Salud Mental en Venezuela, hoy por hoy

Mantener las emociones sin que interfieran de manera negativa en los distintos ámbitos de la vida, responde a una estabilidad y salud mental.

Por Chaimar Mojica
@chainathy
:: Venezuela ::

Lograr controlar pensamientos y comportamientos son sinónimo de una mente sana. Las personas que consiguen este equilibrio pueden soportar problemas, ya que los colocan en otra perspectiva y no se enfrascan en ellos, siguen con su estilo de vida normal, teniendo buenas relaciones interpersonales.

Serotonina y Armonía: Algunas personas son más vulnerables que otras en diversas situaciones que pueden ocasionar rabia, tristeza, o frustración. Esto puede ocurrir por la poca producción de serotonina, que son los neurotransmisores encargados de mantener el bienestar emocional. Cuando estos niveles son los adecuados, la persona se siente calmada, feliz y goza de una buena salud mental. Pero si la serotonina baja, el sujeto tiende a deprimirse.

Estrés, problemas sentimentales, laborales o familiares, enfermedades físicas, entre otros, son factores que contribuyen a la baja producción de serotonina, y por ende a ocasionar desequilibrios emocionales, alterando la salud mental. El sujeto no se siente fuerte o con capacidad para enfrentar escenarios difíciles.

Desequilibrios: Antecedentes familiares, alcoholismo, drogadicción, depresión, son estados en el ser humano que llevan a la afectación de la salud mental. Conocer estos factores ayuda a la persona y a sus seres queridos, quienes lo apoyarán a estar alerta y actuar en pro de su salud mental, y procediendo a tiempo evitar tocar fondo, por el contrario, experimentará felicidad y armonía, con respaldo, motivación y la ayuda pertinente.

El punto exacto: Mantener estados adecuados de serotonina es la clave para lograr el bienestar mental, y esto lo consigues añadiendo a tu dieta: carbohidratos (pasta y arroz), y hacer ejercicio al aire libre preferiblemente, pues los rayos del sol estimulan la producción de dicha sustancia.

Prevención

  • Autoconocimiento: Identifica tus emociones para comenzar el autocontrol, en pro de tu equilibrio y salud mental.
  • Comunica: Expresar lo que te desagrada te ayudará a liberarte, pues guardar las emociones te llena de estrés y te desgasta, tanto física como mentalmente.
  • Respirar: Hacer una pausa para respirar ayuda a que puedas pensar antes de actuar, esto evitará problemas y podrás tomar las mejores decisiones para beneficio de todos, pero sobre todo de tu salud mental.
  • Balance: Un tiempo de esparcimiento, y sobre todo si haces lo que más te agrade, como pintar, bailar, leer, salir con tus amigos a una amena tertulia, te mantendrá alegre y activo.
  • Salud física: Realiza chequeos médicos generales. El buen funcionamiento del organismo es primordial para mantener la armonía mental. Puedes contribuir a un cuerpo armónico con la ingesta de buenos alimentos y pasatiempos de relajación y ejercicio.
  • No a los escenarios negativos: Llena tu realidad de pensamientos positivos, que puedes construir relacionándote con personas con metas y con logros ejemplares para tí. Evita los escenarios negativos que generen presión y estrés, tienes derecho a alejarte de las personas tóxicas que no suman a tu vida, recuerda que fomentas tu salud mental.

Hablando con el especialista

En amena charla con la psicóloga venezolana Venezuela, Lucy Torres, egresada de la Universidad Yacambú, en Barquisimeto, estado Lara, en referencia a la salud mental, y más estrechamente a su vinculación con el contexto actual venezolano, la especialista en salud mental, dijo lo siguiente.

¿Qué es la salud mental?

La salud mental es sinónimo de bienestar, no solamente es ausencia de enfermedad, sino que la salud mental es un estado de paz, de equilibrio. Cuando la persona es consciente de sus propias capacidades, de sus limitaciones. Cuando puede afrontar las tensiones de la vida, ir a circunstancias adversas con sabiduría y con equilibrio, con conciencia, y puede trabajar de manera productiva. Cuando una persona se relaciona de manera armoniosa y habilidosa con otros, esto es porque mantiene una Salud Mental óptima.

¿Cómo alcanzar la salud mental?

Para lograr la salud mental, lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de que es necesario alcanzar y mantener la salud mental. Cuando la persona se hace consciente de esto, a partir de allí, lo considera importante. Y busca estrategias de afrontamiento que le permitan mantenerse saludable desde adentro.

¿Cuáles son los factores que afectan la salud mental en la Venezuela de hoy en día?

En cuanto a los factores, creo que más allá de lo que es el ámbito sanitario, hay una serie de fuerzas que influyen considerablemente en la salud mental, dentro de las cuales destacan: el hambre, la pobreza, la escasez, la violencia, la inseguridad, entre otros elementos, que repercuten en la salud, y que afectan la convivencia social, por lo que dañan o menoscaban considerablemente la salud de las personas, su manera de comunicarse y relacionarse.

Según la especialista, apunta a que la Organización Mundial de la Salud, hace referencia sobre que estos elementos afloran en gran medida en los países o regiones donde hay pobreza extrema.

Resaltó que también influyen otros factores como: el componente genético y biológico, factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales.

¿La alimentación está vinculada con la salud mental?

En cuanto a la alimentación, ciertamente cada vez es más evidente la relación que existe entre una buena calidad nutritiva y el bienestar psicológico y emocional de las personas, ya que se ha comprobado que la falta de determinados nutrientes o una alimentación pobre, puede estar asociada al desarrollo de ciertas enfermedades mentales. Por ello, sí hay alimentos que contribuyen al bienestar de nuestro equilibrio emocional.

