Cómo cuidarse del “vómito emocional” de estos tiempos

¿Te has sentido un bote de basura emocional de otra persona? Se trata de un comportamiento muy extendido en las relaciones humanas cuando se produce un tipo de catarsis que denomino “vómito emocional”.

En un instante, y por cualquier medio, el otro lanza sobre ti todo su enojo, ira, decepciones y frustraciones contenidas en su vida, y piensa que tú eres un saco de basura que está allí para recogerla. Y, justo es reconocer, a veces somos nosotros los que actuamos de esta forma.

Hace un tiempo recibo un extenso correo electrónico de una persona a la que hace quince años que no veo. En su mensaje hace una serie de comentarios despectivos y en términos muy duros acerca de otra persona con la que yo estaba vinculado laboralmente hace décadas. Y tuvo un final memorable: pedía que yo le haga comprender a esa persona de lo equivocado de cierta actitud que -afirmaba- lo dañaba y le dolía.

Mientras leía, pensaba en qué llevó a esa persona a escribirme a mí, apenas un conocido de algunos cruces circunstanciales. Y, es más: por qué no se dirigió directamente hacia la persona objeto de su catarsis de la que pretendía que fuese el puente.

La clave es decir “no, esto es tu problema; no me pertenece”. Y así lo hice.

Un efecto desgastante

Los vómitos emocionales dañan todo tipo de relaciones interpersonales, ya que hay un otro que, por más que te aprecie, no está dispuesto a llenarse de la basura que no le corresponde.

Otra forma de manifestación de este fenómeno es en las redes sociales, donde, amparados por el anonimato y la viralización, cualquiera expresa irreflexivamente lo que se le viene en mente, sin pensar en el daño y las heridas emocionales que puede producir en los demás.

Al mismo tiempo, hay personas que han generado en sus vínculos personales y profesionales un mecanismo dañino, que se manifiesta como estallidos emocionales: estos arranques parecen berrinches de un bebé, y tienden a querer manipular al otro y a hacer que se sienta culpable de su aparente desdicha.

En lo cotidiano, millones de personas arrojan sobre ti su vómito emocional: el taxista que se queja del tránsito -sin hacer nada por cambiarlo-; el empleado público y privado que decide atender mal a las personas por su situación personal -sin ponerse en los zapatos del otro-; el jefe -que descarga su impotencia tomándoselas con expresiones hirientes hacia los colaboradores-. Son matices del mismo fenómeno.

La raíz del vómito emocional

La catarsis bien entendida es un proceso psicológico por el que la persona libera tensiones en forma de emociones manifestadas en forma verborrágica, o con llanto u otras expresiones buscando un efecto liberador.

El vómito emocional también tiene estos componentes, y, en su raíz, considero que nace de una profunda inmadurez emocional.

La persona que no sabe cómo gestionar su inteligencia emocional, ser asertiva, vivir lo que siente sin tapujos y sin dañar a los demás, quizás pueda considerar iniciar una terapia que lo ayude a encauzar este aspecto inmaduro de su personalidad, que se manifiesta en comportamientos dañinos.

3 cuidados básicos

Para poder estar atentos y no convertirte en el canasto de la basura emocional de los demás, puedes practicar estos cuidados preventivos:

Daniel Colombo
Facilitador y Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 28 libros y comunicador profesional.

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Por Daniel Colombo | @danielcolombopr

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