Estamos atraídos al dulce por naturaleza

Estudios científicos lo comprueban. Históricamente el sabor dulce se asocia con comidas seguras.

Los humanos escogemos lo que queremos comer por diversas razones: optamos porque nuestras comidas sean saludables, accesibles o cómodas, pero una de las principales razones es por su sabor. ¿Y por qué optamos por lo dulce?

La respuesta se encuentra en nuestros genes, Adam Drewnowski, Director del Centro de Obesidad de la Universidad de Washington destaca que diferentes estudios realizados con niños comprobaron que, según sus expresiones faciales, preferían sabores dulces, mientras que rechazaban los amargos.

Las investigaciones además señalan, que históricamente el sabor dulce se asocia con comidas seguras, mientras que los sabores amargos se relacionan con comidas tóxicas. Asimismo, nuestros antepasados solo podían distinguir entre un alimento y un veneno dependiendo de si este era dulce o amargo y así se acostumbraron a preferir los alimentos de sabor dulce.

La nutricionista Consuelo Pardo comenta: “Al igual que todos los alimentos, el azúcar tiene un papel en la dieta y, consumiéndolo dentro de los límites adecuados, puede formar parte de una alimentación equilibrada. Debemos recordar que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas”.

Por su parte, la Asociación Americana de Dietética enfatiza que todos los alimentos pueden incluirse en una alimentación balanceada, si se consumen de manera moderada y en porciones adecuadas, combinándolos con una actividad física regular.

Azúcar fuente de energía

Para alcanzar un estilo de vida saludable es importante analizar los hábitos alimenticios y la actividad física que realiza cada individuo, para poder encontrar un equilibrio calórico.

“El equilibrio calórico se refiere a que debemos comer la misma cantidad de energía que gastamos. Es importante que las personas entiendan que el azúcar es indispensable para el cuerpo humano porque tienen el rol de aportar la energía requerida para funciones básicas como caminar, pensar, respirar y de generar una reserva de esa misma energía para ser utilizada en períodos de ayuno”, asegura Pardo.

Asimismo agrega que “ningún alimento o bebida es responsable, por sí solo, de que las personas tengan sobrepeso u obesidad” y aclara los siguientes mitos sobre el azúcar:

Mito: El azúcar engorda

El aumento de peso es provocado por un desbalance calórico, cuando se consumen más calorías de las que se gastan diariamente. Estas calorías no sólo van a provenir del azúcar o de otros carbohidratos, sino también del exceso de proteínas y grasas. La ingesta de alimentos y bebidas de forma balanceada permite un adecuado control del peso.

Mito: El azúcar provoca caries

Lo que provoca la caries son las bacterias que se encuentran en la boca y que producen ácidos en presencia de todos los alimentos. De esta forma cualquier comida o bebida que tenga azúcar y sea ácida, puede causar caries y erosión dental, particularmente si las consumes a menudo. Para prevenir la caries los mejores consejos son mantener una buena higiene dental cepillándose los dientes después de cada comida y visitar a un odontólogo cada 6 meses.

Mito: El azúcar causa diabetes

Según la Asociación Americana de Diabetes, la diabetes es una enfermedad en la que el organismo no produce insulina o no la utiliza adecuadamente.

Es importante tomar en consideración que el sobrepeso u obesidad es un importante factor de riesgo de padecer diabetes tipo 2. Comer y beber demasiadas calorías, provenientes de todos los alimentos y bebidas, puede contribuir con el aumento de peso, que a su vez acrecienta este riesgo de padecer de diabetes.

Por lo tanto, la mejor formar de manejar el peso y así apoyar en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, es tratar de equilibrar todas las calorías que se ingieren en el día con las que se gastan a través de la actividad física y el movimiento diario.

Mito: El azúcar causa hiperactividad en los niños

Según un estudio del British Medical Journal, existen al menos 12 estudios científicos que han investigado cómo los niños reaccionan a las dietas que contienen diferentes niveles de azúcar. Ninguno de estos estudios, ni siquiera estudios que observan específicamente a los niños con trastorno de déficit de atención, pudieron detectar las diferencias de comportamiento entre los niños que habían tomado azúcar y los que no lo hicieron.

De todas maneras, es importante recalcar que el consumo de todos los alimentos y bebidas, incluidos los que contienen azúcar deben consumirse de forma moderada, evitando los excesos.

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Fuente: www.vidasana.com.sv