¿La salud mental depende estrictamente del individuo o de otros actores?

Ciertamente la influencia de otros afecta nuestra salud mental y equilibrio emocional. Cuando la persona está consciente de esto, puede buscar y puede invertir en el desarrollo de estrategias y elementos que le permitan mantener un equilibrio emocional. Por tanto, depende de uno mismo, y del hecho de que la persona esté consciente del valor que tiene la salud mental.

“En Venezuela, lastimosamente a nivel del Estado no se hace ninguna inversión en materia de salud mental. Y es un aspecto a considerar, porque por lo menos vemos que las estadísticas de depresión, de ansiedad, de conductas de riesgo, son bastantes altas en los ciudadanos, y tristemente no se considera esto”.

¿Cómo contribuimos a la salud mental en Venezuela?

Ayudando a otros a trabajar la resiliencia. No podemos negar la crisis, es cierta, es verdadera, la crisis está, es palpable, pero se requiere entonces hacer inversión en esto. Aprender estrategias, desarrollar la fortaleza interna, aprender a mirar la crisis desde otra perspectiva, no para caernos o lanzarnos a la depresión, sino para buscar otras formas de vida, porque sobre todo, si estamos bien por dentro vamos a poder fluir hacia afuera, a pesar de la crisis, que es un tiempo en el cual, el venezolano puede aprender a vivir en este contexto, sin descuidar su salud mental, si es posible, a pesar de que los factores y el contexto social es muy influyente, si es posible desarrollar estrategias de afrontamiento para vivir en medio de la crisis.

En cuánto al fenómeno emigratorio ¿ha influido en la Salud Mental?

La emigración corresponde a un acontecimiento de la vida, y como corresponde a esto, lleva consigo ventajas y beneficios como: la oportunidad a nuevos procesos vitales y a nuevos horizontes, pero también está asociado a un conjunto de dificultades como: tensiones, estrés y esfuerzos, y ahí es donde vemos el lado oscuro o negativo de la emigración. Hoy en día, se habla de estrés o duelo emigratorio, y es el elemento que corresponde a la salud mental.

Este es un duelo complejo y difícil de afrontar. Sin embargo, requiere de atención y requiere que las personas que están padeciendo de esto, busquen apoderarse de un repertorio de estrategias que le permitan sobreponerse, asumir y enfrentar la situación, hasta el punto de llegar hasta la última fase del duelo, que es la aceptación, desde un espacio sano y equilibrado, que lo lleve a la armonía. En Venezuela esto es algo muy notorio, con la depresión a causa de este duelo emigratorio.

La emigración en sí misma no es una causa de trastorno mental, sino más bien, es un factor de riesgo para algunas personas. Para unas es algo positivo, pero para otras se convierte en factor de riesgo. Si tiene vulnerabilidad o no está preparado, padece por ejemplo de depresión. Si no trata la depresión antes de emigrar, es muy posible que donde llegue, su condición emocional empeore. Por tanto, se requiere que las personas que van a salir sean atendidas, y es conveniente que inviertan en un repertorio de estrategias que les permitan fluir de manera positiva dondequiera que vayan. Y las personas que se quedan, también necesitan ayuda para apoderarse de este tipo de herramientas que le permitan fluir y llegar a la última fase del duelo que es la aceptación.

¿El venezolano actual puede desarrollar la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es algo que se desarrolla cuando tomamos conciencia de que la necesitamos, es el primer paso cuando yo tomo conciencia de que necesito un equilibrio dentro. Entonces, empiezo a trabajar en ello, porque si estoy aquí luchando por dentro, y mis emociones son reconocidas, son puestas en palabras, y las emociones del otro también son reconocidas, entonces se hace más fácil fluir en este contexto tan amenazante para la salud mental. Entonces, sí es posible totalmente para el venezolano, desarrollar la inteligencia emocional en cualquier contexto y caso.

¿Cómo convertirnos en un motivador, en Venezuela, hoy por hoy?

Creo que lo que pensamos sentimos y lo que sentimos hablamos. Entonces, hay que invertirle a la conciencia de lo que estamos pensando. Si mi pensamiento es tóxico, limitante e invasivo, pues eso voy a sentir, y eso voy a fluir. Una de las recomendaciones es prestar atención a qué estamos pensando, y cómo estamos percibiendo la crisis, como algo amenazante, como algo que nos va a destruir. Eso ciertamente nos va a llevar a estados depresivos o ansiosos, pero si yo digo: "bueno qué perlas puedo percibir en medio de la crisis, qué me permite ver la crisis (crecer, avanzar, ver hacia dentro y descubrir mis habilidades de resiliencia y optimismo)". Si le prestas atención al pensamiento y empiezas a cambiarlo por un pensamiento positivo de bienestar, las emociones van a estar equilibradas, y vas a poder fluir en este contexto adverso.

Por último, Torrez hizo referencia a Víctor Frankl, sobreviviente del holocausto, escritor del libro “El hombre en busca de sentido”, obra en la que expone que incluso en las situaciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el individuo puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual. Él decía “podrán robarnos todo lo que está afuera, pero lo que está dentro no lo pueden robar”. Entonces, "cuando consideramos nuestra dimensión espiritual, podemos desarrollar estrategias para encontrar una razón para vivir, inclusive en situaciones tan extremas de pobreza y de escasez, podemos encontrar una razón a la vida, siempre y cuando podamos hacer una inversión en nuestra dimensión espiritual", finalizó la experta.

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