Cómo hizo Suiza para resolver el problema de la basura

Suiza es un país que goza de una limpieza envidiable. Se procesa todo lo que puede ser clasificado y separado, logrando una conciencia social superadora, que entiende que el beneficio es para todos.

Suiza es un país que se puede dar el lujo de presumir de una limpieza envidiable. Los suizos han concientizado a sus ciudadanos y han logrado que la batalla contra la basura sea una filosofía colectiva y una política de estado. Allí se procesa todo lo que puede ser clasificado y separado.

Durante los años 80 pasaron por una verdadera crisis ecológica: rios y lagos contaminados con fosfatos y nitratos, la tierra con metales pesados y la población produciendo toneladas de basura todos los meses.

Sus habitantes comenzaron a quedarse sin aire limpio para respirar y debieron tomar medidas.

El método más efectivo y comprobado es la clasificación de la basura para su posterior procesamiento. No hay excepciones para nadie, todos estan obligados a separar y clasificar la basura en contenedores.

Por ejemplo para deshacerse de una bolsita de té usada se debe separar la etiqueta (que va al recipiente destinado al cartón), el papel va a los papeles usados y el residuo biológico va a la composta. Al pequeño gancho lo espera el bote de metal usado y el hilito va a dar a una bolsa debidamente marcada. Cualquiera pensaría que es un chiste pero no es así. Quienes no lo hagan deben pagar una multa.

Por día se reciclan:

Usted puede tirar la basura sin clasificar, pero deberá pagar un impuesto que se cobra por cada kilogramo de residuos, ya que cada bolsa de basura debe tener una sticker que acredite el pago de dicho impuesto. Por ejemplo, tirar 5 kg de basura tiene un costo de alrededor de 2 o 3 dólares.

La "policía de la basura" abre cada bolsa que no contenga la marca adhesiva y busca en ella cualquier documento, recibo o factura que pueda dar con el paradero de su dueño. La multa por evadir esta ley cuesta 10 mil francos, es decir cerca de 10 mil dólares.

Desde el año 2000, Suiza tiene una ley por la cual todos los residuos reciclables deben incinerarse en plantas especiales. Esto elimina la necesidad de vertederos. El distribuidor compra los paquetes especiales de basura, es decir, paga por la cantidad de basura que se produce. La basura es quemada en el incinerador local, produciendo energía y calor para la calefacción urbana. Estas plantas se construyen en cada región. Las fábricas queman un promedio de alrededor de 160 mil toneladas de basura al día, proporcionando calor a 18.000. habitantes. Para cumplir con las normas de seguridad ambiental, las plantas se han actualizado con filtros especiales.

La razón más importante del éxito de este método para deshacerse de la basura no son las elevadas multas o el temor a las autoridades, sino la conciencia de los ciudadanos. Todos saben que si cada uno clasifica su basura entonces la vida es mejor.

Materiales: Facepla.net

Redacción

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