: $ 50.-

Otro producto que gusta mucho son unos cuadernitos cuadraditos de hojas lisas y tapa dura.

Cuaderno cuadrado 10x10: $ 50.-

¿Rango de precios?

El cuaderno grande personalizado sale $ 200. El producto más caro que tenemos cuesta $ 250. Tenemos tarjeta de crédito y podemos realizar regalos empresariales.

Redacción

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