Jorge Bergoglio, la trayectoria de un sacerdote sencillo y comprometido
Uno de los datos que exhiben la personalidad de Bergoglio es la humildad en sus elecciones. Mientras fue cardenal vivió en un pequeño departamento, al lado de la Catedral, en lugar de optar por una gran residencia episcopalBergoglio nació en la ciudad de Buenos Aires en 1936. Su infancia transcurrió en el barrio de Flores y se destacó desde sus primeros años por su gran interés por el conocimiento y el estudio. Hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio y Regina, fue un alumno con altas calificaciones en la escuela pública, de donde se egresó como técnico químico.Además de su gran capacidad intelectual, Bergoglio reflejó desde su más temprana edad una gran vocación por el prójimo y a los 22 años decidió convertirse en sacerdote e ingresó al seminario del barrio de Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita.
El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote y desde entonces comenzó una extensa trayectoria dentro de la orden jesuita. Además, desarrolló una reconocida carrera como profesor de teología, siendo uno de los máximos referentes en la materia a nivel latinoamericano.
En 1992 fue nombrado como obispo titular de AUCA y en 1998 fue consagrado como arzobispo de Buenos Aires. Finalmente, en el año 2001 fue designado cardenal y además se convirtió en primado de Argentina, siendo así el máximo superior de la Iglesia Católica en el país.
Palabras y hechos
Uno de los datos que exhiben la personalidad de Bergoglio es la humildad en sus elecciones. Mientras fue cardenal vivió en un pequeño departamento, al lado de la Catedral, en lugar de optar por una gran residencia episcopal.
Su austeridad también se reflejó en su decisión de renunciar a la limusina oficial y en más de una oportunidad ha utilizado el subte y el colectivo para trasladarse por la ciudad de Buenos Aires.
Realizaba sus confesiones en la Catedral con sus compañeros sacerdotes y en si misión como cardenal se caracterizó por su presencia y ayuda ante los hechos que signaron la realidad del país.
Uno de los casos más recordados fue su rol durante el incendio de Cromagnon, cuando asistió a las víctimas y a sus familiares en los hospitales porteños.
Su compromiso con la realidad social se hizo expreso en sus homilías en las cuales manifestó desacuerdos con el Gobierno nacional. Uno de sus discursos más recordados data del 2009, cuando Bergoglio afirmó que “la pobreza extrema y las injustas estructuras económicas que dan origen a grandes desigualdades son violaciones de los derechos humanos. La deuda social es inmoral, injusta e ilegítima".
En este sentido, el entonces cardenal instó al Gobierno a brindar una respuesta "ética, cultural y solidaria" para saldar la deuda social con millones de argentinos, en su mayoría niños y jóvenes. “Es imperativo luchar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación“, sostuvo.
Pero, a pesar de las críticas y advertencias hacia las respectivas presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Bergoglio siempre sostuvo su expresa voluntad hacia la conciliación y al diálogo.
Uno de los gestos más recodados, fue cuando el ex primer mandatario falleció y el cardenal decidió oficiar una misa en su memoria en la Catedral metropolitana. En aquel momento llamó a la paz y a la reflexión: “El pueblo tiene que claudicar de todo tipo de posición antagónica frente a la muerte de un hombre ungido por el pueblo para conducirlo y todo el país debe rezar por él. Sería una ingratitud que este pueblo no se una en oración por un hombre que cargó sobre su corazón, sobre su conciencia y sobre su hombre la unción de un pueblo que le pidió que lo condujera”.
En el día de hoy la presidenta Cristina Fernández felicitó al Papa Francisco I y a través de su vocero Alfredo Scoccimarro, confirmó que asistirá a la asunción en el Vaticano.
Apenas se conoció la noticia la primera mandataria escribió una carta que publicó en su cuenta de Twitter. "Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducción y guía de la Iglesia, una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grande responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad", expresó la jefa de Estado.