¿Cómo podemos sanar el rencor?

La única forma de olvidar y dejar a un lado sentimientos negativos que afectan, principalmente a la persona herida, es aprendiendo a perdonar.

Posiblemente es difícil encontrar en la historia de la humanidad a alguna persona que no haya experimentado sentirse herida por otra o por un suceso. Todos, en algún momento, han experimentado, en mayor o menor medida un resentimiento, que puede venir acompañado de tristeza, ira y hasta de venganza.

Se suele decir que una persona está resentida cuando se encuentra internamente dolida y retiene para sí el agravio. Este resentimiento puede desaparecer con el tiempo o por el contrario, acentuarlo, pudiendo transformar a una persona en un ser resentido.

La única forma de olvidar y dejar a un lado sentimientos negativos que afectan, principalmente a la persona herida, es aprendiendo a perdonar.

Cuando se habla de perdón se le suele asociar con una virtud de carácter religioso que denota principalmente caridad al prójimo, sin embargo, el beneficio del perdón no es únicamente para los demás, sino para la persona que perdona.

Te perdono, no te perdono...

Tiempo atrás, dos señores que habían sido infieles a sus esposas regresaron en busca de perdón y con la promesa de no incurrir nuevamente en el mismo error.

Ante la noticia, ambas mujeres reaccionaron con tristeza, enojo y frustración. La primera optó por perdonar a su esposo. Acudieron a una terapia de pareja, analizaron qué había fallado en su relación y acordaron iniciar una nueva vida.

La segunda señora en cambio decidió tomar venganza sobre su esposo y así poder “castigarlo” por su error. Lo recriminaba a cada momento, lo chantajeaba, lo culpaba del comportamiento de los hijos. Como es lógico la pareja acabó por acentuar sus diferencias y terminó su relación matrimonial en medio de un conflicto que finalmente perjudicó en mayor medida fue a los propios hijos.

Aunque no es fácil perdonar a alguien que ha herido tan sensiblemente la propia autoestima, la primera señora optó por trabajar responsablemente en la reconstrucción de su relación, mientras que la segunda tomó el camino del odio y la venganza.

Aprendiendo a perdonar

Analizar detenidamente la ofensa

Aclarar en caso de duda

Comprensión

El rencor

Olvido

El hombre que no sabe perdonar tiene atado su destino a los demás. En cambio la persona que sabe hacerlo tendrá un mejor control de sí mismo, le dará sentido a su existencia y en consecuencia contará con una vida más plena y feliz.

Redacción

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