Un joven con agenesia de miembros es récord sudamericano en natación

La discapacidad severa que le diagnosticaron a Maximiliano Matto cuando era un bebé no fue obstáculo para alcanzar el récord sudamericano de natación, ya que desde muy chico incluyó la actividad física en su tratamiento, algo que el hoy joven deportista de 22 años agradece a los médicos del Hospital Garrahan, donde fue atendido.

"Gracias a ellos hoy soy la persona que soy", dijo Maximiliano, cuyo diagnóstico al nacer fue "agenesia de miembros inferiores y miembro superior derecho, vejiga neurogénica y escoliosis congénita", una enfermedad que debió afrontar con decisión para seguir viviendo.

Actualmente es noveno en el ranking mundial y récord sudamericano en la categoría 50 metros pecho Swimming Breakstroke 2; y le quedan 12 materias para recibirse de abogado en la Universidad Siglo XXI, donde eligió la especialización que le permitirá dedicarse a trabajar por el acceso al deporte para las personas con discapacidades.

El joven, quien entrena de lunes a sábado un total de 45 horas semanales, tiene un solo brazo y, aunque su discapacidad es severa, actualmente no solamente se vale por sí mismo sino que integra la selección argentina de natación, reside en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) con otros 300 deportistas y compite para el club River Plate.

Susana Buceta, jefa de de Rehabilitación del Servicio de Kinesiología del Garrahan, contó que "el joven ingresó al hospital siendo un bebé" y, desde entonces, los enorgullece "con cada emprendimiento que realiza. A pesar de las dificultades generadas por su patología, también socialmente se encontró con barreras que aprendió a superar, tanto en el crecimiento deportivo como en el desarrollo de su personalidad para afrontar el futuro", contó.

“La natación pasó de ser para Maxi una actividad física que mejoraba su tratamiento para convertirse en un deporte tan importante para él. Su último logro fue la medalla de oro en los Juegos Parasuramericanos de Chile, en marzo de este año”, reivindicó la médica.

Su recorrido en el mundo de la natación comenzó de tan chiquito que ni siquiera tiene recuerdos de sus primeras incursiones en el agua, cuando los médicos del hospital le recomendaron a su madre, Mónica Melián, una empleada del municipio de Marcos Paz, que lo llevara a “matro-natación”.

El joven aseguró que “así, con apenas meses de vida" supo que "el agua era el medio donde podía sentirme libre”, pero además la actividad lo beneficiaba sobre todo por la escoliosis congénita, por la columna, para que no continuara desviándose.

Para el nadador, “todo en la vida se puede si uno se lo propone. Hay que aprender a soñar y hay que ponerse objetivos. Trabajando, con esfuerzo y sacrificio, todo se logra", afirmó.

Ahora, el joven entrena para una competencia en Mar del Plata a fin de año, un torneo convencional donde compite contra su propia marca, informaron los organizadores de una actividad que se realizará mañana a las 14 en el hospital en la que Maximiliano contará su experiencia.

Su sueño es hoy el Panamericano de mayo de 2015, en Toronto, Canadá, donde necesita conseguir un tiempo de 1,30 segundos para clasificar al gran desafío final: los Juegos Paraolímpicos Río 2016.

"Estoy a 4 segundos de ir a Río, no es imposible", dijo y precisó que registra una marca actual de 1,34 en 50 metros en categoría “pecho”.

Según el deportista, el hospital fue su segunda casa. "Estoy muy agradecido a todos los médicos que estuvieron conmigo y no tengo más palabras que esas, de agradecimiento, también para los directivos, que me brindaron todo lo que necesitaba. Gracias a ellos hoy soy la persona que soy", completó.

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Fuente: Telam