De las aulas a la educación virtual: ¿estamos listos?

Por Diego García, SMB Sales Manager de Lenovo.

La educación es uno de los segmentos más rezagados a la hora de la apropiación tecnológica y una de las razones vitales radica en la diferencia generacional entre sus actores principales: estudiantes del siglo XXI, con docentes del siglo XX, en salones de clase del siglo XI, lo cual lleva a que en momentos como los actuales, en que es necesario contar con la tecnología adecuada para que los colegios y universidades puedan dar continuidad a la educación de los estudiantes a través de medios virtuales, sea difícil lograrlo de manera eficiente y eficaz.

El arraigo a los modelos tradicionales de educación que han funcionado desde siglos atrás es muy difícil de cambiar en el corto plazo. La innovación no solo depende de contar con equipamiento tecnológico en el colegio o la universidad, sino de transformar las clases, teniendo en cuenta que los estudiantes de hoy son nativos digitales que se caracterizan, entre otras cosas, por acceder a la información de manera inmediata, desde cualquier lugar y con un mínimo esfuerzo. En consecuencia, el intento fallido de tecnificar los modelos de aprendizaje ha sido tal vez el desmotivador más importante para continuar realizando inversiones tecnológicas importantes en el sector educativo.

La dificultad para llevar Internet al salón de clases ha impedido el crecimiento de modelos pedagógicos acorde a los tiempos que corren. Creemos que el mejoramiento de las herramientas tecnológicas para la educación es indispensable para su desarrollo y transformación, sobre todo en un contexto de situaciones imprevistas como la que hoy se presenta con el Covid-19 (un evento no calculado que, al imponer el distanciamiento social, está obligando a las instituciones educativas públicas y privadas a llevar su institucionalidad a la virtualidad para poder seguir funcionando).

Lo que va a evidenciar esta circunstancia en primer lugar es conocer qué colegios y universidades están preparados para abordar esta situación apropiadamente y cuáles no. Es posible que directivos de algunas instituciones educativas estén contando con que la pandemia solo dure algunas semanas, lo cual les permitiría generar acciones un tanto improvisadas con un efecto no muy negativo en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

Pero el tema es que la situación podría alargarse y, por consiguiente, tomar decisiones de mejoramiento a esas acciones improvisadas se volverá un imperativo frente a la responsabilidad que tienen con los estudiantes.

Nosotros creemos que cuando la situación vuelva a la normalidad, las instituciones educativas públicas y privadas, estarán preparándose mejor tecnológicamente para responder a circunstancias similares en el futuro. Entonces, ¿Cómo prepararnos mejor?

Estos son algunos de los principales aspectos a tener en cuenta para la construcción del modelo virtual en una institución educativa:

Una práctica recomendada para tener en cuenta una vez que pase la conmoción y se estén implementando los puntos mencionados anteriormente es que determinados días del mes/bimestre/trimestre/semestre las clases sean virtuales para que los docentes ganen las habilidades necesarias y puedan adaptar metodologías de estudio en esta nueva modalidad teniendo en cuenta que principalmente en colegios la madurez del estudiante ante procesos de autoestudio es más compleja de adquirir, diferente a las universidades donde la tendencia de educación a distancia ha venido creciendo desde hace varios años.

Redacción

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