Auxilio, ¡llegaron las vacaciones!

¿Cómo disfrutar de verdad?

Cuando el día de las vacaciones llega, a veces comienza otro tipo de rutina, que puede llevar a ser una sobreexigencia mayor que la que se tenía hasta hace pocas horas.

Hijos que se aburren y hay que entretener, precios altísimos que no podemos acceder, o hacer productivo el ocio. Como las vacaciones son un momento de placer, llevar a cabo la distensión de este momento es la tarea. La Lic. Marcela Martínez, explica que muchas veces este período de tiempo puede ser muy distinto para quienes tienen una familia y quienes no la tienen: “Las vacaciones de verano son, tanto por su duración como por el buen tiempo que suele acompañarlas, el momento ideal para romper las rutinas del año, buscar el descanso y disfrutar del ocio y la "buena vida", que justificadamente nos merecemos.

Esto que suele ser fácil cuando estamos solos, parece complicarse en el momento en que tenemos niños a nuestro cargo sumadas a la tarea de planificar las vacaciones y las actividades posibles y adecuadas durante las mismas, se convierte en toda una dificultad a superar para la mayoría de los padres.

Conformar a todos los miembros de la familia es todo un desafío durante las vacaciones. Especialmente, si los hijos tienen distintas edades. Lidiar con las salidas adolescentes y las actividades de los más chicos, y además tener un tiempo para realizar alguna que otra salida de adultos, es todo un desafío.

Pero, ¿Cómo satisfacer las necesidades de todos? ¿Es posible tener unas vacaciones en armonía? ¿Cuál es la clave para lograrlo?

La Lic. Martínez en primer lugar recomienda prevenir y planificar las vacaciones. Dejar las pautas libradas al azar trae como consecuencia el conflicto. “Es primordial pautar las vacaciones contando con todos los miembros de la familia: implicarlos en la medida de lo posible, escuchándolos y teniendo en cuenta sus opiniones y sugerencias”, sostiene. En este marco, se establece cuáles son las normas y las actividades a realizar, y se pueden evitar futuros reclamos y planteos.

Otro de los grandes dilemas de las vacaciones es la convivencia. Sea una pareja, familia o grupo de amigos, las peleas por las tareas domésticas están a la orden del día. La desprolijidad, el exceso de trabajo de unos y el poco de otros o el descuido en lugar de alojamiento, puede culminar con discusiones innecesarias.

Al igual que en el caso anterior la planificación y el orden son la mejor manera para evitar el caos. Repartir las tareas domésticas con días y horarios para realizarlas y pautar de antemano mantener la limpieza en cada área que se ocupe o utilice es fundamental.

“En el caso de los niños por ejemplo, proponerles pequeñas tareas domésticas para este tiempo, es muy importante para ayudarlos a ellos en su formación como personas. Es importante que sean tareas periódicas, que puedan realizarlas por ellos mismos y estén distribuidas entre los hermanos. Algunas sugerencias pueden ser las siguientes: hacer su habitación, ordenar sus cosas, sugerir comidas, ayudar a poner y recoger la mesa“, recomienda la Lic. Martínez.

Otra clave fundamental para los padres es mantener la coherencia sobre aquello que se había planificado previamente. Si se habían determinado ciertas normas habrá que cumplirlas al pie de la letra. “Saber poner límites firmes y precisos a los chicos, ya que en vacaciones los caprichos y demandas son habituales. Los límites no solo calman y organizan a los niños sino que además los ayudan a que puedan aprender a tolerar cierto grado de frustración, que bien sabemos forma parte de la vida y los ayuda a crecer y madurar“, afirma la Lic. Martínez.

Las vacaciones son el mejor momento para disfrutar de la familia, si hay organización y previsión, todos se verán beneficiados.

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