Ciudades en el camino: Santiago de Cali

Cali es una ciudad que pulsa fuerte, donde se vive intensamente y que recibe al visitante con una amabilidad entrañable

Santiago de Cali, popularmente llamada “la sucursal del cielo” con sus casi 2 millones y medio de habitantes ( sumando el área metropolitana un millón más) es la tercera ciudad de Colombia, luego de Bogotà y Medellín. Fundada por Sebastián de Belalcàzar el mismo año (1536) en que Don Pedro de Mendoza fundara por primera vez la ciudad de Buenos Aires.

La compleja orografía de Colombia implica que muchas veces unir ciudades no muy distantes lleve largas horas por vía terrestre y éste factor, sumado a fuertes raíces culturales, ha dado como resultado que cada urbe tenga y conserve una personalidad definida y clara: cada una con sus costumbres, con sus comidas, con sus acentos, sus bailes. Esa estimulante diversidad es una de las razones que hacen tan justificado e interesante un viaje por este país que recibe amable y cálidamente al visitante. Un país que baila (a Cali se le llama también “capital mundial de la salsa”) y que se obstina en sonreirle a la vida, muchas veces en medio de grandes carencias o de profundos conflictos y dolores.

Cada región y cada ciudad con su identidad, con su estilo. Y a Cali le sobra personalidad. Con una altitud promedio de 1000 msnm, un clima muy agradable con temperaturas que van de los 18 a los 31 º todo el año, sus calles anchas y arboladas, amplios espacios públicos bien preservados y el río Cali que la atraviesa como una serpiente verde zigzagueando con sus riberas parquizadas, hacen que muchos de sus barrios tengan una buena calidad de vida. Cali, capital del Valle del Cauca, aún no se ha transformado en una mega urbe y su interesante diseño urbano hace que no se haya perdido la “escala humana”. No se observan grandes atascos de tráfico, ni aglomeraciones como las que sufren Bogotá, Buenos Aires o Santiago de Chile por sólo citar algunos ejemplos en Latinoamérica.

Cali es una ciudad que pulsa fuerte, donde se vive intensamente y que recibe al visitante con una amabilidad entrañable.

Bien vale la pena llegarse hasta este suroccidente colombiano y combinar la estadía en esta ciudad que tiene mucho para mostrar con escapadas a zonas bellas y características cercanas como Popayán, el eje cafetero (ciudades de Armenia, Manizales, Pereira), el lago Calima, etc.

Cali es una tentación para aquél que se anime y sepa descubrir e interactuar con su gente y riquísima cultura potentemente viva. Luego de haber pasado diez días a comienzos de 2013 me resulta exagerada o al menos injusta la fama que se le ha hecho, que se le hace aún. Por supuesto que es muy recomendable tomar precauciones respecto de la seguridad personal, las zonas a moverse sobre todo de noche, tomar en lo posible taxis conocidos, etc etc . Pero son las mismas precauciones que hoy en día se deben tomar en casi todas las grandes ciudades latinoamericanas.

Lo que no hay que perderse en Cali:

Gastronomía

Cali es una ciudad con una gran diversidad cultural y una muestra de ella, es su comida, entre los que se encuentran las empanadas, tamales; el arroz atollao cuya consistencia es mojada y se prepara con longaniza, cerdo y papa amarilla y el delicioso sancocho de gallina. Entre las bebidas típicas hay que mencionar el famoso champú, que es una bebida preparada con maíz, piña, lulo y hojas de naranjo. Además, es muy típico de la región el cholao, una bebida que se prepara con hielo triturado, frutas en trozos, esencias y leche condensada.

Por todo esto y mucho más a descubrir vale la pena una vuelta por Cali poruqe, como bien dice el dicho “Cali es CALI lo demás es loma“

Por Miguel J. Culaciati
www.miguelculaciati.com.ar

Redacción

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